Los ajustes en Italia desatan la primera oleada de huelgas contra Monti
Los sindicatos se quejan de la inflexibilidad del primer ministro para negociar
Se rompi¨® la tregua. Las calles de Italia se llenaron de trabajadores y pensionistas que, convocados al un¨ªsono por los principales sindicatos, le dijeron fuerte y claro a Mario Monti: ¡°Su ajuste no es igualitario. Sus medidas salvan a los bancos, pero no a los italianos¡±. El Gobierno tecn¨®crata, bendecido por los mercados, la Uni¨®n Europea (UE) y hasta por el Papa, se top¨® ayer por primera vez con la dura realidad de la calle. Los ciudadanos, que celebraron hace un mes la ca¨ªda de Silvio Berlusconi y saludaron la llegada al Gobierno de un hombre serio, empiezan a preocuparse. La gasolina ha subido, las pensiones se han congelado y, por el contrario, los privilegios de Iglesia, televisiones y casta pol¨ªtica siguen intactos. La exitosa huelga de tres horas, subrayan los sindicatos, es una seria advertencia al primer ministro: o dialoga o el invierno ser¨¢ calentito.
Pero Monti, a tenor de los dirigentes sindicales que el domingo se reunieron con ¨¦l, es un hombre tan educado como r¨ªgido. ¡°Del Gobierno¡±, dijo Raffaele Bonani, secretario general de la Confederaci¨®n Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL), ¡°solo hemos obtenido palabras de cortes¨ªa, pero no est¨¢ dispuesto a negociar¡±. As¨ª que huelga y tentetieso. Durante todo el d¨ªa, a diferentes horas, miles de trabajadores se manifestaron por todo el pa¨ªs bajo una convocatoria inusualmente unitaria. La secretaria general de la Confederaci¨®n General Italia del Trabajo (CGIL), Susanna Camusso, fue rotunda: ¡°Estamos frente a una situaci¨®n de extrema gravedad en el plano social. Trabajadores y pensionistas son los que van a tener que pagar m¨¢s duramente esta crisis. Desde el punto de vista de la equidad, es un grave error. Se golpea siempre a los mismos¡±.
Y ¡°los mismos¡± son todos aquellos que tienen una n¨®mina o una pensi¨®n en el pa¨ªs de la evasi¨®n fiscal. Seg¨²n los ¨²ltimos c¨¢lculos, la evasi¨®n se ha multiplicado por cinco en los ¨²ltimos 30 a?os. Ahora, seg¨²n el presidente del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (Istat), Enrico Giovannini, el dinero que se escamotea a las arcas p¨²blicas supone entre el 16,3% y el 17,5% del Producto Interno Bruto. O sea, entre 255.000 y 275.000 millones de euros, que no es moco de pavo. Por cierto, a?ade Giovannini, que en tiempos de crisis la evasi¨®n -de los que tienen capacidad para ello, l¨®gicamente suele aumentar. No as¨ª el ¨¢nimo de los trabajadores que, en el l¨ªmite de los 50 a?os, ven estos d¨ªas en los peri¨®dicos c¨®mo ¡ªgracias al ajuste de Monti¡ª el horizonte de su jubilaci¨®n se aleja y el monto de su pensi¨®n se acorta.
Mario Monti, seg¨²n todos los dirigentes sindicales que en las ¨²ltimas horas se han reunido con ¨¦l, es el tipo m¨¢s educadamente inflexible que han conocido
Pero no solo es eso lo que ven. Tambi¨¦n se enteran ¡ªlos peri¨®dicos y las emisoras de radio italianas son estos d¨ªas un hervidero de informes¡ª de c¨®mo el nuevo primer ministro se acord¨® de recuperar el ICI (el impuesto sobre la primera vivienda) salvo para un grupo de privilegiados entre los que destaca la Iglesia cat¨®lica, cuyo patrimonio inmobiliario la convierte en el primer casero de la Rep¨²blica. O c¨®mo, a pesar de su contrastada ineficacia para sacar al pa¨ªs adelante, los pol¨ªticos italianos ¡ªtambi¨¦n conocidos como La Casta¡ª siguen siendo renuentes a recortarse el sueldo. Italia cuenta con 630 diputados y 315 senadores cuyos sueldos mensuales rondan los 16.000 euros brutos y que, sumados a los 180.000 cargos electos en todo el pa¨ªs, ven¨ªan suponiendo un coste anual de unos 23.000 millones de euros. El ajuste de Monti ha metido la tijera a los entes locales, pero no puede adelgazar ni el Congreso ni el Senado porque, para ello, tendr¨ªa que reformar la Constituci¨®n.
As¨ª que salvo un movimiento inesperado del nuevo Gobierno ¡ªel primer ministro sigue repitiendo que su ajuste es indispensable para que Italia no se despe?e y con ella toda Europa¡ª, las pr¨®ximas horas en Italia estar¨¢n presididas por las huelgas y las manifestaciones. Mario Monti, seg¨²n todos los dirigentes sindicales que en las ¨²ltimas horas se han reunido con ¨¦l, es el tipo m¨¢s educadamente inflexible que han conocido. Pero enfrente, ahora, tiene a la calle. Trabajadores, pensionistas y m¨¢s de 200.000 mujeres que, en las plazas de todo el pa¨ªs, advirtieron: ¡°El Gobierno ha cambiado. Nuestros problemas, no¡±.
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