Argentina y Estados Unidos intentan recuperar sus relaciones

¡°Bueno, Nicolas, me parece que todos tenemos lecciones que aprender¡±. La broma del presidente norteamericano, Barack Obama, al saludar en la reuni¨®n del G-20, a su colega franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, y a la presidenta argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, que acaba de ser reelegida con m¨¢s de un 54% del voto, indic¨® el inter¨¦s norteamericano en recomponer las relaciones con Argentina, que han atravesado momentos dif¨ªciles en los ¨²ltimos a?os. Los dos pol¨ªticos mantuvieron el viernes un encuentro bilateral de cerca de una hora, en Cannes, que se ven¨ªa demorando por sucesivos incidentes diplom¨¢ticos y que ambos consideraron ¡°muy satisfactorio¡±. Los dos presidentes intercambiaron, adem¨¢s, halagos personales: ¡°Cristina es una buena amiga¡±, asegur¨® Obama. ¡°No se puede soslayar el liderazgo pol¨ªtico y econ¨®mico de Estados Unidos en el mundo¡±, reconoci¨® Cristina Fern¨¢ndez.

En el breve contacto con mantuvieron con la prensa, la presidenta argentina record¨® que Estados Unidos es el segundo inversor en su pa¨ªs, despu¨¦s de Espa?a, con m¨¢s de 500 empresas radicadas, pero tambi¨¦n hizo hincapi¨¦ en que ¡°en 2003, Argentina ten¨ªa un super¨¢vit sobre Estados Unidos de m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares y este a?o ese pa¨ªs va a terminar con un super¨¢vit de m¨¢s de 4.700 millones de d¨®lares¡±.

El volumen de las relaciones comerciales entre los dos pa¨ªses, por otra parte en franca decadencia por la irrupci¨®n de los mercados asi¨¢ticos, no es, sin embargo, un punto de fricci¨®n entre Buenos Aires y Washington. Los dos pa¨ªses buscan normalizar unas relaciones pol¨ªticas que se han ido tesando en los ¨²ltimos tiempos por motivos diferentes, sin beneficio para nadie.

¡°Claramente hubo altos y bajos, pero creemos que cuando hay una reelecci¨®n, se presenta una oportunidad de establecer mejores bases de cooperaci¨®n¡±, hab¨ªa adelantado el Consejero adjunto de Seguridad Nacional, Ben Rhodes, hace pocos d¨ªas, dando as¨ª por cerrados varios altercados recientes, como la confiscaci¨®n de la carga de un avi¨®n militar en Buenos Aires o el esc¨¢ndalo denominado Valijagate, los 800.000 d¨®lares de origen venezolano que seg¨²n el FBI pod¨ªan estar destinados a financiar la campa?a electoral argentina de 2007.

Desde el punto de vista argentino, la normalizaci¨®n de las relaciones con Estados Unidos ayudar¨ªa mucho si, como parece, se avecina una contracci¨®n econ¨®mica como consecuencia de la segunda oleada de la crisis internacional. Buenos Aires necesita urgentemente despejar el camino para poder acceder de nuevo a los mercados internacionales de capitales, sin necesidad de pagar las enormes tasas de intereses que ahora se le exigen. Para ello tiene que regularizar su situaci¨®n con el Club de Paris, al que sigue debiendo unos 7.000 millones de d¨®lares, y con un grupo de fondos de alto riesgo e inversores norteamericanos, que sistem¨¢ticamente boicotean todos esos esfuerzos y enturbia las relaciones con el gobierno de Obama.

No se puede soslayar el liderazgo pol¨ªtico y econ¨®mico de Estados Unidos en el mundo¡± Cristina Fern¨¢ndez

La presidenta anunci¨® hace casi dos a?os que quer¨ªa resolver el contencioso con el Club de Par¨ªs y es posible que en las pr¨®ximas semanas se produzcan novedades en ese campo. La entrevista con el presidente norteamericano puede indicar tambi¨¦n que Argentina esta dispuesta a retomar las negociaciones en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI). Falta por saber c¨®mo se solventar¨¢n los problemas con el FMI, que volver¨¢ en febrero a analizar el sistema argentino de medici¨®n de la inflaci¨®n y al que los sucesivos gobiernos de los Kirchner han impedido desde hace cinco a?os realizar la visita anual a la que se someten todos los miembros de la organizaci¨®n.

Para Estados Unidos, la normalizaci¨®n tendr¨ªa tambi¨¦n ventajas, primero porque, como superpotencia implicada en varios conflictos al tiempo, necesita la estabilidad de Am¨¦rica Latina en su conjunto y de Argentina, en particular. El anclaje del Cono Sur en una estabilidad democr¨¢tica, sin grandes cat¨¢strofes econ¨®micas, es una pieza importante en ese dise?o. Seg¨²n los papeles de Wikileaks, y pese a la escenograf¨ªa adversa, el Gobierno de Buenos Aires ha ayudado en numerosas ocasiones al norteamericano en foros internacionales y ha respondido con m¨¢s simpat¨ªa que, por ejemplo, el Gobierno de Brasil en temas tan importantes como el conflicto con Ir¨¢n. De hecho, las noticias seg¨²n las cuales el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner podr¨ªa estar negociando una aproximaci¨®n con Teher¨¢n fueron recibidas con profundo desagrado en Washington.

Argentina, que sufri¨® dos graves atentados, en los que posiblemente estuvieron implicados agentes iran¨ªes, ha sido, hasta ahora, uno de los pa¨ªses m¨¢s enfrentados con Teher¨¢n, pero ¨²ltimamente han mejorado sus relaciones comerciales y las autoridades norteamericanas no quieren, de ninguna manera, que se abra un agujero en la red que tejen en torno al programa nuclear iran¨ª, mucho menos en un pa¨ªs que dispone de avanzada tecnolog¨ªa nuclear como Argentina.