Merkel lidera Europa sin quitarle ojo a su electorado

Angela Merkel ha recuperado estas ¨²ltimas dos semanas su papel favorito, el de hero¨ªna en cumbres internacionales. Est¨¢ por ver si logra sacarle tanto partido como en tiempos anteriores a las elecciones de 2009. La correosa crisis griega, desatada poco despu¨¦s de su triunfo, le est¨¢ pasando una seria factura al Gobierno de centro derecha que preside.

Seg¨²n una encuesta de la revista Stern, la mitad de los alemanes prefieren que Merkel pierda en 2013. La coalici¨®n de democristianos (CDU/CSU) y liberales (FDP) que conforma su Gobierno est¨¢ nueve puntos por detr¨¢s en las encuestas de una hipot¨¦tica coalici¨®n de socialdem¨®cratas (SPD) y Verdes. La principal acusaci¨®n es que no asumi¨® el liderazgo ni actu¨® a tiempo ante la crisis.

Sin embargo, la cumbre de Bruselas de esta semana y el final de la controversia sobre el referendo griego podr¨ªan ser un punto de inflexi¨®n. A ojos de muchos votantes, la reacci¨®n de Merkel al ¨®rdago de Yorgos Papandreu le ha devuelto la iniciativa. En varias encuestas m¨¢s recientes, los alemanes valoran bien que Merkel lograra imponer la quita del 50% a los tenedores privados de deuda de Grecia. Los sondeos de la televisi¨®n p¨²blica ARD recogen una dr¨¢stica mejora de nueve puntos porcentuales en la popularidad de Merkel respecto a octubre. La CDU ha ganado levemente en intenci¨®n de voto y sigue como primera fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs.

La canciller tiene ante s¨ª dos a?os de legislatura sin apenas citas electorales de importancia. Esto le confiere una libertad de maniobra que no hab¨ªa tenido en los ¨²ltimos a?os, durante los que ha asistido a una derrota tras otra de los partidos de su coalici¨®n en comicios regionales y locales. Los socialdem¨®cratas del SPD han crecido desde su debacle en las generales de 2009 hasta superar a la coalici¨®n gobernante, si se le suman los Verdes, que podr¨ªan haber tocado ya techo.

Merkel ha tomado cartas en el asunto. Para contrarrestar la subida de Los Verdes, ayudada por el desastre de la central de Fukushima el pasado marzo, Merkel dio marcha atr¨¢s a la prolongaci¨®n de la vida ¨²til de las centrales nucleares, que su Gobierno hab¨ªa aprobado apenas unos meses antes. Su ¨²ltimo volantazo inesperado ha sido, esta semana pasada, apoyar que haya un salario m¨ªnimo interprofesional. El apoyo a las centrales at¨®micas y el rechazo al salario m¨ªnimo eran dos viejos dogmas de la democracia cristiana alemana. Hasta que Merkel, preparando su complicada supervivencia pol¨ªtica a partir de 2013, los ha derribado en un solo a?o sin pesta?ear.

La crisis del euro es una de las preocupaciones principales de los alemanes. El euroescepticismo ha crecido en los casi dos a?os que dura ya la amenaza sobre la moneda ¨²nica. Pero si se calman las cosas, Merkel podr¨ªa capitalizar la aceptable situaci¨®n econ¨®mica, el bajo desempleo y los virajes al centro-izquierda en materia nuclear y salarial.

El conservador y populista diario Bild celebraba estos d¨ªas a bombo y platillo los ¡°trabajos de Merkules¡± en Bruselas y en Cannes. Las fotos llegadas de ambas cumbres recuerdan los a?os previos a la crisis en los que llov¨ªan halagos a frau Europa, ¡°canciller del clima¡±. Otros medios, como el influyente Frankfurter Allgemeine Zeitung, tambi¨¦n han valorado positivamente la actuaci¨®n de Merkel.