James Murdoch dimite como directivo de editoriales de rotativos brit¨¢nicos

James Murdoch, m¨¢ximo responsable de los medios que controla en el Reino Unido el conglomerado de la comunicaci¨®n News Corporation (presidido por su padre, Rupert), no participa en los consejos de administraci¨®n de los diarios The Sun y The Times desde el pasado septiembre. Las dos joyas de la corona en las islas. Esa anomal¨ªa no ha sido conocida p¨²blicamente hasta esta tarde, a ra¨ªz de la investigaci¨®n en curso sobre la ¨¦tica de la prensa brit¨¢nica, que tiene como principal punto de mira a los periodistas de su grupo, acusados de incurrir en la ilegalidad a base de espiar y pinchar los tel¨¦fonos de una larga n¨®mina de famosos. El papel de James (38 a?os) como futuro jefe del imperio se tambalea.

La noticia de la dimisi¨®n de James Murdoch en esa parcela, esencial de su gesti¨®n, ha coincidido con la declaraci¨®n ante el juez Leveson de los padres de la ni?a Madeleine McCann, desaparecida en 2007 a la edad de 3 a?os. Gerry y Kate McCann relataron c¨®mo los diarios sensacionalistas brit¨¢nicos les acosaron y les convirtieron en ¡°un esc¨¢ndalo nacional¡±, en detrimento de la empat¨ªa de los lectores hacia un matrimonio que sigue buscando a su peque?a. Antes que ellos, desfilaron por el panel personajes como el actor Hugh Grant o la autora de la saga de Harry Potter, J.K. Rowling, abundando todos ellos en el esc¨¢ndalo de las escuchas telef¨®nicas que meses atr¨¢s forzara la clausura del dominical News of the World, propiedad de los Murdoch.

Los accionistas de News Corporation hacen c¨¢balas sobre la sucesi¨®n de Rupert Murdoch, un octogenario en buena forma pero hoy por hoy incapaz de afianzar el futuro liderazgo de la compa?¨ªa. Eligi¨® a James en 2007, solo despu¨¦s de la espantada a Australia (por motivos desconocidos) de su hijo mayor, Lachlan, y lo design¨® presidente ejecutivo de News Internacional, la divisi¨®n brit¨¢nica del grupo que tiene entre sus principales haberes la plataforma de televisi¨®n por pago Sky y el rotativo m¨¢s le¨ªdo de las islas (The Sun, con tres millones de copias diarias). Aquel mismo a?o eran encarcelados el corresponsal del News of the World, Clive Goodman y su detective Glenn Mulcaire, por pinchar el buz¨®n del tel¨¦fono m¨®vil del pr¨ªncipe Guillermo, hijo del heredero al trono. James es sospechoso de avalar desde entonces la pol¨ªtica de la empresa de comprar el silencio de otros afectados y de encubrir la extendida pr¨¢ctica de los pinchazos telef¨®nicos, y como tal ha tenido que declarar dos veces ante una comisi¨®n del Parlamento brit¨¢nico.

Aunque sigue siendo presidente ejecutivo de News Internacional, acaba de trasladar su residencia desde Londres a Nueva York. Su salida del Sun y de The Times es interpretada en el mundo empresarial como un movimiento t¨¢ctico, a la espera de que la tormenta amaine. Pero otros medios medios vaticinan el regreso de Lachlan o especulan con la figura de su hermana Elizabeth, bien posicionada en el grupo y ajena a la mancha del esc¨¢ndalo que ha supuesto el sistem¨¢tico e ilegal espionaje de los personajes que nutren las p¨¢ginas de los tabloides del grupo Murdoch.

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