Erdogan se pone al frente de la presi¨®n sobre El Asad y lo compara con Hitler

¡°Bachar al Asad dice que pelear¨¢ hasta la muerte. Combatir contra tu pueblo no es hero¨ªsmo, es cobard¨ªa¡±, dijo el martes el primer ministro Turco, Reccep Tayyip Erdogan. Las palabras contra el presidente de Siria se produc¨ªan dos d¨ªas despu¨¦s de que varios autobuses repletos de peregrinos turcos que volv¨ªan de la Meca, fuera atacado por soldados sirios en la ciudad de Homs. El incidente se sald¨® con dos heridos por disparos, pero ha desatado un avalancha de condena por parte del Ejecutivo turco.

Erdogan, para quien el conflicto sirio se ha convertido en una ¡°cuesti¨®n personal¡±, seg¨²n los analistas turcos, no ha dudado en comparar la actitud de El Asad con la del dictador libio Muamar el Gadafi, e incluso con Benito Mussolini o Adolf Hitler. ¡°Si quieres ver a la gente que pele¨® hasta la muerte contra su propio pueblo, solo tienes que fijarte en la Alemania nazi. Mira a Hitler, a Mussolini, a Nicolae Ceaucescu en Ruman¨ªa¡± dijo Erdogan. Unas palabras que parecen vaticinar para el l¨ªder sirio un final similar al de los grandes dictadores del siglo XX. Y continu¨®; ¡°Si no puede sacar ninguna lecci¨®n de ellos, entonces mira al l¨ªder libio que fue asesinado hace tan solo 32 d¨ªas¡± .

Turqu¨ªa todav¨ªa se muestra reacia a una intervenci¨®n armada. Pero se ha convertido en el altavoz de las cr¨ªticas a un r¨¦gimen que lleva m¨¢s de 3.500 muertos a sus espaldas por la represi¨®n de unas protestas iniciadas en primavera a imitaci¨®n de los sucesos de Egipto. A diario, la prensa turca recoge una nueva declaraci¨®n de condena de un Gobierno que aprovecha cualquier ocasi¨®n, como la actual visita del jefe de Estado turco a Inglaterra, para dejar en claro su postura frente a su vecino.

El presidente Abdula G¨¹l, en una entrevista publicada el lunes por The Guardian, asegur¨® que la crisis siria se encuentra en un ¡°callej¨®n sin salida¡± despu¨¦s de que El Asad ignorara las solicitudes de reforma y la petici¨®n de la Liga ?rabe de acabar con la represi¨®n. ¡°El cambio es inevitable¡± asegur¨® el presidente G¨¹l, quien descart¨® una intervenci¨®n extranjera como soluci¨®n al conflicto. Seg¨²n el mandatario turco, hay que evitar a toda costa una guerra civil. Asegur¨® que su pa¨ªs seguir¨¢ ofreciendo ¡°una plataforma democr¨¢tica¡± para la oposici¨®n siria.

Turqu¨ªa se considera as¨ª misma un ejemplo para los futuros Gobiernos de los pa¨ªses de la primavera ¨¢rabe, adem¨¢s de tener importantes intereses en Siria. Una radicalizaci¨®n del conflicto le supondr¨ªa perdidas millonarias. Por eso, a pesar de su condena, es m¨¢s cautelosa que EE UU y la UE a la hora de imponer sanciones. Comparte la misma rama del islam -suni- que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n siria. Y la nueva fama de l¨ªder con la que los pa¨ªses de la zona han ungido a Erdogan y que la revista Time recoge en la portada de su ¨²ltimo n¨²mero, le obligan a ponerse del lado del pueblo.

El mes pasado, Turqu¨ªa se pronunci¨® a favor de nuevas sanciones internacionales contra Siria. El veto de Rusia y China en la ONU impidi¨® que prosperara ninguna iniciativa en ese sentido.

Turqu¨ªa da refugio a cerca de 10.000 sirios que han escapado de la violencia, as¨ª como a los desertores del Ej¨¦rcito a los que permite, seg¨²n un art¨ªculo de The New York Times, orquestar ataques al otro lado de la frontera. El pa¨ªs tambi¨¦n acoge las reuniones peri¨®dicas del Consejo Nacional Sirio, organizaci¨®n que engloba a la mayor parte de la oposici¨®n.