Obama autoriza que las empresas religiosas no paguen anticonceptivos
El presidente cede a la presi¨®n ejercida por la jerarqu¨ªa cat¨®lica en las pasadas semanas A partir de ahora deber¨¢n ser las empresas aseguradoras las que cubran esos m¨¦todos
Cediendo a la presi¨®n de los cat¨®licos y atendiendo al c¨¢lculo pol¨ªtico, Barack Obama anunci¨® ayer nuevas normas que excluyen a las empresas afiliadas a la Iglesia cat¨®lica de la obligaci¨®n de ofrecer anticonceptivos a su empleados. El presidente intenta as¨ª aplacar el malestar que se hab¨ªa creado en algunos sectores de la sociedad por lo que se entend¨ªa como un ataque a la libertad de conciencia y, al mismo tiempo, despejar lo que se hab¨ªa convertido en un obst¨¢culo para su reelecci¨®n.
Obama asegur¨® que, ