Sombras en la Primavera ¨¢rabe
Un informe de Amnist¨ªa Internacional apunta a las amenazas que pesan sobre el futuro de los pa¨ªses protagonistas de las revueltas
Un a?o despu¨¦s del comienzo de la Primavera ¨¢rabe, las esperanzas de cambio encendidas por una oleada de revueltas populares sin precedentes luchan por no quedar defraudadas. Un nuevo informe de Amnist¨ªa Internacional, titulado ¡°A?o de Rebeli¨®n. El Estado de los derechos humanos en Oriente Medio y el Norte de ?frica¡±, augura para 2012 que la represi¨®n y la violencia a manos del Estado continuar¨¢n azotando a la regi¨®n.
El informe recorre todos los acontecimientos que han cambiado el curso de la historia en la regi¨®n, derrocando a dictadores agarrados al poder durante d¨¦cadas y liberando en las calles la rabia retenida durante a?os por la poblaci¨®n, que sigui¨® manifest¨¢ndose a pesar de la extrema violencia de la represi¨®n. ¡°Salvo escasas excepciones, los gobiernos se han negado a reconocer que todo ha cambiado¡±, ha manifestado Philip Luther, director provisional para la regi¨®n de AI. ¡°Los movimientos de protesta de toda la regi¨®n, ha a?adido Luther, ¡°han demostrado que no se dejar¨¢n enga?ar por reformas que apenas suponen diferencia respecto al trato que reciben de la polic¨ªa y las fuerzas de seguridad. Quieren cambios concretos en la manera en que son gobernados, y quieren que los responsables de los delitos cometidos en el pasado rindan cuentas de sus actos¡±.
A pesar del optimismo que se vivi¨® en el Norte de ?frica con el derrocamiento de los gobernantes que, durante tanto tiempo, hab¨ªan ocupado el poder en T¨²nez, Egipto y Libia, AI afirma que estos avances a¨²n no se han afianzado mediante reformas institucionales clave que garanticen que ese tipo de abusos no se repite.
T?NEZ, EL INICIO DEL CAMBIO
El levantamiento en T¨²nez, donde se encendi¨® la chispa de las revueltas, trajo consigo importantes mejoras en materia de derechos humanos, subraya AI, pero, un a?o despu¨¦s, mucha gente considera que el ritmo de cambio ha sido demasiado lento, y las familias de las v¨ªctimas a¨²n aguardan justicia. Tras las elecciones del pasado octubre, se form¨® un nuevo gobierno de coalici¨®n. Moncef Marzouki, activista de derechos humanos y expreso de conciencia reconocido por Amnist¨ªa Internacional, es el presidente provisional del pa¨ªs. Una de las cuestiones abiertas, subraya el informe de AI, es que a pesar de los cambios ni la polic¨ªa ni la judicatura, responsables directa o indirectamente de abusos graves, han sido reformadas, ni se sabe cu¨¢l ser¨¢ el futuro de los agentes de la DSS, la temible Direcci¨®n de Seguridad del Estado.
?EGIPTO, LA REPRESI?N EN EL NUEVO CURSO
El futuro de Egipto, casi un a?o despu¨¦s de la ca¨ªda de Mubarak tras 30 a?os de poder, est¨¢ lejos de estar decidido. Las elecciones parlamentarias est¨¢n pr¨®ximas a su final. Pero, subraya el informe, ¡°el Consejo Supremo no ha satisfecho las esperanzas y aspiraciones que nutr¨ªan el esp¨ªritu del levantamiento. En noviembre, las protestas contra el Consejo se saldaron con la muerte de al menos 45 manifestantes, entre ellos algunos que recibieron impactos de munici¨®n real, y centenares de heridos. La polic¨ªa antidisturbios emple¨® m¨¦todos muy conocidos de los ¨²ltimos d¨ªas de Hosni Mubarak en el poder, como el uso intensivo e irresponsable de gas lacrim¨®geno y escopetas¡±. En los meses siguientes a la ¡°Revoluci¨®n del 25 de enero¡±, subraya AI, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas fue responsable de un cat¨¢logo de abusos que, en algunos aspectos, eran peores que los cometidos durante el gobierno de Hosni Mubarak.
LIBIA, EL PELIGRO DE LAS ARMAS DESCONTROLADAS
Al principio de 2011 era inimaginable la ca¨ªda de Muamar el Gadafi. Tras ocho meses de conflicto y con un nuevo Gobierno, quedan las dudas sobre la capacidad de las nuevas autoridades de controlar las brigadas armadas que ayudaron a derrotar a las fuerzas partidarias de Gadafi e impedir que estas brigadas repitan el patr¨®n de abusos aprendido durante el sistema anterior, afirma el informe de AI.
Pese a que el Consejo Nacional de Transici¨®n pidi¨® a sus partidarios que evitaran los ataques de represalia, los graves abusos cometidos por las fuerzas contrarias a Gadafi rara vez se han condenado. En noviembre, la ONU manifest¨® que, seg¨²n estimaciones, 7.000 detenidos permanec¨ªan recluidos en centros improvisados bajo el control de las brigadas revolucionarias, sin perspectivas de ser sometidos a un proceso judicial adecuado.
LOS FRENTES ABIERTOS
En otros lugares donde ha estallado la revuelta popular, las sombras son m¨¢s que las luces, entre los pa¨ªses de la zona con situaciones cr¨ªticas (Yemen, Bahr¨¦in, Arabia Saud¨ª, Ir¨¢n), uno de los principales focos de preocupaci¨®n es Siria. La represi¨®n del r¨¦gimen de Bachar el Asad ha sido brutal. Las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia sirios han sido responsables de homicidios y torturas sistem¨¢ticos que constituyen cr¨ªmenes de lesa humanidad, en un vano intento de silenciar y someter, mediante el terror, a los manifestantes y los opositores. A mediados de diciembre hab¨ªan muertos m¨¢s de 3.800 personas en relaci¨®n con las protestas (la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos situ¨® la cifra en m¨¢s de 5.000), entre ellos 200 ni?os y ni?as. En su mayor¨ªa eran civiles, subraya AI.
LA INCOHERENCIA DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
En su informe, AI tambi¨¦n apunta a las responsabilidades de la comunidad internacional. ¡°La respuesta de las potencias internacionales y de ¨®rganos regionales como la Uni¨®n Africana, la Liga ?rabe y la UE a los sucesos de 2011 ha sido poco coherente, y no ha captado el calibre del desaf¨ªo al que se enfrentan los arraigados reg¨ªmenes represivos de la regi¨®n¡±, se?ala el documento. ¡°El apoyo de las potencias mundiales a la poblaci¨®n com¨²n ha sido t¨ªpicamente desigual¡±, ha manifestado Philip Luther.
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