Concejales extranjeros de puro adorno en los ayuntamientos
Un alcalde queda bien si en su lista lleva a un residente europeo pero los concejales de base no tienen poder. Y la ley proh¨ªbe que los residentes comunitarios sean alcaldes o vicealcaldes
Cuando, hace 20 a?os, Martin Forst lleg¨® a Limoges, el brit¨¢nico preve¨ªa que su estancia iba a ser una breve aventura. ¡°Iba dispuesto a descubrir la vida en una ciudad de provincias, esa Francia profunda que se adivina cuando se pasa por la autopista¡±. Varios a?os vividos en Par¨ªs en su juventud hab¨ªan bastado para pervertir su opini¨®n, para imaginar una terra incognita situada entre la capital y el mar, habitada por tribus extra?as, indescifrables incluso para alguien que hablaba perfecto franc¨¦s como ¨¦l.
Hoy, a sus 51 a?os, Martin Forst ha guardado sus maletas y sus prejuicios. ¡°Cre¨ªa que iba a encontrar una ciudad fr¨ªa, pero me acogieron muy bien. Me encari?¨¦ profundamente con la gente¡±. Imaginaba que iba a ser solo una estancia pasajera, pero ¡°se hizo un hueco¡±. Despu¨¦s de intervenir en la vida asociativa, esta aglomeraci¨®n del centro de Francia, con 190.000 habitantes, le escogi¨® en 2001 para un puesto en el consejo municipal, como ¡°personalidad¡±. ¡°No hubo ninguna hostilidad por parte de la poblaci¨®n sino, m¨¢s bien, curiosidad: ?c¨®mo es ese ingl¨¦s?¡±.
Nacido en Folkstone, enfrente de Calais, Martin Forst vivi¨®, debido al trabajo de su padre, que era directivo de una multinacional, largos periodos en todo el continente. Esa vida forj¨® sus convicciones sobre la ciudadan¨ªa europea. Lleg¨® a Limoges dentro de una misi¨®n financiada por Bruselas para dar a conocer la Uni¨®n a las PYMES de la regi¨®n del Limousin. ¡°Pero no tengo nada de eurobeat. Yo llegu¨¦ aqu¨ª cuando Europa todav¨ªa ten¨ªa el viento en popa. Hoy soy muy consciente de que tiene muchas cosas criticables¡±.
Desde que Francia aprobara en 1998 una ley de aplicaci¨®n de los acuerdos de Maastricht, los ciudadanos de otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea pueden ocupar cargos electos de manera condicional en los consejos municipales. Seg¨²n las cifras del ministerio del Interior, en los aproximadamente 3.000municipios de m¨¢s de 3.500 habitantes, ¨²nicos con estad¨ªsticas disponibles, se presentaron 991 extranjeros comunitarios en 2001 y 1.205 en 2008. En 2001 se eligi¨® a 204 y en 2009 a396. Un n¨²mero en aumento, igual que el de los ciudadanos comunitarios inscritos en las listas electorales francesas: 259.000.
La profesora universitaria inglesa Susan Collard reuni¨® sus propios datos para un estudio (¡°French Municipal Democracy: Cradle of European Citizenship?¡±) llevado a cabo bajo los auspicios del Instituto Europeo de Sussex. La idea no se le ocurri¨® porque s¨ª: Sue Collard es concejala de Saint-Gervais-des-Sablons, un municipio de un centenar de habitantes, en Normand¨ªa, donde se instal¨® en los a?os noventa. ¡°Yo misma me siento ciudadana europea¡±, afirma.
Collard, que se califica de ¡°muy franc¨®fila¡±, tambi¨¦n ha observado de primera mano los defectos franceses, como la mentalidad pueblerina o las disputas tontas entre vecinos. ¡°A veces, en los consejos municipales, todo el mundo habla al mismo tiempo y no se saca nada en limpio¡±, se?ala la brit¨¢nica. ¡°Descubrir un consejo municipal fue interesante desde el punto de vista sociol¨®gico y etnol¨®gico¡±, bromea tambi¨¦n Martin Frost.
Incluso vistos desde el sur, esos momentos de democracia local a la francesa est¨¢n llenos de sal. ¡°Algunos debates me asombran. Hay una afici¨®n a hablar y un sentido de la ret¨®rica que son completamente franceses¡±, doce Maria Fernanda Gabriel-Hanning, de 59 a?os.Esta periodista portuguesa vive en Estrasburgo desde 1976, dedicada a informar sobre los asuntos europeos. Y es miembro del consejo municipal desde 2001. ¡°Cuando se vive en un pa¨ªs, hay que participar en la vida local. Estoy muy orgullosa de que me eligieran¡±, dice. ¡°Gracias a tener un origen diferente, creo que aporto otra sensibilidad a los debates¡±.
Pero muchos de estos concejales saben tambi¨¦n que su presencia es un puro adorno. Un alcalde queda bien si en su lista lleva a un residente europeo. Ocurre sobre todo en las ciudades que tienen una amplia comunidad portuguesa o en ciertos lugares de la Dordogne que cuentan con numerosos ingleses.
Una vez elegidos, puede llegar la desilusi¨®n: los concejales de base no tienen ning¨²n poder. ¡°Los debates tratan sobre todo de que hay que reparar la iglesia. Las verdaderas decisiones se toman en otro sitio¡±, afirma Sue Collard. Y la ley de 1998 es muy restrictiva, incluso derogatoria, respecto a los acuerdos de Maastricht sobre ciudadan¨ªa europea. Proh¨ªbe que los residentes comunitarios sean alcaldes o vicealcaldes, las instancias de poder en las que verdaderamente se deciden las cosas.
Como consecuencia, muchos ciudadanos extranjeros que salen elegidos no vuelven a presentarse, decepcionados por no tener m¨¢s intervenci¨®n. Para poder participar de forma m¨¢s activa en la vida local, Martin Forst decidi¨® adoptar la nacionalidad francesa en 2008. Desde entonces, le han nombrado delegado del alcalde ¡°para las relaciones internacionales¡±. Representa a la ciudad en el extranjero. Y en todas las elecciones nacionales, preside el colegio electoral de su barrio. Pero no siempre tiene derecho a meter su papeleta en la urna.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.