Miembros de las FARC ayudaron al Ej¨¦rcito colombiano para matar a Cano
El presidente Santos confirma que miembros de las FARC colaboraron con los militares en la operaci¨®n que acab¨® con la vida del jefe de la guerrilla
La zona en la que ha sido abatido Alfonso Cano, el n¨²mero uno de las FARC, es de una belleza imponente, pero tambi¨¦n el escenario m¨¢s inhumano para pelear. Se trata de un macizo monta?oso en el sur de Colombia de verdes intensos, humedad permanente y temperaturas que en ocasiones pueden caer hasta los cinco grados bajo cero. Por eso, tras herirlo en un bombardeo, los militares tardaron siete largas horas para tenerlo en la mira y concluir su misi¨®n.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha confirmado este s¨¢bado que "gente dentro de las FARC" ayud¨® a la "impecable" operaci¨®n militar. Odiseo, que as¨ª se llama la operaci¨®n, "se inici¨® alrededor del 15 de octubre (...) con inteligencia de diferentes fuentes, con la colaboraci¨®n de gente dentro de las FARC", ha explicado Santos en Popay¨¢n, la capital de la regi¨®n en la que muri¨® el l¨ªder insurgente. "Nuestras Fuerzas Armadas fueron planeando lenta, pero seguramente, lo que ayer [por el viernes] ejecutaron de forma impecable", agreg¨® el gobernante durante una rueda de prensa en una guarnici¨®n militar de esa ciudad, a la que viaj¨® a primera hora de hoy.
Horas antes, al dar el parte de victoria despu¨¦s de la medianoche, el presidente hab¨ªa exclamado: ¡°Es un d¨ªa muy importante para Colombia¡±. ¡°Es el golpe m¨¢s contundente dado a las FARC en toda su historia¡±. En efecto, Cano era la pieza fundamental de este grupo que lleg¨® a poner contra la pared al Estado, pero que ahora encadena derrotas tras derrotas.
La operaci¨®n se inici¨® hace tres a?os y en ella participaron 7.000 militares
De 63 a?os de edad, Cano no se dio nunca por vencido como lo ratific¨® en su d¨ªa final ante sus adversarios. Con base en unas pacientes y exitosas tareas de inteligencia, ¨¦stos localizaron su campamento en la espesura de la vegetaci¨®n. ¡°Lo tenemos¡±, inform¨® uno de los pilotos a su comandante que de inmediato pidi¨® autorizaci¨®n a Bogot¨¢ para bombardear.
Cano sinti¨® la envergadura del ataque pero mantuvo la frialdad para ordenar la retirada. Estaba muy cambiado pues se hab¨ªa quitado su espesa barba que lo identific¨® en sus 33 a?os de vida armada. Un comando de fuerzas especiales logr¨® alcanzar a miembros de su guardia pretoriana que sab¨ªan que ten¨ªan que dar la vida antes de permitir su muerte o captura.
La zona de la captura es inh¨®spita,
tres j¨®venes soldados murieron
de hipotermia y dos m¨¢s al caer
a un precipicio
El grupo era reducido, pues aunque en la operaci¨®n iniciada hace un poco m¨¢s de tres a?os participaban casi 7.000 militares, cualquier movimiento deb¨ªa hacerse con el sigilo de un lince. El fr¨ªo y las minas antipersona que las FARC siembran en puntos estrat¨¦gicos, no solo le han cerrado el camino a los militares, sino que les ha causado numeras bajas. De hecho, este s¨¢bado trascendi¨® que en esta b¨²squeda tres j¨®venes soldados murieron de hipotermia y dos m¨¢s al caer a un precipicio.
Por eso desde hace cinco meses, cuando hab¨ªa informaci¨®n certera de la ruta que llevaba, hab¨ªa que extremar las precauciones. En esa fecha se lleg¨® a uno de sus campamentos. Diez minutos antes de que llegaran las tropas al lugar, Cano hab¨ªa estado all¨ª. Esto llev¨® al presidente Santos a informar que le estaban ¡°pisando los talones¡±.
El parte de la victoria lo dio el presidente Santos en persona en televisi¨®n
Consciente de sus dificultades, Cano se mimetiz¨® en un ¨¢rea selv¨¢tica a esperar el agotamiento de los militares. Estos, sin embargo, no dieron su brazo a torcer y trazaron un c¨ªrculo en un ¨¢rea de varios municipios que le impedir¨ªa salir a los departamentos de Cauca y Huila, en el suroccidente colombiano, una zona donde las FARC se mueven como pez en el agua por la experiencia acumulada de varias d¨¦cadas de lucha.
El viernes las fuentes de inteligencia procedieron a informar su localizaci¨®n exacta. Vino un bombardeo en el que se captur¨® al guerrillero ¡®Indio Efra¨ªn¡¯. Aunque el a?o pasado ya hab¨ªan dado muerte a por lo menos cuatro de sus hombres m¨¢s cercanos, las tropas entendieron que ahora s¨ª estaban realmente cerca porque este era uno de los hombres de m¨¢s confianza, al punto que lo hab¨ªa nombrado jefe de su seguridad personal.
