Los b¨¢rbaros del Norte
Italia no puede contar con ellos. Salvo que sea, l¨®gicamente, para pasar el cepillo. Durante la ¨²ltima d¨¦cada, los Gobiernos de Silvio Berlusconi se han apoyado en la Liga Norte para gobernar. Como si se tratase de un monstruo de dos cabezas, cada vez que las c¨¢maras enfocaban a Il Cavaliere en la C¨¢mara de Diputados, junto a ¨¦l emerg¨ªa el rostro de un tipo falt¨®n y de modales tabernarios llamado Umberto Bossi. Durante la agon¨ªa de Berlusconi, la Liga Norte, cuyo principal rasgo es el odio al diferente, manten¨ªa en el Gobierno a tres ministros.
Uno de ellos era el propio Bossi, quien pese a ello no se cortaba ¡ªsobre todo en los ¨²ltimos tiempos¡ª en amenazar a Berlusconi con dejarlo caer si no se plegaba a sus intereses ¡ªo a sus tarifas¡ª. El caso es que el aficionado al bunga bunga no se cay¨® del Gobierno por culpa de la Liga Norte, sino por la presi¨®n de los mercados, de Merkel, de Sarkozy y del presidente Giorgio Napolitano, que puso en su lugar al tecn¨®crata Mario Monti.
Y es ahora, con Monti en el poder e Italia al borde del precipicio, cuando la Liga Norte ha vuelto a sus esencias m¨¢s b¨¢rbaras y rancias. Ya sin el filtro de ser copart¨ªcipes del poder ¡ªun partido xen¨®fobo con la cartera de Interior, el zorro vigilando a las gallinas¡ª, sus actuaciones en el Senado o en la C¨¢mara de Diputados nada tienen que envidiar a las de la barra m¨¢s brava del Inter. El mi¨¦rcoles, en la C¨¢mara Alta, gritaron, exhibieron carteles reclamando que se acabaran los impuestos e insultaron ¡ª¡°?Payaso, payaso!¡±¡ª al presidente del Senado. Sin Berlusconi agarrado por el cuello ni mucha tela que cortar en esa Roma a la que llaman ladrona, Bossi y los suyos han vuelto a reactivar el discurso de una Padania independiente, con moneda propia, alejada de esos otros italianos de piel m¨¢s oscura.
Bossi, que pidi¨® ca?ones contra los inmigrantes que llegaban en barcos desde ?frica, no se corta ahora en insuflar en los suyos el discurso de la Italia rica y emprendedora ¡ªellos¡ª y la Italia usurera y vaga con la que no tienen nada en com¨²n. Por el momento, la mecha que ellos se encargan de encender acaba de explotar en Tur¨ªn, contra los gitanos, y en Florencia, contra los negros. Por algo se empieza.
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