Egipto celebra su segunda jornada electoral con una participaci¨®n sin precedentes
Menor afluencia de votantes frente a los colegios tras un primer d¨ªa de asistencia masiva
Las primeras elecciones libres en Egipto en los ¨²ltimos 30 a?os entran en su segunda jornada con menos colas de votantes frente a los centros electorales. Los colegios han abierto sus puertas a las ocho de la ma?ana (seis en la Pen¨ªnsula) custodiados por los militares y bajo el mismo ambiente relajado de ayer.
A Egipto le falta much¨ªsimo para convertirse en una democracia, o al menos en un r¨¦gimen representativo. Pero sus ciudadanos creen que el objetivo es posible. Este lunes han acudido masivamente a las urnas, en una jornada abundante en incidentes y, sin embargo, espl¨¦ndida. Ni la violencia callejera de los ¨²ltimos d¨ªas, ni el apabullante despliegue militar, ni las largu¨ªsimas colas, de kil¨®metros en algunos casos, han retra¨ªdo a los egipcios, que sol¨ªan abstenerse en masa cuando Hosni Mubarak convocaba sus simulacros electorales. La participaci¨®n oblig¨® a prolongar dos horas, hasta las nueve de la noche, la apertura de los colegios.
Omar Mohamed El Shafiy, un profesor de Oftalmolog¨ªa en la Universidad de El Cairo, sal¨ªa sonriente de un colegio en El Mahdi. ¡°Han sido tres horas de espera, pero una vez dentro todo ha funcionado muy bien¡±, ha explicado, mostrando el dedo entintado que acreditaba su voto. El tama?o de la papeleta, m¨¢s grande que algunos carteles electorales, pod¨ªa parecer disuasorio. En realidad, solo requer¨ªa paciencia para localizar a la izquierda el partido o coalici¨®n elegidos, y a la derecha, los candidatos individuales.
¡°Para facilitar el voto a los analfabetos¡±, ha explicado El Shafiy, ¡°se vota por s¨ªmbolos: quien apoya a Libertad y Justicia [Hermanos Musulmanes] ha de buscar el dibujito de un sol; otros partidos son representados por un tractor, o una moto, o un girasol, o un p¨¢jaro, o cualquier otra cosa. Si no conoces el s¨ªmbolo est¨¢s perdido¡±.
Quien quiera fijarse solamente en las irregularidades podr¨ªa confeccionar una relaci¨®n inacabable. Para empezar, la prohibici¨®n de hacer publicidad ante los colegios ha sido ignorada. En algunos centros han abierto tarde por falta de papeletas o porque no llegaba el juez encargado de verificar la limpieza del proceso. En al menos un colegio, el juez fue brevemente secuestrado como protesta por las esperas. Se ha detectado alg¨²n caso de intento de compra de votos. Nada que enturbiara la legitimidad global del proceso.
El Gobierno saliente se atribuye m¨¦ritos por el desarrollo pac¨ªfico de la jornada electoral
En tiempos de Mubarak, la participaci¨®n era baj¨ªsima y muchos votantes no llegaban a traspasar el umbral del colegio: rellenaban sus datos en una ficha, cobraban su soborno y se marchaban; los interventores del Partido Nacional Democr¨¢tico hac¨ªan el resto. Las denuncias presentadas el lunes por los supervisores se refer¨ªan, en cambio, a situaciones como la registrada en el barrio de Manial, en el que los Hermanos Musulmanes y su partido, Libertad y Justicia, tienen su sede: grupos de j¨®venes repart¨ªan t¨¦ y pastas e invitaban a votar a los islamistas. Ante la urna, sin embargo, el voto era libre y secreto.
Persist¨ªan algunas dudas y temores. Como lo que pudiera ocurrir con las urnas durante la noche del lunes al martes, a la espera de que a la ma?ana siguiente se celebre la segunda jornada. Y reinaba una cierta perplejidad ante la duraci¨®n de las elecciones (hasta marzo, entre las dos c¨¢maras) y ante el hecho de que una parte de El Cairo votara y otra, Giza (la margen derecha del Nilo), tuviera que esperar hasta mediados de diciembre. ¡°No lo entiendo, pero hoy he decidido votar por primera vez¡±, ha comentado Sabrin, una joven licenciada en Derecho, sin empleo, que apoyaba al Partido Libre Constitucional, uno de los convocantes de las manifestaciones de Tahrir. La plaza ha permanecido tranquila y por la noche ha asistido a actuaciones musicales.
No s¨®lo los j¨®venes se estrenaban. Mohamed Abdelhalim, un octogenario que entr¨® en el colegio del brazo de su nieto, tambi¨¦n ha votado por primera vez en su vida: ¡°Estamos en un barco que se hunde y tenemos la obligaci¨®n de salvarlo, por eso estoy aqu¨ª¡±, explic¨®, quej¨¢ndose de todos los militares que hab¨ªan gobernado Egipto, desde Abdel Nasser hasta Mohamed Tantaui, y proclamando su vocaci¨®n laica: ¡°Nunca me convencer¨¢n para votar a una corriente religiosa¡±, subray¨®, mirando de soslayo a los interventores de un partido islamista.
Las papeletas exhib¨ªan s¨ªmbolos para facilitar la participaci¨®n de los analfabetos: un sol, un tractor, una moto o un girasol, seg¨²n los partidos
En general dominaban la alegr¨ªa y la esperanza, matizados con un razonable escepticismo como el expresado por un profesional de 53 a?os que prefiri¨® no ver publicado su nombre: ¡°La c¨²pula militar es absolutamente corrupta y defender¨¢ sus negocios, supongo que nos costar¨¢ unos cuantos a?os librarnos de esos generales mubarakistas, pero el proceso ya est¨¢ en marcha¡±, ha comentado.
Ahmed Fuad, ingeniero de una empresa cementera y residente en Maadi, ha acudido a votar muy temprano. Al comprobar el orden con el que se desarrollaba la votaci¨®n, fue a buscar a su padre para que participara tambi¨¦n. ¡°He votado desde 1985 y jam¨¢s hab¨ªa visto algo as¨ª, todos queremos expresar nuestra opini¨®n en esta nueva etapa¡±, dijo.
El Gobierno dimisionario encabezado por Essam Sharaf, en funciones hasta que el reci¨¦n nombrado Kamal Ganzury designe un nuevo Gabinete a las ¨®rdenes de la Junta militar, se ha atribuido m¨¦ritos por el desarrollo de la jornada. ¡°Estas elecciones eran el primer objetivo gubernamental¡±, ha proclamado en un comunicado, ¡°se trata de los primeros frutos de esta gran revoluci¨®n¡±.
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