Duvalier se salva de ser juzgado por cr¨ªmenes de lesa humanidad
Un juez determina que, si acaso, podr¨ªa enfrentar un proceso por el desv¨ªo de algunos de fondos p¨²blicos y as¨ª lo recomend¨® a la Fiscal¨ªa General de Hait¨ª
De las d¨¦cadas de dictadura de la familia Duvalier sobre Hait¨ª, Alex Boulon -agr¨®nomo, exdiputado de 61 a?os- conserva la medida de una celda en la c¨¢rcel de Fort-Dimanche, de cinco pasos de largo y una brazada ancho, y la memoria de tres exilios amargos, entre otras cicatrices. Cuando Jean-Claude Duvalier aterriz¨® en Puerto Pr¨ªncipe el 16 de enero de 2011, transcurridos 25 a?os de haber huido a Europa, y algunos de los m¨¢s viejos celebraron y a los m¨¢s j¨®venes les fue indiferente, Boulon pens¨® que al fin llegar¨ªa la hora de convertir su recuerdo en expediente para que la justicia haitiana hiciese al fin su trabajo. Pero ya no ser¨¢ posible, al menos en su pa¨ªs: esta semana, el juez Carv¨¦s Jean decidi¨® que Jean-Claude Duvalier, alias Baby Doc, no deb¨ªa ser juzgado por ordenar la desaparici¨®n, tortura y asesinato de miles de sus conciudadanos, entre 1971 y 1986, ni por la extrema corrupci¨®n de su Gobierno que, se calcula, malvers¨® entre 300 y 800 millones de d¨®lares.
Si acaso, sentenci¨® Carv¨¦s, Duvalier podr¨ªa enfrentar un proceso por el desv¨ªo de algunos de fondos p¨²blicos y as¨ª lo recomend¨® a la Fiscal¨ªa General de Hait¨ª. El abogado de Duvalier, el millonario con aspiraciones presidenciales, Reynold Georges, no ha quedado conforme con esta decisi¨®n y le ha prometido a su cliente que, con base en las leyes haitianas, esta demanda tampoco prosperar¨¢. ¡°Duvalier no tiene ning¨²n dinero, se lo estoy diciendo¡±, ha dicho Georges, desde el comienzo del proceso, a El Pa¨ªs. ¡°Casi estoy haciendo este trabajo de gratis¡±, afirma Georges.
Desde que Jean-Claude Duvalier volvi¨® a Puerto Pr¨ªncipe, han sido presentadas 18 denuncias en su contra por violaciones de derechos humanos, cometidas entre 1971 y 1986: desde que, a los 19 a?os, hered¨® la dictadura de su padre, Franscois Duvalier, hasta que una revuelta popular lo oblig¨® a abandonar el poder y el pa¨ªs.
¡°Un dictador de los m¨¢s feroces que hayamos conocido en el siglo XX: ese es Duvalier¡±, dice Jos¨¦ Miguel Vivanco, director de la divisi¨®n de las Am¨¦ricas de Humans Rights Watch. ¡°Duvalier cometi¨® atrocidades, desapariciones y torturas. Qu¨¦ duda cabe de que es uno de los s¨ªmbolos mundiales, as¨ª como lo fue Pinochet, de un tirano que gobierna a sangre y fuego a sus propios ciudadanos y que de acuerdo a las antiguas pr¨¢cticas, logr¨® huir y vivir con protecci¨®n y lujo¡±, agrega Vivanco. Una vez que se agoten las instancias judiciales locales, la ¨²nica opci¨®n que queda a las familias de las v¨ªctimas del duvalierismo es recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Pero no todos los haitianos conservan el mismo de Duvalier que Alex Boulon, que Jos¨¦ Miguel Vivanco. Una generaci¨®n de la clase media, que naci¨® y creci¨® en el duvalierismo y que hoy acompa?a al Gobierno del cantante Michelle Martelly, reivindica hoy la figura del ex dictador. Ivanka Jolicouer -hija del m¨ªtico Aubelin Jolicoeur, cronista social del duvalierismo, funcionaria del Gobierno de Martelly- es una de ellas: ¡°S¨ª, nosotros somos los ni?os de la era duvalierista, cuando hab¨ªa reglas que seguir, cuando hab¨ªa respeto. Y estoy orgullosa de serlo, porque tambi¨¦n he visto la decadencia de Hait¨ª desde que Duvalier dej¨® el poder¡±, sostiene Ivanka. Adem¨¢s de los tecnicismos legales que alegan los jueces, esa generaci¨®n y ese recuerdo dorado, tambi¨¦n son en Hait¨ª un obst¨¢culo para la justicia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.