Boicot acad¨¦mico israel¨ª: el ¡®caso Tantura¡¯
Si se investiga la historia de Israel contradiciendo la narrativa sionista se sufren represalias
A finales de 1980 decid¨ª dar un curso sobre el conflicto israelo-palestino en la Universidad de Haifa. Al finalizar, y de acuerdo con sus preferencias, los estudiantes presentaron sus conclusiones en forma de proyectos o trabajos de investigaci¨®n. Alg¨²n tiempo despu¨¦s, uno de aquellos estudiantes ¡ªTeddy Katz¡ª, nacido en Haifa y miembro del kibutz Magal, decidi¨® seguir investigando la suerte que corrieron varias aldeas palestinas ¡ªen particular la de Tantura¡ª durante la guerra de 1948, y en 1998 present¨® su tesis de maestr¨ªa ante la Universidad de Haifa obteniendo como calificaci¨®n un alt¨ªsimo 97% (yo le hubiera dado un 100%). De las pruebas reunidas, Katz sac¨® una serie de conclusiones, entre otras que durante la ocupaci¨®n de Tantura por las tropas jud¨ªas unos 225 palestinos hab¨ªan sido asesinados: 20 habr¨ªan muerto durante la batalla y el resto, civiles y no civiles desarmados, habr¨ªan sido ejecutados despu¨¦s de la rendici¨®n de la aldea. Meses despu¨¦s, a finales de enero de 2000, Teddy Katz fue entrevistado por Amir Gilat, un periodista del diario Ma¡¯ariv; la reacci¨®n entre los veteranos de la Brigada Alexandroni responsable de la captura de Tantura fue casi inmediata: algunos de entre ellos se negaron a admitir la masacre pero otros, junto con los propios testigos palestinos, confirmaron los datos recogidos por Katz. No pasar¨ªa mucho tiempo antes de que los veteranos de la Alexandroni afectados por los resultados de esta investigaci¨®n interpusieran contra Katz una denuncia por calumnias, demand¨¢ndole por libelo y reclamando un mill¨®n de shekels como compensaci¨®n.
Fuertemente presionado por la Universidad e incluso por su familia, en un momento de depresi¨®n que estuvo a punto de costarle la vida, Katz acept¨® firmar una carta de disculpa donde se retractaba de lo publicado y donde admit¨ªa que en Tantura no hab¨ªa tenido lugar ninguna masacre, aunque enseguida se arrepinti¨®. La juez Pilpel dio por cerrado el caso. La Universidad, sin embargo, ya hab¨ªa decidido lo que ten¨ªa que hacer y sus directores pidieron la anulaci¨®n de la calificaci¨®n obtenida acusando no solo a Katz de haber inventado muchas de las pruebas, sino tambi¨¦n a m¨ª por haberlo apoyado. Y es que despu¨¦s de pasar tres d¨ªas y sus correspondientes noches escuchando las grabaciones que hab¨ªa realizado Katz con los testimonios y pruebas recogidos, no quedaba sino aceptar la heladora realidad de los monstruosos hechos sucedidos en Tantura. A partir de ese instante, comprend¨ª claramente que mi obligaci¨®n era defenderlos y darlos a conocer de todas las maneras posibles, as¨ª que hice un resumen y lo colgu¨¦ en la p¨¢gina web de la Universidad para que todo el mundo pudiese leerlos. Propuse tambi¨¦n que se convocara un panel de expertos para discutir el tema y averiguar si hubo o no una masacre, pero la Universidad lo rechaz¨®, medida que terminar¨ªa provocando un boicot en su contra en lugar de un motivo m¨¢s para enlucir su reputaci¨®n en el mundo acad¨¦mico.
Desgraciadamente, Ben Artzi y especialmente Yoav Gelber consideraron que su ¨²nica obligaci¨®n era defender el sionismo olvidando la historia, de manera que al descalificar la tesis de Teddy fue como si enviaran un mensaje a cada estudiante de investigaci¨®n y a cada profesor sin titularidad dici¨¦ndoles que si investigaban la historia de 1948 de un modo que contradijera la narrativa sionista no llegar¨ªan a ninguna parte. Fue entonces cuando descubr¨ª con horror hasta qu¨¦ punto mi propia Universidad hab¨ªa manipulado la historia al hacer desaparecer no solo los testimonios de los supervivientes de las aldeas palestinas arrasadas, sino tambi¨¦n la evidencia de los cr¨ªmenes cometidos durante la guerra de 1948. En aquella ¨¦poca ¡ªque coincidi¨® con el inicio de la Segunda Intifada¡ª mis cr¨ªticas a la Universidad se sumaron a mi abierta oposici¨®n a las insensibles pol¨ªticas de Israel en los territorios ocupados: restricci¨®n de alimentos a comunidades enteras, demolici¨®n de viviendas, asesinato de ciudadanos inocentes ¡ªmuchos de ellos ni?os¡ª, hostigamiento continuo en los checkpoints y, en general, la destrucci¨®n programada del entramado econ¨®mico y social de la vida en los territorios.
Fue as¨ª como, sometido a un boicot de facto, me convert¨ª en un paria dentro de mi propia Universidad. Amigos y colegas cancelaron las invitaciones a los cursos y seminarios que me hab¨ªan enviado antes de que estallara el affaire Tantura, unos hechos que pon¨ªan al descubierto la brutal naturaleza de la limpieza ¨¦tnica realizada por Israel en 1948 y ¡ªlo que todav¨ªa era m¨¢s importante¡ª su estrecha conexi¨®n con el proceso de paz y cualquier posible soluci¨®n del conflicto. Fue mi compromiso y mi empe?o en difundir estos hechos por lo que, seis meses despu¨¦s de acabarse con el tema Katz, me gan¨¦ la declaraci¨®n de persona non grata en mi propia Universidad y ¡ªcomo consecuencia¡ª la primera respuesta de boicot acad¨¦mico a Israel por parte de la Asociaci¨®n de Profesores Universitarios de Gran Breta?a (AUT por sus siglas en ingl¨¦s) no solo en mi defensa ¡ªaunque tambi¨¦n¡ª.
Pienso, sinceramente, que un boicot general es necesario porque existe el imperativo moral de terminar con la ocupaci¨®n y solo una presi¨®n exterior similar a la que en su tiempo se ejerc¨ªa sobre el r¨¦gimen de apartheid en Sur¨¢frica podr¨ªa tal vez lograrlo. El juicio en mi contra fue un intento de utilizar un procedimiento legal para librarse de mi persona y solo fracas¨® por el apoyo internacional que obtuve. En ese sentido, el boicot a las universidades israel¨ªes forma parte de un creciente boicot del que no se habla y que afecta desde los productos a los cantantes israel¨ªes, y que si se abati¨® sobre nuestras universidades fue porque ellas decidieron formar parte de la propaganda oficial, de esa elaborada publicidad que vende a Israel como la ¨²nica democracia de Oriente Pr¨®ximo y que en lugar de ejercer su papel de guardianas de la democracia se han convertido en las refrendarias de la ideolog¨ªa gobernante. No, no es posible ignorar todo eso, sobre todo cuando se hace en tu nombre.
Ilan Pappe es profesor del Instituto de Estudios ?rabes e Isl¨¢micos de la Universidad de Exeter, director del Centro Europeo de Estudios Palestinos y codirector del Centro de Estudios Etno-Pol¨ªticos (Exeter). Out of Frame (2010) es su biograf¨ªa intelectual, y este texto es una s¨ªntesis de dos de sus cap¨ªtulos.
Traducci¨®n de Pilar Salamanca.
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