Mohamed el Baradei retira su candidatura a las presidenciales egipcias
El Nobel de la Paz considera que ¡°el antiguo r¨¦gimen todav¨ªa no ha ca¨ªdo¡±
Los egipcios amanecieron este s¨¢bado con un nuevo golpe a sus esperanzas democr¨¢ticas. Mohamed el Baradei, premio Nobel de la Paz, ha decidido retirar su candidatura a las presidenciales previstas para junio pr¨®ximo. En un comunicado enviado a primera hora del s¨¢bado, el exdirector del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica amparaba su decisi¨®n en la actual situaci¨®n que vive el pa¨ªs, con los militares al frente del mismo desde la ca¨ªda de Hosni Mubarak y sin visos de tener intenci¨®n de ceder el poder a una autoridad civil ni renunciar a sus privilegios hist¨®ricos. El Baradei se?alaba en dicho comunicado que ¡°el antiguo r¨¦gimen todav¨ªa no ha ca¨ªdo¡± y subrayaba que lo militares est¨¢n gobernando ¡°como si ninguna revoluci¨®n hubiera tenido lugar¡±.
A escasos once d¨ªas de celebrarse el primer aniversario del alzamiento contra la dictadura de Mubarak, el pr¨®ximo 25 de enero, la renuncia a concurrir a las elecciones de? El Baradei es un golpe para todos los que hab¨ªan puesto sus esperanzas en el diplom¨¢tico. El Baradei regres¨® a Egipto a principios de 2010 generando en torno a su figura sentimientos encontrados. Fue visto por unos como el gran salvador del pa¨ªs y por otros como un advenedizo sin conexi¨®n con la ciudadan¨ªa.
Desde su vuelta a casa inici¨® una campa?a de lucha por la democracia que se materializ¨® en la Asamblea Nacional por el Cambio, un movimiento que logr¨® por primera vez aunar las posiciones de tendencias pol¨ªticas de todo signo, desde los Hermanos Musulmanes hasta los liberales o izquierdistas.
Los m¨¢s j¨®venes fueron los que se entregaron con mayor confianza a las propuestas de enmienda constitucional que hizo El Baradei, y fueron ellos, tambi¨¦n, los que se echaron a la calle para reunir un mill¨®n de firmas que apoyasen dichas propuestas. Gran parte de los chavales que lideraron las protestas de Tahrir hace un a?o y que han vuelto a manifestarse y a morir en las calles de Egipto para que los militares abandonen el poder, quedan ahora hu¨¦rfanos y sin alternativa pol¨ªtica.
Ninguno de los candidatos presidenciales se ajusta al perfil internacional de El Baradei, ni puede ofrecer la independencia que muchos ve¨ªan en ¨¦l. Pol¨ªticos de oposici¨®n como Hamdeen Sabahi que no logran convencer a todos, o exmiembros del r¨¦gimen como Ahmed Shafik o Amro Musa (visto con buenos ojos por gran parte de la poblaci¨®n), son las opciones entre las que habr¨¢n de elegir.
Algunos activistas, al conocerse la noticia, resaltaban su ¡°decepci¨®n¡±, otros su tristeza, y algunos como Gigi Ibrahim, su comprensi¨®n: ¡°El Baradei es inteligente comprende que el pr¨®ximo presidente se quemar¨¢ mientras la Junta Militar siga en el poder y no servir¨¢ de nada¡±, afirmaba en su cuenta de la red social Twitter.
Sin embargo este abandono por parte del diplom¨¢tico sumado a la amplia victoria islamista, que podr¨ªan dominar hasta el 70% del Parlamento, preocupa a los que ve¨ªan en la figura del Nobel de la Paz al adalid de la democracia en un pa¨ªs en el que los revolucionarios no ha conseguido consolidar su confianza en las urnas. Muchos temen que los Hermanos Musulmanes hayan llegado a un acuerdo con la Junta Militar para respetar su estatus mientras ellos controlan el Congreso.
Prueba de ello ser¨ªa que los l¨ªderes de la hermandad estudian ofrecer inmunidad a los generales del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas para que no sean procesados por los cr¨ªmenes cometidos en el periodo posterior a la renuncia del dictador, seg¨²n ha informado el diario estadounidense The Washington Post.
En los ¨²ltimos meses la Junta Militar ha gobernado con artes que recordaban m¨¢s al viejo r¨¦gimen que a una democracia en v¨ªas de transici¨®n. M¨¢s de 12.400 juicios militares a civiles (Mubarak proces¨® marcialmente a 2.400 ciudadanos en sus 30 a?os al frente del pa¨ªs), un centenar de muertos, la mayor¨ªa por disparos, y al menos 2.000 heridos, son el saldo de un a?o de represi¨®n de protestas, en su mayor¨ªa contra los propios militares ante las se?ales de que no ten¨ªan intenci¨®n en traspasar el poder a una autoridad civil. El propio El Baradei se hab¨ªa ofrecido y hab¨ªa sido elegido por votaci¨®n entre los manifestantes, como posible l¨ªder de un Gobierno nacional de salvaci¨®n, renunciando a optar despu¨¦s a las presidenciales.
¡°No hay una democracia real¡±, ha se?alado el diplom¨¢tico en su comunicado. Algo claramente visible para cualquier reci¨¦n llegado, como el expresidente estadounidense Jimmy Carter, de visita esta semana en El Cairo con su organizaci¨®n de observadores electorales, quien tras reunirse con miembros del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas hace unos d¨ªas declar¨® que su impresi¨®n es que los militares no tienen intenci¨®n de ceder todo el poder y que piensan conservar ¡°ciertos privilegios relativos a su presupuesto y a aquellos asuntos que afecten a su autoridad¡±. Un motivo m¨¢s por el que muchos lamentan que Mohamed el Baradei, que ha denunciado con insistencia esos abusos, abandone ahora la carrera por la presidencia de Egipto.
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