Objetivo: no parecer radicales
El Partido de la Justicia y el Desarrollo ha edulcorado su discurso electoral para atraer a la sociedad marroqu¨ª m¨¢s tolerante y ganar en las urnas
![Una mujer vota en un colegio electoral en Rabat, Marruecos.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RFKY5QRU3AU2S45BB672IHL2A4.jpg?auth=e07a854193838185351a728114b6c8e097f710777e71ef8f104a9567ac8596bd&width=414)
¡°Las gentes os har¨¢n siempre las mismas preguntas: ¡®?vais a prohibir los ba?adores en las playas?, ?cerrar¨¦is los bares?'. A todos les contestar¨¦is que sois candidatos para resolver problemas mucho m¨¢s importantes como el paro, la sanidad, la educaci¨®n, la justicia etc¨¦tera¡±.
Abdelil¨¢ Benkiran, rabat¨ª de 57 a?os, el secretario general de los islamistas legales de Marruecos, daba estos consejos en una charla este mes con los candidatos de su formaci¨®n, el Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD), a las elecciones legislativas del viernes que han ganado por mayor¨ªa relativa.
Lejos est¨¢n los tiempos en que Benkiran le dijo, en julio de 2001, en el Parlamento, a una mujer que llevaba al hombro una c¨¢mara de la televisi¨®n: ¡°?Vete a vestirte!¡±. Le exigi¨® a continuaci¨®n que abandonase el hemiciclo. La joven, Amina Jabad, llevaba unos vaqueros ce?idos y una camiseta que dejaba sus brazos al descubierto. Los diputados de la mayor¨ªa recriminaron a Benkiran su actitud y se arm¨® un buen l¨ªo en la C¨¢mara baja.
Benkiran y los suyos han moderado el lenguaje desde hace meses y, sobre todo, durante la campa?a electoral. No lanzaron anatemas contra los festivales de m¨²sica, los homosexuales, ni condenaron al infierno a las mujeres que abortan clandestinamente. A duras penas defendieron el reparto desigual de la herencia que perjudica a las hijas.
Esta edulcoraci¨®n del discurso para apaciguar temores ha sido, probablemente, una de las causas de su ¨¦xito. Aunque aquellos que le votaron lo hicieron, probablemente, por su fama de honestos, erradicadores de la corrupci¨®n, propagadores de la equidad y por la aparente buena gesti¨®n de los Ayuntamientos que gobiernan empezando por el de Tetu¨¢n, la antigua capital del protectorado espa?ol.
Por sorprendente que parezca, el PJD no es un partido que haya nacido espont¨¢neamente, sino que, como tantos otros en Marruecos, ha sido fabricado por el Ministerio del Interior, cuando el todopoderoso Driss Basri era su titular. La diferencia con los dem¨¢s ¡°partidos de la Administraci¨®n¡±, como se les llama en Marruecos, es que a lo largo de los a?os ha adquirido vida propia.
El PJD fue fundado en 1996 por el m¨¦dico Abdelkrim el Jatib, que falleci¨® en 2008 con 87 a?os, muy cercano a la familia real. Basri le anim¨® a crear el partido para, entre otras cosas, acoger a los islamistas radicales de la autodisuelta Juventud Isl¨¢mica, que practicaron el terrorismo, sobre todo contra los socialistas, en los a?os ochenta.
Al a?o siguiente, el PJD ya se present¨® a las legislativas y sac¨® sus primeros nueve esca?os. En 2002 alcanz¨® los 42 y en 2007 subi¨® hasta 46. Y fue entonces el partido m¨¢s votado, pero la ley electoral y el dise?o de las circunscripciones, que favorece a las zonas rurales, le perjudica. En esas dos citas electorales atendi¨® los consejos de Interior y no se present¨® en todas las circunscripciones. Ahora s¨ª lo ha hecho.
Por mucho que incomode al palacio real, el PJD no deja de ser un partido mon¨¢rquico. Reconoce al rey como el Comendador de los Creyentes ¡ªjefe espiritual de los musulmanes marroqu¨ªes¡ª y respald¨® en el refer¨¦ndum de julio la nueva Constituci¨®n a la que contribuy¨® a dar, durante el di¨¢logo de los partidos con un consejero real, un barniz m¨¢s religioso.
Esas son las grandes divergencias con la otra gran corriente islamista, el movimiento Justicia y Espiritualidad, que nunca ha sido legalizado por negarse a admitir que el monarca fuera el Comendador. Esta rama del islam pol¨ªtico marroqu¨ª es la columna vertebral del Movimiento 20 de febrero, que desde hace ya 10 meses protagoniza las protestas en las principales ciudades. Rechaza la nueva Constituci¨®n e hizo llamamientos al boicoteo de las urnas a las que no acudi¨® el 55% de los electores inscritos.
A diferencia tambi¨¦n del PJD, Justicia y Espiritualidad no tuvo un origen artificial. Fue fundada en 1973 por Abdesalam Yassin, de 83 a?os, inspector de ense?anza p¨²blica impregnado de islam suf¨ª. Tiene un toque visionario, pero sus vaticinios sobre Marruecos nunca se han cumplido. Yassin ha sido perseguido por el r¨¦gimen que le lleg¨® a encerrar tres a?os en un hospital psiqui¨¢trico.
A¨²n hoy d¨ªa, Justicia y Espiritualidad sigue siendo un movimiento reprimido y secretista que no desvela, por ejemplo, el n¨²mero de sus afiliados. Es, no obstante, la formaci¨®n con m¨¢s capacidad de movilizaci¨®n callejera de Marruecos, sobre todo en el norte, muy por delante de sus correligionarios del PJD.
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