Rep¨²blica Dominicana sortea la crisis global

Rep¨²blica Dominicana pertenece al grupo de pa¨ªses que hasta el momento han sabido crecer en medio de la crisis global. El gobernador del Banco Central, H¨¦ctor Valdez Albizu, anunci¨® en el mes de octubre que, hasta septiembre, la econom¨ªa nacional hab¨ªa crecido un 4,2%, con margen para alcanzar el 5% previsto por la instituci¨®n a principios de 2011.

La estabilidad macroecon¨®mica, br¨²jula para la navegaci¨®n en la tormenta financiera mundial, le permite al pa¨ªs mantener otras variables m¨¢s o menos en la l¨ªnea de los ¨²ltimos a?os. As¨ª, la tasa de inflaci¨®n acumulada en los nueve primeros meses del a?o llegaba al 7,5%, cercana ya al 8% previsto para 2011 y fundamentada en los sectores de combustibles, electricidad, alimentos y transporte. Y el desempleo afectaba al 14,6% de la poblaci¨®n en abril de este a?o, un 0,5% m¨¢s que siete meses atr¨¢s, en un pa¨ªs en el que, de acuerdo a la Confederaci¨®n Patronal dominicana, las tasas de informalidad laboral han subido un 8% en diez a?os hasta colocarse en al 56,7%.

?En qu¨¦ se fundamenta este crecimiento? Habitualmente en los ingresos sostenidos procedentes del turismo, de las remesas y de la producci¨®n de zonas francas para la exportaci¨®n, sobre todo de prendas textiles. A ello, se han sumado en los ¨²ltimos tiempos las telecomunicaciones, ahora en baja, y, espectacularmente, la miner¨ªa. Las ¨²ltimas cifras oficiales indican que el 72% de las actividades econ¨®micas realizadas en la Rep¨²blica Dominicana entre enero y septiembre de 2011 han crecido. La que m¨¢s, la miner¨ªa, con un 73,9%, fruto principalmente de la actividad que realiza la empresa Barrick Pueblo Viejo para explotar oro a partir del pr¨®ximo a?o con una inversi¨®n total que superar¨¢ los 3.000 millones de d¨®lares. Luego se coloca la fabricaci¨®n de bienes en zonas francas. Lo hizo un 13,8%. El turismo, que adem¨¢s es motor de otras ramas de la producci¨®n nacional, atrajo a 111.469 extranjeros m¨¢s, reflejado en un aumento del 3,7%. Curiosamente, las telecomunicaciones, desaparecen de la lista de crecimientos. Y sorprenden el 6,9% del sector agropecuario, el 5,3% del educativo y el 5,3% del ¨¢rea de la salud, tres sectores tenidos por asignatura pendiente del pa¨ªs.

En t¨¦rminos de balanza comercial, el incremento de las exportaciones en un 24,4% coincide con una etapa de reducci¨®n de importaciones, a¨²n con un saldo positivo de 16,7%, "una significativa desaceleraci¨®n de m¨¢s de 10 puntos porcentuales con respecto al 26,9% alcanzado en igual periodo de 2010", anota el Banco Central. El resultado final, no obstante, sigue siendo deficitario para las arcas del Estado, con un saldo negativo de 4.500 millones de d¨®lares a junio de este a?o. En t¨¦rminos de balanza de pagos, el d¨¦ficit llega a los 724 millones de d¨®lares fundamentalmente gracias a los ingresos por servicios, remesas e inversi¨®n extranjera directa. Datos a septiembre dados a conocer por Valdez Albizu hablan de un incremento del dinero que env¨ªan los dominicanos de la di¨¢spora de un 7,2%. Tambi¨¦n, de 1.835 millones de d¨®lares llegados del extranjero para inversiones, con una tendencia a superar los 2.000 millones por tercer a?o consecutivo. En cuanto al sistema financiero, mostraba en agosto una solvencia de 17,3%, siete puntos por encima de la que est¨¢ obligado a presentar.

