Italia se manifiesta contra el fantasma del hombre blanco

Esta historia no es nueva, y por eso es m¨¢s grave. De vez en cuando, Italia llama la atenci¨®n por cr¨ªmenes racistas u oleadas de xenofobia. Los peri¨®dicos se ocupan del asunto un par de d¨ªas, los justos para enterrar a la v¨ªctima ¡ªnegro, gitano o magreb¨ª¡ª, encerrar al criminal ¡ªcasi siempre un pobre diablo envenenado de odio¡ª y poner una cruz m¨¢s ¡ªRosarno, N¨¢poles, Mil¨¢n o la mism¨ªsima Roma¡ª en el circuito de la infamia. Asunto resuelto¡­ hasta el pr¨®ximo crimen.

Sin embargo, los sucesos recientes, un campamento gitano arrasado en Tur¨ªn y dos senegaleses asesinados en Florencia, est¨¢n poniendo sobre la mesa una pregunta crucial: ?qu¨¦ responsabilidad tiene la pol¨ªtica en la espiral de racismo y xenofobia que aqueja a Italia?

La respuesta da miedo. No solo porque el anterior primer ministro, Silvio Berlusconi, sostuviera su Gobierno sobre un partido ¡ªla Liga Norte¡ª cuyo l¨ªder, Umberto Bossi, llegara a pedir ca?ones contra los tunecinos o contara entre sus filas a un senador que se pase¨® con un cerdo por delante de una mezquita. Tambi¨¦n porque, durante a?os, la clase pol¨ªtica ha ido tejiendo un ambiente hostil hacia los inmigrantes, legislando abiertamente en contra de ellos o mirando para otro lado cuando sufr¨ªan acoso o persecuci¨®n. Hace unos d¨ªas, el director de La Repubblica, Ezio Mauro, explicaba en una reuni¨®n del diario que, tras el asesinato de los senegaleses, las redes sociales se llenaron de mensajes de solidaridad con Gianluca Casseri, el asesino. ¡°Esos comentarios¡±, advierte el periodista, ¡°sacan a la luz una cultura difusa, un sentimiento pol¨ªtico que autoriza todo esto. Durante a?os, hemos le¨ªdo en la prensa de todo [multitud de ataques racistas], y nadie ¡ªsalvo la Iglesia a veces¡ª ha tenido la valent¨ªa de decir que eso han sido bestialidades abominables¡±.

Caritas denuncia que buena parte de los extranjeros vive con miedo

Y no porque no estuvieran avisados. Desde hace a?os se multiplican los informes que, como los de la ONG EveryOne, advierten que ¡°en Italia est¨¢ en curso una campa?a medi¨¢tica y pol¨ªtica dirigida a criminalizar al pueblo roman¨ª y consentir as¨ª un n¨²mero impresionante de desalojos brutales, intimidaciones, expulsiones de familias enteras, abusos judiciales¡­¡± No han sido los gitanos los ¨²nicos. Tambi¨¦n los negros y los magreb¨ªes est¨¢n en el punto de mira. De ah¨ª que el director de La Repubblica reflexione sobre la vieja tendencia de agarrar al asesino, tildarlo de loco y mirar para otro lado: ¡°Seguro que es una locura ir a un mercado, sacar la pistola y matar a gente indiscriminadamente. Pero es m¨¢s locura vivir en un pa¨ªs donde pueda haber una teorizaci¨®n cultural de una relaci¨®n entre italianos y extranjeros que puede hacer plausible concebir este tipo de actos. No podemos decir que solo el gesto sea una locura. Por tanto, deber¨ªamos coger aquella pistola y darle la vuelta y ver qui¨¦n est¨¢ al otro lado de aquel proyectil. Y al otro lado est¨¢ el fantasma del hombre blanco. Es algo de las novelas americanas de Harper Lee, algo que pens¨¢bamos que perteneciera a otro mundo¡±.

Pero pertenece peligrosamente a este. Los informes de C¨¢ritas se?alan que buena parte de los 5 millones de extranjeros que residen en Italia ¡ªun 7,5% de la poblaci¨®n total¡ª sufren de miedo. Miedo al racismo de los italianos. As¨ª lo declaran en las encuestas. Un miedo que va m¨¢s all¨¢ de los papeles. P¨¢nico a que les suceda lo que Abdul William Guibre, de 19 a?os, originario de Burkina Faso. Fue matado a golpes en Mil¨¢n en enero de 2009 tras intentar robar una caja de galletas. Era italiano, pero su piel era negra. Iba acompa?ado de dos amigos. Tambi¨¦n italianos. Pero de piel blanca. Solo lo mataron a ¨¦l.

Las redes sociales se llenaron de mensajes de apoyo al asesino de dos senegaleses

A esto se refiere el director de La Repubblica cuando se refiere al fantasma del hombre blanco: ¡°Hemos conocido varios tipos de racismo en Italia. Antes, con nuestros propios paisanos. Yo soy de Tur¨ªn y s¨¦ lo que significa el racismo con los que vienen del sur. Pero nunca conocimos el fantasma del hombre blanco. Antes de Rosarno, donde vimos a gente con el fusil cazando a negros, con el fusil fuera de la ventanilla del coche para disparar como se les dispara a los botes. Tenemos que reflexionar sobre esto. Estamos ante un salto de calidad sobre el racismo, un salto de calidad enorme, que tiene ra¨ªces culturales y pol¨ªticas a la vez¡±.