La desconfianza hacia el sistema marca la campa?a electoral en Rusia
M¨¢s de la mitad de los rusos no cree que las elecciones, que se celebran el domingo, sean un instrumento para obligar a las autoridades a hacer lo que desean los ciudadanos
En un clima de desconfianza se celebran el pr¨®ximo domingo las elecciones a la Duma Estatal de Rusia, c¨¢mara baja del parlamento formada por 450 esca?os. El partido gubernamental Rusia Unida (RU) es el favorito, seg¨²n las encuestas, aunque no alcanzar¨¢ la mayor¨ªa constitucional (dos tercios de la c¨¢mara) que obtuvo en 2007. En la Duma saliente, RU ha tenido 315 diputados de un total de 450.
La campa?a, en la que participan los siete partidos oficialmente registrados, ha sido aburrida y gris. Una de sus principales novedades ha sido el papel de Internet como plataforma utilizada por la oposici¨®n para exhibir pruebas (v¨ªdeos, grabaciones y documentos) de las irregularidades cometidas por funcionarios y miembros del partido gubernamental que, de una forma u otra, han presionado a personas dependientes de ellos para que votaran por RU.
Sin embargo, la Comisi¨®n Electoral Central, el organismo que debe sacar conclusiones sobre las irregularidades, ha hecho poco o nulo caso de las protestas de la oposici¨®n. El presidente de esta entidad, el peterburgu¨¦s Vlad¨ªmir Ch¨²rov, es considerado como un leal ejecutor de las directrices del Kremlin.
El 52% de los rusos no cree que las elecciones sean un instrumento para obligar a las autoridades a hacer lo que esperan y desean los ciudadanos de a pie, seg¨²n sondeos realizados en noviembre por el centro Levada. El 51% opina que los comicios son una imitaci¨®n de la lucha por el poder y que, en realidad, los esca?os de la Duma dependen de las decisiones de las autoridades, seg¨²n afirmaba Lev Gudkov, el director de ese centro sociol¨®gico. Un 42% de los encuestados, a su vez, opinan que los comicios ser¨¢n sucios y que en ellos se utilizar¨¢ la presi¨®n sobre el electorado y se manipular¨¢n las papeletas. Solo el 37% creen que las elecciones ser¨¢n limpias.
La nueva Duma tendr¨¢ un mandato de cinco a?os, en lugar de los cuatro que ten¨ªa hasta ahora. Solo los cuatro partidos que ya estaban en el parlamento tienen posibilidad de ocupar esca?os en el pr¨®ximo. Adem¨¢s de RU, cuya lista encabeza el presidente de Rusia Dmitri Medv¨¦dev, se trata del Partido Comunista (PC) de Guennadi Ziug¨¢nov, los populistas de Vlad¨ªmir Zhirinovski y Rusia Justa, una formaci¨®n de tendencia socialdem¨®crata que lidera Sergu¨¦i Mir¨®nov.
Seg¨²n el centro Levada, RU obtendr¨ªa el 53% de los votos; los comunistas, el 20%; los populistas de Zhirinovski, el 12% y Rusia Justa, el 9%. Y¨¢bloko, el partido que fund¨® Grigori Yavlinski, los liberales de la Causa Justa y el partido de los Patriotas de Rusia, se quedar¨ªan en torno al 1%. El list¨®n para tener representaci¨®n parlamentaria es de un 7%, en virtud de las restricciones legislativas aprobadas bajo los auspicios del tandem formado por Vlad¨ªmir Putin, expresidente y actual jefe de Gobierno, y Dmitri Medv¨¦dev, presidente y futuro jefe de Gobierno. Antes, el list¨®n era del 5% de los votos emitidos.
La encuesta de Levada registra que un 61% de los ciudadanos expresa intenci¨®n de ir a votar, pero esta cifra puede reducirse en varios puntos, como muestra la experiencia del pasado. Desde las elecciones de 2007, el ¨ªndice de confianza en RU ha descendido de un 66% a un 53%. Tambi¨¦n las figuras de Medv¨¦dev y Putin han sufrido un cierto desgaste. De enero de 2010 a noviembre de 2011, el porcentaje de los que aprueban la gesti¨®n de Medv¨¦dev se redujo del 75% al 62% y el de los que aprueban la de Putin, del 78% al 67%. Aunque ambos siguen gozando de una buena posici¨®n, algunos analistas creen estos pol¨ªticos pueden verse perjudicados por la operaci¨®n de ¡°enroque¡± entre ellos. Para Gudkov, esta maniobra ha mostrado que ¡°en el pa¨ªs no hay estadistas, sino politicastros que se confabulan a la espalda de la sociedad para mantener el poder¡±. La principal base de poder de RU est¨¢ en las provincias y en el campo. En Mosc¨² solo el 21% ir¨¢n a votar por Rusia Unida, afirma Gudkov.
El dominio de RU en la televisi¨®n ha sido apabullante y alcanz¨® su apoteosos en la trasmisi¨®n en directo de su congreso el pasado domingo. Por orden de Ch¨²rov ha sido censurada la propaganda electoral de partidos como Y¨¢bloko y Rusia Justa, aunque no se ha dado importancia a los carteles de RU con la misma iconograf¨ªa que los carteles generales de las elecciones, identificando as¨ª el partido con la Administraci¨®n. Un anuncio de Y¨¢bloko en el que se presentaban los otros partidos como ¡°vegetales¡± de un men¨² poco apetecible fue censurado primero del metro de Mosc¨² y despu¨¦s de las cadenas de televisi¨®n estatales. Un v¨ªdeo de Rusia Justa en el que el exiguo incremento de la pensi¨®n de una jubilada era engullido por los aumentos de las tarifas de los servicios fue prohibido alegando que aventaba el odio hacia los ¡°responsables de esas tarifas¡±. Tambi¨¦n se prohibi¨® un eslogan que exhortaba a votar contra los ¡°bandidos y ladrones¡±. Esta expresi¨®n, aplicada a RU, se ha hecho popular en Rusia gracias al abogado Alex¨¦i Navalni, autor de una p¨¢gina de web en la que denuncia la corrupci¨®n en las adjudicaciones de concursos p¨²blicos.
En las elecciones no han podido participar el partido Republicano de Vlad¨ªmir Rizhkov, que sigue sin poder legalizarse pese al dictamen a su favor del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Tampoco ha podido hacerlo ¡°Parn¨¢s¡±, entidad a la que el ministerio de Justicia deneg¨® el registro. ¡°Parn¨¢s¡± est¨¢ liderada por un grupo de pol¨ªticos entre los que figura el ex jefe de Gobierno, Mija¨ªl Kasi¨¢nov.
La oposici¨®n excluida de las urnas mantiene estrategias diversas frente a estos comicios, desde no acudir a los colegios hasta invalidar las papeletas tachando a todos los participantes. Los observadores occidentales ser¨¢n muchos menos que en el pasado, un total de 350 entre la Oficina de Instituciones Democr¨¢ticas y Derechos humanos de la OSCE, la Asamblea Parlamentaria de esta instituci¨®n y del Consejo de Europa.
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