Miles de italianos salen a las calles al grito de ¡°Basta de racismo¡±
Las principales ciudades italianas se convierten en escenario de marchas a favor de la integraci¨®n
Los negros sin papeles que venden bolsos sin papeles no tienen nombre ni historia. Hasta que los matan. Solo entonces nos enteramos que Mor Diop y Modou Samb ¡ªlos dos senegaleses asesinados con la Magnum 357 del racista Gianluca Casseri¡ª ten¨ªan familias y amigos y un sue?o tras el que ir. El de Samb era volver a ver a su hija. ¡°Ten¨ªa una ni?a de 13 a?os¡±, rezaba una pancarta, ¡°que no volvi¨® a ver desde el d¨ªa que naci¨®¡±. La noticia de su asesinato en Florencia ¡ªque habr¨¢ recibido all¨¢ en ?frica una muchacha adolescente que jam¨¢s conocer¨¢ a su padre¡ª avergonz¨® el martes a muchos italianos, que ya se hab¨ªan avergonzado dos d¨ªas antes cuando una turba arras¨® una campamento de gitanos en Tur¨ªn tras una denuncia falsa de violaci¨®n.
Ayer, en muchas ciudades de Italia, se produjeron marchas silenciosas solo atravesadas por un grito: ¡°Basta de Racismo¡±. Las calles de Florencia se llenaron de gente desde la Plaza Dalmacia, donde el pistolero dispar¨® por primera vez, hasta la explanada anterior a la estaci¨®n de trenes Santa Mar¨ªa Novella. Entre 8.000 personas, seg¨²n los c¨¢lculos de la polic¨ªa, y 15.000, seg¨²n los organizadores.
Los carteles ped¨ªan Dignidad y un No al racismo. Los j¨®venes senegaleses amigos de los fallecidos entonaron cantos de rezo. Unos metros m¨¢s atr¨¢s, algunos representantes de las instituciones. Todos de izquierda. El alcalde de Florencia, Matteo Renzi; el presidente de la Regi¨®n Toscana, Enrico Rossi; Nichi Vendola de Izquierda Ecolog¨ªa y Libertad¡ Desde el escenario, el responsable de la comunidad senegalesa, Pape Diaw, invit¨® a rezar por los dos inmigrantes asesinados: ¡°Siempre fuimos considerados una comunidad c¨ªvica y disciplinada y hoy tami¨¦n lo hemos demostrado con esta gran marcha, pac¨ªfica y digna. Existe un partido que invoca las ra¨ªces cristianas pero fomenta el odio racial. Esta gente deber¨ªa leer 70 veces el Evangelio. No entendemos por qu¨¦ utilizan la religi¨®n solo para hacer propaganda¡±. Se refer¨ªa a la Liga Norte. El partido de Umberto Bossi, el mismo que durante los ¨²ltimos a?os ha sostenido a Silvio Berlusconi en el poder. ¡°Este momento¡±, a?adi¨® el senegal¨¦s, ¡°deber¨ªa ser para la pol¨ªtica italiana el alba de una nueva esperanza, para que nuestros hermanos no hayan muerto en balde¡±.
Tambi¨¦n hubo marchas y manifestaciones en Tur¨ªn, Bolonia, Verona, Mil¨¢n, Roma y N¨¢poles. En Bolonia, Rebecca Okor, 36 a?os, llegada hace 20 a?os desdeNigeria, respond¨ªa de forma contundente a la pregunta del d¨ªa: ¡°?Que si Italia es racista? Claro que s¨ª. Me da miedo incluso mandar a mis hijos solos por la calle, ni les encargo ir a por la leche¡±. Rebecca tiene cinco hijos, el m¨¢s grande de 14 a?os, y la m¨¢s peque?a, que no se le despega de su pierna, de dos y medio. ¡°Todos nacieron aqu¨ª, pero ninguno es ciudadano italiano, porque tienen padres extranjeros. Pero tampoco vieron Nigeria. Nunca. Solo la imaginan por lo que les contamos mi marido y yo. As¨ª que, a ver, ?qu¨¦ son? Ni saben qui¨¦nes son¡±.
El doble asesinato del martes se sum¨® a los incidentes ocurridos durante el fin de semana en Tur¨ªn., Radicales con insignias del Juventus aprovecharon una denuncia falsa de violaci¨®n para arrasar un campamento de inmigrantes. Una muchacha de 16 a?os, ayudada por su hermano, a denunci¨® que unos gitanos le hab¨ªan ¡°robado su virginidad¡±. Se trataba de una treta por miedo a que sus padres descubrieran que se hab¨ªa acostado con su novio. El supuesto agravio se extendi¨® r¨¢pidamente por las modestas viviendas del barrio de Vallette, construido en los a?os 60 a las afueras de Tur¨ªn para albergar a los trabajadores del sur de Italia. La indignaci¨®n de los vecinos, al principio pac¨ªfica, se convirti¨® en una aut¨¦ntica cacer¨ªa cuando un grupo de radicales lleg¨® al barrio. ¡°Los ni?os y las mujeres a casa¡±, ordenaron los matones a los vecinos. Y a?adieron: ¡°vamos a cazar a esos gitanos¡±.
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