La tierra argentina se vuelve a manchar de sangre
Asesinado un campesino por una disputa territorial con un terrateniente. - Estos enfrentamientos eran hasta hace poco un fen¨®meno desconocido en el pa¨ªs
Dos j¨®venes campesinos de la provincia argentina de Santiago del Estero (noroeste del pa¨ªs), Cristian Ferreyra, de 23 a?os, y su cu?ado Dar¨ªo Godoy, de 26, hab¨ªan ido a reclamar al pe¨®n de un terrateniente que dejara de instalar postes para alambrar las tierras que unos y otros se disputan. La respuesta no se hizo esperar: dos guardias de seguridad privada irrumpieron m¨¢s tarde en la casa de Ferreyra, lo mataron de un tiro de escopeta e hirieron de gravedad en los dos muslos a Godoy. La muerte de Ferreyra constituye el tercer asesinato de un campesino argentino que lucha por su tierra desde 2009. Algo que no era habitual en Argentina, a diferencia de otros pa¨ªses latinoamericanos, como Brasil, poco a poco se repite. La noticia repercuti¨® en la prensa de Buenos Aires y puso en tela de juicio al gobernador santiague?o, el kirchnerista Gerardo Zamora, a quien los campesinos acusan de hacer o¨ªdos sordos a sus protestas.
¡°Antes viv¨ªamos tranquilos en las tierras de nuestros antepasados¡±, cuenta Ricardo Cu¨¦llar, que compart¨ªa con Ferreyra la militancia en el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) y la pertenencia a la etnia ind¨ªgena lule vilela. ¡°Todo esto comenz¨® a cambiar a partir de 1995, sobre todo desde 2000, porque se vino la gran producci¨®n de soja y la ganader¨ªa en corrales¡±, explica Cu¨¦llar. Los lule vilela habitan tierras boscosas que con el tiempo comenzaron a ser codiciadas por terratenientes de otras provincias porque la soja transg¨¦nica pod¨ªa plantarse sin problemas en esas zonas m¨¢s ¨¢ridas y, a su vez, la ganader¨ªa extensiva empezaba a reemplazarse por la intensiva, alimentada con harinas derivadas de esa oleaginosa o del ma¨ªz. Esos inversores compraban tierras fiscales y privadas en las que hab¨ªan vivido generaciones de ind¨ªgenas y otros campesinos. En 1996, en Santiago del Estero 95.000 hect¨¢reas estaban sembradas con soja, seg¨²n el ge¨®grafo Marcelo Giraud. En 2010, 1,1 millones de hect¨¢reas.
En 2006 una ley nacional fren¨® los desalojos de pueblos originarios y al a?o siguiente otra legislaci¨®n federal paraliz¨® la deforestaci¨®n de los llamados bosques nativos, pero en la pr¨¢ctica contin¨²an las excepciones a ambas normas. ¡°Hace m¨¢s de tres a?os y medio venimos con quilombo (l¨ªo) territorial¡±, cuenta el campesino Cu¨¦llar, que vive en Copo, el mismo municipio de Ferreyra. En aquel entonces un empresario de la provincia de Tucum¨¢n (tambi¨¦n del noroeste argentino) adquiri¨® unas 2.400 hect¨¢reas que eran del Estado provincial. Cuando las quiso alambrar, las peque?as comunidades ind¨ªgenas que viven all¨ª se organizaron para defender sus derechos y entonces el inversor desisti¨® del proyecto y se lo vendi¨® a un colega suyo de la c¨¦ntrica provincia de Santa Fe, Jos¨¦ Ciccioli. El nuevo due?o de las tierras recibi¨® la autorizaci¨®n del Gobierno santiague?o para deforestarlas, pero volvi¨® a encontrarse con las protestas de los miembros del Mocase. Al igual que otros empresarios con tierras en la zona, Ciccioli contrat¨® a vecinos de all¨ª como guardias, seg¨²n relata Cu¨¦llar.
Dos d¨ªas despu¨¦s del crimen de Ferreyra, la Polic¨ªa detuvo a cuatro empleados de Ciccioli. Uno de ellos es el presunto autor material y el otro, quien lo acompa?¨® en la cacer¨ªa. La justicia tambi¨¦n pidi¨® la detenci¨®n del empresario, que de momento se encuentra pr¨®fugo.
La Iglesia ha tomado cartas en el asunto. El delegado para la Pastoral Social y Derechos Humanos de la di¨®cesis de Santiago del Estero, Sergio Lamberti, opin¨® que "este asesinato es una muestra cruenta y sangrienta de la escalada de violencia de la que son v¨ªctimas las comunidades ind¨ªgenas y campesinas por parte de estos empresarios sojeros y de agronegocios, con el desalojo de familias enteras de los campos en los que sus antepasados han vivido desde tiempos ancestrales". En 2009, otro terrateniente asesin¨® a un ind¨ªgena calchaqu¨ª que ocupaba su presunta propiedad en Tucum¨¢n y el a?o pasado la Polic¨ªa de la provincia de Formosa (noreste de Argentina) dio muerte a un toba qom que protestaba porque el Gobierno formose?o quer¨ªa quitar sus tierras para construir una sede universitaria. Los hijos y nietos del l¨ªder de la comunidad toda qom que sufri¨® aquel ataque fueron amenazados hace dos semanas con recibir un tiro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.