El turismo es uno de los principales motores de la econom¨ªa

Todo este baile de cifras da fe de un crecimiento que deja atr¨¢s un periodo complicado, el de 2003-2004, ¨¦poca de gran devaluaci¨®n de la moneda e inflaci¨®n despu¨¦s de que se detectaran fraudes bancarios por valores equivalentes a casi 3.000 millones de d¨®lares. Para enfrentar el agujero, el Gobierno del entonces presidente Hip¨®lito Mej¨ªa opt¨® por un rescate con fondos p¨²blicos, como ha ocurrido ahora en Estados Unidos y Europa. Con el cambio de autoridades en agosto de 2004, dicen los expertos que el factor confianza reapareci¨® y se tradujo en tasas de crecimiento sobre el 7% desde 2005, salvo en 2008 y 2009, que qued¨® por debajo del 6%, fruto del impacto de la crisis internacional, dado que el principal socio comercial de la Rep¨²blica Dominicana es Estados Unidos, adonde llegan aproximadamente el 70% de las exportaciones y del que proceden una tercera parte de los turistas y de la inversi¨®n extranjera.

Agentes internacionales establecidos en el pa¨ªs reconocen el esfuerzo dominicano. Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lo ha descrito como uno de los mejores modelos de manejo de la crisis. La embajadora de la Uni¨®n Europea, Irene Horejs, ha dicho que, contrariamente a lo que ocurre en pa¨ªses de rentas altas, "la econom¨ªa dominicana se mantiene creciendo por encima del 4% con estabilidad macroecon¨®mica". Sin embargo, no todo lo que reluce es oro. Existen tachuelas en el camino, como la eterna crisis el¨¦ctrica, la p¨¦rdida de competitividad en los r¨¢nkings mundiales o la debilidad fiscal, entre otras.

Las importaciones se han reducido 10 puntos porcentuales en lo que va de a?o

En pleno siglo XXI, los apagones siguen siendo una realidad en la Rep¨²blica Dominicana. A pesar de los avances evidenciados en el ¨²ltimo a?o en el sector energ¨¦tico en materia de horas de suministro, a¨²n se dan circunstancias que hacen de la electricidad un constante dolor de cabeza. Por m¨¢s promesas de soluci¨®n que han hecho las Administraciones, el robo de electricidad, por impago o por fraude en la conexi¨®n, sigue rondando el 50% de la luz que se suministra. Tambi¨¦n existen p¨¦rdidas de consideraci¨®n en la distribuci¨®n por mala calidad de las redes. Como las empresas comercializadoras no recaudan el valor total de la energ¨ªa que sirven no disponen de suficientes fondos para pagar a las generadoras. Estas, a su vez, se enfrentan a escasez de fondos para cumplir con sus facturas de importaci¨®n de fuentes de energ¨ªa, sobre todo petr¨®leo, y para que el sistema no colapse, los gobiernos se ven obligados a subsidiar al sector de manera constante.

Seg¨²n datos publicados por el economista Bernardo Fuentes en su columna en el digital Acento.com.do, en 2009 el Ejecutivo desembols¨® 600 millones de d¨®lares en subsidios el¨¦ctricos. Un a?o despu¨¦s, se hab¨ªan presupuestado para tal partida 380 millones. Sin embargo, volvi¨® a ser de 600. Y en este 2011 se hab¨ªan contemplado 350, pero las proyecciones a octubre es que se aportar¨¢n 700 millones a final de a?o, lo que equivaldr¨ªa, acorde a c¨¢lculos del sector industrial, al 1,7% del PIB. Para 2012, el Presupuesto Nacional, recientemente promulgado, asume 265 millones de d¨®lares por este concepto.

El sector energ¨¦tico precisa de una reconversi¨®n para ser competitivo

La electricidad es, precisamente, una de las principales quejas que emanan del sector productivo nacional a la hora de identificar factores que reducen su competitividad, otra de las ¨¢reas en las que la Rep¨²blica Dominicana ha perdido terreno a tenor del informe Doing Business 2012 del Banco Mundial. El pa¨ªs caribe?o ha pasado del 105 al puesto 108 en el ¨²ltimo a?o y est¨¢ a la altura de Kenia o Etiop¨ªa. En el reporte que prepara el Foro Econ¨®mico Mundial, la ca¨ªda fue del puesto 101 en 2010-11 al 110 en 2011-2012, en niveles en los que tambi¨¦n se sit¨²an Guyana, Bangladesh y Senegal.