Es el golpe m¨¢s contundente dado a las FARC en toda su historia¡±
Juan Manuel Santos
Tras el cruce de disparos, se envi¨® m¨¢s tropa y al ingresar a lo que hab¨ªa sido un improvisado campamento se encontr¨® el cuerpo de El Zorro, encargado de comunicaciones desde hace 14 a?os en las FARC. Para una guerrilla que sufre el m¨¢s implacable acoso, se puede perder cualquier unidad pero no el radista, porque este es quien sirve de vaso comunicante con el resto de militantes. Sin ¨¦l, Cano estaba condenado a extraviarse sin saber para d¨®nde tomar. En medio de la inspecci¨®n las tropas encontraron una billetera personal de Cano, siete computadores, 39 memorias USB, 24 discos duros, dos ametralladoras y 194 millones de pesos en moneda nacional, d¨®lares y euros.
La satisfacci¨®n entre los militares fue grande porque en el pasado el decomiso de los ordenadores de Ra¨²l Reyes ¨Cmuerto en un bombardeo en Ecuador (1 de marzo de 2008) y Jorge Brice?o alias Mono Jojoy ¨Ctambi¨¦n ca¨ªdo en otro bombardeo en las selvas del oriente colombiano (22 de septiembre de 2010), permiti¨® penetrar en el cerebro de las FARC, lo que las debilitar¨ªa a¨²n m¨¢s.
Sin embargo el mayor tesoro, aunque de gran valor estrat¨¦gico, no eran en ese momento los ordenadores, sino algo m¨¢s simple y preciado para Cano en una fuga donde la neblina dificulta la visibilidad: sus gafas.
El d¨ªa pas¨® con gran tensi¨®n en tres escenarios distintos. En el escarpado terreno del municipio caucano de Su¨¢rez donde Cano, el marxista puro a quien el presidente ?lvaro Uribe defini¨® como el ¡°fil¨®sofo del terrorismo¡±, hu¨ªa; en Bogot¨¢, donde el joven ministro de Defensa, Juan Carlos Pinz¨®n (39 a?os), acompa?ado de toda la c¨²pula militar, daba instrucciones; y en la costa Caribe en la que el presidente Juan Manuel Santos, recib¨ªa los datos.
A las dos de la tarde, la emisora W Radio dio un extra con la informaci¨®n. El revuelo fue general porque se trataba del m¨¢s importante guerrillero de las FARC, no solo por su liderazgo, sino por su alt¨ªsima formaci¨®n acad¨¦mica. Cano era el marxista m¨¢s preparado en Colombia en la historia de la lucha armada en este pa¨ªs y el de mayor visi¨®n pol¨ªtica. Tanto, que en los fracasados di¨¢logos de paz en el Cagu¨¢n (1998-2002) cre¨® el Movimiento Bolivariano, una organizaci¨®n pol¨ªtica que le servir¨ªa de instrumento para la paz o ser¨ªa la plataforma para la guerra. Todo depend¨ªa del resultado. Como las conversaciones fracasaron, el movimiento pas¨® a ser clandestino y Cano traz¨® las pautas a seguir a su nuevo aparato ideol¨®gico. Entretanto, lider¨® al interior de las FARC el plan Renacer para volver a tomar ox¨ªgeno. Toda la pol¨ªtica giraba en torno a ¨¦l.
El ministro de Defensa tuvo que salir por la noche a aclarar algunas de las informaciones que daban cuenta de la baja de Pacho Chino, el hombre m¨¢s cercano a Cano. Al hacerlo, en los medios de comunicaci¨®n el frenes¨ª baj¨®. Y se crey¨® que de nuevo el esfuerzo se hab¨ªa perdido. Sin embargo, a esa misma hora los militares ya hab¨ªan recogido un cuerpo que por sus caracter¨ªsticas f¨ªsicas coincid¨ªan con las de Cano. Fue llevado en helic¨®ptero a la ciudad de Popay¨¢n. De all¨ª lo trasladaron en una ambulancia a Medicina Legal en donde se hicieron las pruebas dactilares. S¨ª. Era Cano. Sin embargo, el Gobierno orden¨® repetir los ex¨¢menes para evitar cualquier equ¨ªvoco. A las diez de la noche ya no hab¨ªa dudas y la noticia corri¨® como la p¨®lvora.
En un viernes donde los informativos de la noche tienen poca audiencia porque la gente est¨¢ de fiesta, todos se volcaron en la televisi¨®n. El parte de victoria lo dio el propio presidente Santos a la medianoche, una hora absolutamente inusual, aunque en esta ocasi¨®n era seguido por todo el pa¨ªs.
Este s¨¢bado, miles de colombianos sacaron banderas y el eco de los vivas al Gobierno y al Ej¨¦rcito se pod¨ªan escuchar con nitidez. Aunque Cano dec¨ªa que representaba al pueblo, su vida hab¨ªa terminado en medio del rechazo general porque los medios usados para alcanzar el poder generaron una espiral de violencia dolorosa. Sin embargo, aunque muchos creen que hoy se respira un aire mejor en el pa¨ªs, tambi¨¦n es cierto que en este momento alrededor de 8.000 hombres de las FARC armados, pero sin un l¨ªder que les diga qu¨¦ hacer.
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