Zimbabue vuelve a vender diamantes sospechosos de ser 'de sangre'
La ONG Global Witness afirma que los consumidores no pueden estar seguros de que las piedras no financien conflictos
Zimbabue vuelve a tener permitido vender diamantes despu¨¦s de que viera prohibido su comercio en 2009 por considerar que serv¨ªan para financiar conflictos y por tanto eran diamantes de sangre. S¨®lo este mes ya podr¨ªan salir del pa¨ªs entre dos y tres millones de quilates de estas piedras preciosas gracias al permiso del llamado Proceso de Kimberley (PK) .
Este organismo, que hoy engloba a m¨¢s de 75 pa¨ªses, al Consejo Mundial del Diamante y a varias ONGs, se cre¨® en 2003 para certificar que los diamantes de sangre no lleguen a los mercados internacionales. Sin embargo, su decisi¨®n no ha gustado a todo el mundo y hay quien considera que los diamantes zimbabuenses siguen sin siendo sangrientos.
El PK "no ha mostrado la voluntad necesaria para que los diamantes dejen de causar corrupci¨®n y violencia en Zimbabue, se ha convertido en c¨®mplice del lavado de diamantes, por el que diamantes sucios acaban mezclados con piedras limpias", dijo en un comunicado Charmian Gooch, directora y una de las fundadoras de Global Witness.
El 5 de diciembre, Global Witness anunci¨® que dejaba de formar parte del Proceso de Kimberley, motivada sobre todo por su decisi¨®n de permitir el comercio internacional de los diamantes zimbabuenses. Esto supuso un golpe muy importante para el PK. Global Witness ha documentado casos en los que recursos naturales financian conflictos o provocan violaciones de los derechos humanos. La organizaci¨®n fue precisamente una de las impulsoras del PK en 2003.
¡°Casi nueve a?os despu¨¦s de que se lanzara el PK, la triste realidad es que la mayor¨ªa de los consumidores a¨²n no pueden estar seguros de la procedencia de los diamantes ni de si est¨¢n financiando violencia armada o reg¨ªmenes abusivos¡±, insisti¨® Gooch.
Pero ah¨ª no acabaron las cr¨ªticas a Zimbabue y al Proceso de Kimberley. Una semana despu¨¦s, Estados Unidos incluy¨® a Mbada Diamonds y Marange Resources, dos de las cuatro compa?¨ªas que operan en la zona de Marange en Zimbabue, en una lista de firmas y personas con las que ciudadanos y empresas estadounidenses tienen prohibido tratar. El motivo: la cercan¨ªa de estas compa?¨ªas al r¨¦gimen de Robert Mugabe, que lleva en el poder desde 1980 y est¨¢ acusado de no respetar las libertades de sus ciudadanos. Y tambi¨¦n debido al hecho de que oficiales del ej¨¦rcito se encuentran entre los directivos de estas empresas.
Fue precisamente una intervenci¨®n del ej¨¦rcito zimbabuense la que llev¨® al PK a prohibir el comercio de los diamantes procedentes de Marange. Ocurri¨® en 2008, cuando las tropas entraron y expulsaron por la fuerza a mineros locales que hab¨ªan tomado la zona. La incursi¨®n provoc¨® la muerte de unas 200 personas mientras otras fueron violadas o sufrieron palizas, seg¨²n grupos defensores de los derechos humanos. Meses despu¨¦s, el PK impondr¨ªa la prohibici¨®n sobre los diamantes de Marange.
El problema es que seg¨²n la restringida definici¨®n del PK, son diamantes de sangre aquellos que ayudan a financiar un conflicto entre grupos rebeldes y el Gobierno leg¨ªtimo de un pa¨ªs. Pero si es el propio Gobierno el que controla estas gemas y no existe enfrentamiento con otros grupos armados, entonces los diamantes est¨¢n ¡®limpios¡¯ aunque las autoridades sean corruptas o los usen para financiar violencia de Estado, abusar de la poblaci¨®n o violar sus derechos humanos.
Global Witness teme que los ingresos por la venta de los diamantes ayude al Gobierno zimbabuense a financiar una campa?a de violencia y represi¨®n de cara a las elecciones previstas para 2012, como le acusa de haber hecho durante los ¨²ltimos a?os.
Aunque tambi¨¦n reconoce sus limitaciones para asegurar que los diamantes no financian violencia y abusos contra la poblaci¨®n civil, el Consejo Mundial del Diamante (WDC, en ingl¨¦s) ha expresado p¨²blicamente su rechazo a la retirada de Global Witness del Proceso de Kimberley: ¡°El sistema no es perfecto y necesita de una revisi¨®n constante, pero no puedes contribuir al proceso si dejas de estar involucrado¡±, dijo Eli Izhakoff, presidente del WDC.
Zimbabue ya hace cuentas con los ingresos por diamantes
Por su parte, el Gobierno de Mugabe asegura que todo se trata de una campa?a de Estados Unidos para perjudicar los intereses de Zimbabue. ¡°Es inoportuno, es tr¨¢gico y lamentable que los Estados Unidos se comporten de esa forma¡±, declar¨® Rugare Gumbo, secretario de informaci¨®n del partido gubernamental. ¡°Aunque conociendo el modo de hacer las cosas de los Estados Unidos, esto no nos supone ninguna sorpresa¡±, a?adi¨® Gumbo mientras otros miembros de su Gobierno realizaban declaraciones similares.
Las autoridades han celebrado p¨²blicamente la decisi¨®n del PK, que consideran ¡°una victoria decisiva de Zimbabue en la lucha contra la hegemon¨ªa econ¨®mica de occidente¡±, seg¨²n el Herald zimbabuense, un peri¨®dico que pertenece al Gobierno.
Este pa¨ªs, que podr¨ªa llegar tener un 25% de las reservas mundiales de diamantes, estima en 3.000 millones de d¨®lares anuales los ingresos que las tres minas de Marange podr¨ªan generar. De entrada, el ministro de finanzas, Tendai Biti, dijo que la venta de los diamantes ya almacenados permit¨ªa a?adir 600 millones de d¨®lares al presupuesto existente para 2012. Biti a?adi¨® que este dinero permitir¨ªa al Gobierno invertir en salud, educaci¨®n, agua y saneamientos y en el sector agr¨ªcola del pa¨ªs.
Las cuatro compa?¨ªas que operan en Marenge, todas participadas al 50 por cien por el Gobierno de Zimbabue, est¨¢n ya manos a la obra para empezar a vender diamantes cuanto antes. La mayor de ellas, Anjin Investment, de co-propiedad china, se dispuso a vender este mes los entre 2 y 3 millones de quilates de diamantes que hab¨ªa acumulado durante la prohibici¨®n.
Parece que, por el momento y con sangre o sin ella, los diamantes zimbabuenses seguir¨¢n llegando a los mercados europeos y de otras partes del mundo.
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