Detenido el exjefe del Estado Mayor turco por supuestas webs cr¨ªticas

La fiscal¨ªa turca ha puesto entre rejas a uno de los ¨²ltimos representantes de las anta?o todopoderosas Fuerzas Armadas de Turqu¨ªa. El general Ilker Basbug, exjefe del Estado Mayor, ha sido detenido la madrugada del viernes acusado de formar parte de un complot militar que buscaba derrocar el Gobierno del Recep Tayyip Erdogan. La supuesta intentona golpista consist¨ªa en una campa?a en Internet con m¨¢s de 42 webs dedicadas a desacreditar al Ejecutivo islamista moderado del partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), en el poder desde 2002.

La detenci¨®n lleg¨® tras varias horas de interrogatorios en las que el general retirado mantuvo su inocencia. Basbug defendi¨® que fue ¨¦l quien orden¨® el cierre de las webs y no quien las cre¨®, como alega la fiscal¨ªa. ¡°Acusar al jefe del Estado Mayor de formar un grupo terrorista es el mayor castigo que pod¨ªan darme¡±, asegur¨® Basbug, que defendi¨® su labor al servicio del Estado turco.

Entre 2008 y 2010, el general Basbug fue el comandante supremo del segundo mayor Ej¨¦rcito de la OTAN, con 700.000 efectivos. Un Ej¨¦rcito que ha estado considerado durante d¨¦cadas como el garante de la Constituci¨®n laica de Turqu¨ªa y en cuya defensa llev¨® a cabo tres sangrientos golpes de Estado entre 1960 y 1980. En un cuarto y ¨²ltimo golpe, en 1997, la c¨²pula militar emiti¨® un comunicado que forz¨® la dimisi¨®n del Gobierno islamista de Necmettin Erbakan, en cuyo partido militaba el actual primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.

Lucha encarnizada

Desde su segunda reelecci¨®n, Erdogan ha protagonizado una lucha encarnizada contra la c¨²pula militar que hasta 2007 pose¨ªa un car¨¢cter casi intocable, con sus propias leyes y tribunales. Era una especie de poder paralelo y en ocasiones superior a los gobiernos electos. Desde entonces, una serie de juicios como el del caso Ergenekon, una trama golpista ultranacionalista que intentaba derrocar al actual Gobierno creando el caos a trav¨¦s de atentados selectivos, han sentado por primera vez a los militares en el banquillo.

Durante los ¨²ltimos a?os, Turqu¨ªa se ha acostumbrado a ver pasar a generales por los tribunales. En agosto de 2010, un centenar de altos cargos del Ej¨¦rcito fueron obligados a ingresar en prisi¨®n acusados de formar parte de la trama Ergenekon. Sin embargo nunca hasta ahora la fiscal¨ªa se hab¨ªa atrevido con un general de tan alto rango, lo que a?ade una vuelca de tuerca a la pugna entre el AKP y el Ej¨¦rcito.

Basbug es uno de los ¨²ltimos representantes de la vieja guardia militar y, como tal, ha mantenido una relaci¨®n tirante con el Gobierno islamista del AKP. En el ¨²ltimo Congreso Supremo Militar que Basbug presidi¨®, en 2010, qued¨® patente su antagonismo al intentar mantener hasta el ¨²ltimo momento la promoci¨®n de 11 generales imputados en varias tramas golpistas.

Cadena perpetua

Pero todo apunta a que la fiscal¨ªa seguir¨¢ depurando responsabilidades entre los uniformados que a lo largo de la historia de la Rep¨²blica intentaron, con o sin ¨¦xito, imponerse al poder ejecutivo. Por ejemplo, a principios de esta semana el fiscal acus¨® a los dos l¨ªderes todav¨ªa con vida del golpe militar de 1980. Si los tribunales aceptan la acusaci¨®n, el general Kenan Evren, de 94 a?os, y el general Tahsin Sahinkaya, de 86, podr¨ªan enfrentarse a una pena de cadena perpetua.

Mientras la ma?ana del viernes las manifestaciones de apoyo a Ilker Basbug se suced¨ªan en las grandes ciudades del pa¨ªs. En Estambul, varias decenas de manifestantes recorrieron el centro en protesta por la pol¨ªtica de detenciones del Gobierno. Una pol¨ªtica que cuenta con un gran apoyo popular porque ha conseguido minar la influencia pol¨ªtica de los militares, pero que en contrapartida ha llenado las c¨¢rceles de periodistas, pol¨ªticos e intelectuales cr¨ªticos con el Gobierno.

Seg¨²n los analistas del Centro de Pol¨ªtica Europea en Bruselas, lo que hasta hace poco se consideraba como una investigaci¨®n necesaria para depurar elementos intocables y antidemocr¨¢ticos dentro de la sociedad turca, se est¨¢ convirtiendo ¡°en una vendetta contra voces cr¨ªticas al Gobierno que est¨¢ erosionando la confianza en la ret¨®rica democr¨¢tica del AKP tanto dentro como fuera del pa¨ªs¡±.