"La suerte no ayuda si uno no tiene ideas propias"
La experiencia de un joven polaco, desde el final del periodo comunista al auge econ¨®mico del pa¨ªs
¡°Nac¨ª en Olkusz, una ciudad del sur de Polonia con 40.000 a?os de antig¨¹edad que fue famosa durante a?os por su f¨¢brica de vajillas esmaltadas. Durante el periodo comunista, la f¨¢brica daba de comer a la mayor parte de las familias de las proximidades. Pero eso, por desgracia, se acab¨®.
Crecimos en el t¨ªpico bloque de viviendas socialistas. Mi padre es mec¨¢nico de coches y mi madre, enfermera. Siempre pudieron vivir de su trabajo, pero para poder comprar cualquier cosa extra mi padre ten¨ªa que trasladarse a trabajar a Noruega. Hubo una ¨¦poca en la que todos quer¨ªan vivir mejor. A veces se pasaba meses fuera de casa. Yo me quedaba con mi madre y con mi hermana mayor.
En el instituto empezaron a interesarme la biolog¨ªa y la qu¨ªmica. Decid¨ª estudiar fisioterapia y diet¨¦tica. Cuando estaba en primero de carrera, empec¨¦ a trabajar como modelo y a viajar al extranjero para sesiones de fotos. Es un trabajo que est¨¢ bien, pero en Polonia no se trata con seriedad a las personas que se dedican a esto. Se cree que si alguien es atractivo, seguramente no tiene nada interesante que decir. Ahora ese estereotipo ya no me afecta tanto como antes.
En tercero de carrera empec¨¦ a trabajar tambi¨¦n como instructor de gimnasio. Dos a?os m¨¢s tarde hab¨ªa ganado lo suficiente como para abrir mi propio centro, en el que asesoraba sobre c¨®mo hacer ejercicio correctamente y alimentarse de una manera sana. Entonces ya ganaba m¨¢s que mis padres. Al principio trabajaba 16 horas diarias. Por eso creo que aunque en la vida hay que tener mucha suerte, esta no ayuda si uno no tiene ideas propias.
Alquilo un piso por unos 2.000 zlotys al mes (450 euros). Tengo un coche de seis a?os, de categor¨ªa media. Para vivir y pagar todas las facturas necesito unos 5.000 zlotys (1.100 euros). Sin grandes lujos. Lo material no es para m¨ª lo m¨¢s importante.
Querr¨ªa llegar a ganar lo suficiente como para poder mantener a mi familia y tener un buen nivel de vida. Poder ir de vacaciones con ellos y no andar preocup¨¢ndome de si me quedar¨¢ lo suficiente para pagar a la vuelta los libros del colegio de los ni?os. Ahora estoy planeando hacerle un regalo a mi madre. En cuanto apruebe el carnet de conducir, quiero comprarle un coche. Peque?o y seguro, que no cueste m¨¢s de 20.000 zlotys (4.500 euros).
Todav¨ªa no he pensado en formar una familia. ?Hijos? Uno, como mucho dos. Tengo novia, llevamos unos meses saliendo. Nos vemos los fines de semana, porque vive y trabaja en Varsovia y yo en Cracovia. Hemos decidido que yo me trasladar¨¦ a vivir donde est¨¢ ella. Lo har¨¦ sobre todo por amor, pero en este caso el trabajo tambi¨¦n cuenta. En la capital dispondr¨¦ de m¨¢s oportunidades laborales.
No s¨¦ si Dios es importante en la vida de los j¨®venes polacos, porque parece que solo se ven las posturas m¨¢s extremas. Unos son ateos, otros no hay domingo que no vayan a misa. Yo no voy a la iglesia, pero creo en Dios. Entre ?l y yo tenemos un acuerdo: hablamos de vez en cuando, y yo me siento bien as¨ª. Hay que creer en algo.
He conseguido tener ¨¦xito en mi carrera profesional. Gano uno 8.000 zlotys al mes (unos 1.700 euros), pero s¨¦ que a la gente joven le resulta dif¨ªcil ganarse la vida. Formar una familia, ni te cuento. Cuando viajo a otros pa¨ªses, tengo la impresi¨®n de que all¨ª tratan mejor a sus ciudadanos. Al menos en Noruega.
Lo mismo pasa con la seguridad social. Tenemos buenos especialistas, pero el sistema no funciona bien. Los m¨¦dicos se ven limitados no por las necesidades de sus pacientes, sino por la mala gesti¨®n econ¨®mica. Si pudiera elegir, preferir¨ªa recibir cualquier tipo de tratamiento en el extranjero.
Para ir de vacaciones, prefiero Polonia. Me gustan los lagos y las monta?as polacos. All¨ª consigo tranquilizarme. Pero este a?o me gustar¨ªa visitar Estados Unidos o Australia.
En mi opini¨®n, las polacas son de las mujeres m¨¢s bellas, y tienen otros valores a?adidos. Son inteligentes y tienen una buena formaci¨®n, pero por desgracia son tratadas a menudo peor que los hombres por raz¨®n de su sexo. Personalmente, no tendr¨ªa nada en contra de que mi jefe fuera mujer.
?Si tengo planes de futuro? De momento un piso bonito en Varsovia. En la vida lo m¨¢s importante es ser feliz, y eso, en distintas etapas de la vida, significa algo distinto¡±.
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