Los egipcios se lanzan de nuevo a las urnas en nueve provincias
Los islamistas esperan consolidar o aumentar sus excelentes resultados de la primera ronda
Egipto vuelve hoy a votar para decidir la formaci¨®n de su primer Parlamento democr¨¢tico. Los egipcios est¨¢n llamados a las urnas en nueve provincias, en las que se celebra la segunda ronda de las tres a celebrar, de dos jornadas cada una. A las 8.00, los colegios abr¨ªan sus puertas para recibir a los 18,7 millones de potenciales votantes. El complicado sistema de elecci¨®n no evit¨® que en la primera ronda, celebrada el 28 y 29 de noviembre, los ciudadanos acudieran en masa a los colegios y aguantaran colas de hasta seis horas para emitir su sufragio. La participaci¨®n ¡°hist¨®rica¡± del 62%, anunciada por la junta electoral, fue rebajada sin embargo en d¨ªas posteriores en 10 puntos. Aun as¨ª, la asistencia sigui¨® superando con creces la escasa presencia de votantes en la ¨¦poca de Hosni Mubarak, cuando la corrupci¨®n, que no permit¨ªa esperar cambios en el status quo gubernamental, ahuyentaba a los ciudadanos.
Los resultados del pistoletazo de salida de la democracia en el pa¨ªs del Nilo, sin embargo, han llenado las p¨¢ginas y minutos de los medios de comunicaci¨®n a lo largo y ancho del globo por otra raz¨®n: la consagraci¨®n como como potencias vencedoras de los partidos islamistas, que se hicieron con un 65% de los sufragios en disputa. Los Hermanos Musulmanes del Partido de la Libertad y la Justicia (PLJ) se hicieron con un 36,6% de los votos y los salafistas de Al Nur con al menos el 24,3%. Mucho m¨¢s atr¨¢s, en tercer lugar, los liberales del Bloque Egipcio obtuvieron un 13,3%. Con el 5% de la m¨¢s moderada de las formaciones religiosas, El Wasat, los partidos de base religiosa suman dos tercios de los votos. Para algunos votantes de los sectores laicos, la victoria islamista de la primera vuelta ha generado un efecto llamada y en esta segunda ronda han acudido a las urnas para intentar reforzar la presencia del Bloque egipcio.
En esta etapa, adem¨¢s de la preocupaci¨®n de algunos por el fortalecimiento de los islamistas, se pone de relieve la presencia de figuras del depuesto r¨¦gimen de Mubarak. Un analista del diario estatal Al Ahram explicaba esta semana que los restos del ahora ilegal Partido Nacional Democr¨¢tico ser¨¢n los principales rivales de los Hermanos Musulmanes y los salafistas en esta ronda. En la provincia de Sharqueya, por ejemplo, Ali El Moselhi, exministro del Plan Nacional de Desarrollo de la Solidaridad Social, rivaliza con dos candidatos islamistas en el distrito de Abu Kebeir. Otros miembros del PND concurren en las listas del Partido Ciudadano, del Partido Conservador y del Partido Libertad, sumando 200 candidatos. Otros se postulan como independientes.
Unos 200 pol¨ªticos afines al r¨¦gimen de Mubarak se presentan a los comicios, varios de ellos como independientes
En esta fase se decidir¨¢ sobre 180 asientos por los que compiten 3.387 candidados en nueve provincias: Bei Suef, Giza (en la orilla oeste del Nilo, en El Cairo), Sohag, Asu¨¢n, Menufiya, Sharqueya, Beheira, Ismailiya y Suez. 60 asientos est¨¢n reservados para los candidatos independientes, mientras que 120 se repartir¨¢n entre los participantes de listas de partidos. El Parlamento egipcio se compone de 508 esca?os, aunque solo est¨¢n en disputa 498 ya que los 10 restantes son nombrados por la autoridad que gobierna del pa¨ªs. En la primera ronda, se decidieron 198 asientos.
La votaci¨®n se produjo en un clima de tensi¨®n que ha ido relaj¨¢ndose en las ¨²ltimas semanas, despu¨¦s de que los manifestantes fueran reprimidos por las fuerzas de seguridad y la polic¨ªa militar y murieran m¨¢s de 40 personas en una semana, muchas de ellas con heridas de bala en la cabeza y el pecho, como han confirmado fuentes de los centros de salud que les atendieron. M¨¢s de mil personas resultaron heridas, y muchos de ellos perdieron alg¨²n ojo por disparos de munici¨®n de goma en las protestas contra la Junta Militar que gobierna el pa¨ªs. La represi¨®n propici¨® la renuncia en pleno del Gobierno interino de Essam Sharaf (sin poderes reales). Sharaf ha sido sustituido por Kamal Ganzury, un octogenario que es visto por los manifestantes como un heredero del legado Mubarak (fue primer ministro en los noventa). Ganzury ha recibido de los militares ¡°poderes presidenciales¡±, aunque de facto no tendr¨¢ autoridad sobre los militares ni sobre la judicatura, lo que deja las decisiones fundamentales en manos de Mohamed Hussein Tantaui, el jefe de la Junta militar.
Los militares quieren supervisar la elecci¨®n de los miembros de la comisi¨®n que redactar¨¢ la nueva Constituci¨®n
Los militares han vuelto a desafiar a la opini¨®n p¨²blica al nombrar un consejo para supervisar la elecci¨®n de la comisi¨®n constitucional, que en principio deb¨ªa ser nombrada por el Parlamento electo. El Consejo Consultivo, que incluye a muchos pol¨ªticos y varios candidatos presidenciales, tiene la tarea de asesorar a la junta militar en la legislaci¨®n para las elecciones presidenciales, pero tambi¨¦n en la formaci¨®n de la asamblea constituyente que redacte la nueva Carta Magna. Los militares argumentan que este ¨®rgano ser¨¢ el responsable de que haya equidad en la representaci¨®n de las diferentes tendencias. Esto ha encendido los ¨¢nimos entre los islamistas, que creen que el nombramiento de este consejo es ¡°un intento de obviar el deseo de los ciudadanos¡± que han elegido el Parlamento. Sin embargo, los Hermanos Musulmanes, que se han alineado con los militares desde el fin de la revoluci¨®n, con breves conatos de rebeld¨ªa, han manifestado que ¡°cualquier diferencia en sus puntos de vista no debe convertirse en una confrontaci¨®n [con la Junta militar]¡±.
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