Ligia Bonetti, presidenta de la Asociaci¨®n de Industrias de la Rep¨²blica Dominicana (AIRD), se refiri¨® al tema el pasado 1 de noviembre, durante el almuerzo organizado por dicha organizaci¨®n con los dos principales candidatos presidenciales de cara a los comicios de mayo de 2012, Hip¨®lito Mej¨ªa y Danilo Medina. "El mercado externo plantea problemas de competitividad por factores internos como son los bajos niveles educativos, la poca innovaci¨®n tecnol¨®gica, el deficiente y el costoso suministro de energ¨ªa el¨¦ctrica, entre otros". A ello se podr¨ªa a?adir un dato que involucra al tratado de libre comercio firmado por el pa¨ªs con Centroam¨¦rica y Estados Unidos, conocido como el DRCAFTA . En 2005, cuando fue firmado, la Rep¨²blica Dominicana exportaba a los pa¨ªses miembros del acuerdo 4.800 millones de d¨®lares. Cinco a?os despu¨¦s, hab¨ªa bajado hasta los 3.500 millones. El comportamiento de las importaciones fue a la inversa. De los 4.760 millones de d¨®lares de 2005 se pas¨® a 6.420 en 2010. Al respecto, la AIRD establece en uno de sus informes que el tratado ha beneficiado al pa¨ªs en t¨¦rminos de atracci¨®n de inversiones, facilidad para el endeudamiento p¨²blico y el establecimiento de alianzas entre empresas locales y extranjeras, pero poco m¨¢s.

La fiscalidad ha sufrido ocho reformas en los ¨²ltimos once a?os

Desde el Gobierno, el Director Ejecutivo del Consejo Nacional de Competitividad, Andr¨¦s Van der Horst ?lvarez, reconoce la p¨¦rdida de terreno en la materia, m¨¢s que nada, por estancamiento. Lo relaciona con no haber puesto en marcha algunas medidas llamadas a cambiar la situaci¨®n, tales como la Mesa Presidencial de Exportaciones y la Ley de Competitividad e Innovaci¨®n Industrial. A ello suma la necesidad de cambiar la matriz energ¨¦tica, dependiente del especulativo mercado del petr¨®leo en gran medida, hacia las renovables, y el retraso en las reformas educativas que, entre otros aspectos, deben cambiar realidades como la de que de cada 100 ni?os que inician la primaria, s¨®lo 22 la terminan. De estos, 10 llegan a la universidad, que s¨®lo dos terminan.

En cuanto al ¨¢mbito fiscal, la Rep¨²blica Dominicana tiene una presi¨®n que ronda el 13% y su estructura ha sufrido ocho reformas, o parches seg¨²n qui¨¦n se refiera a ellas, en los ¨²ltimos 11 a?os, animadas por el comportamiento del gasto p¨²blico. Los llamados de diferentes sectores a favor de una reestructuraci¨®n integral con base en la sostenibilidad del sistema han ca¨ªdo constantemente en saco roto. Para finales de este a?o, la deuda p¨²blica podr¨ªa llegar a ser del 40% del PIB. El d¨¦ficit fiscal deber¨ªa andar por el 1,6% del PIB para poder cumplir con el acuerdo suscrito en 2009 con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que est¨¢ a falta de que se le realice la s¨¦ptima revisi¨®n, algo que debi¨® ocurrir en octubre pasado.

Nadie duda del crecimiento de una econom¨ªa que se ha abierto al mundo. Quiz¨¢s, las tachuelas que encuentra en el camino, derivadas fundamentalmente de debilidades estructurales que no se han enfrentado durante d¨¦cadas, presenten al pa¨ªs como una contradicci¨®n y milagro a la vez. Ahora bien, el principal de los problemas es que la bonanza macroecon¨®mica no se traduce en beneficio social equitativo. Como ha dicho alguna vez el economista Miguel Ceara Hatton, "no lleg¨® a la gente; se gast¨® en las cosas y algunos se quedaron con la mayor parte". Inequidad en el reparto de la generaci¨®n de riqueza de un pa¨ªs en el que, a pesar de ciertas condiciones que dan cuenta de su progreso, es pobre uno de cada tres habitantes.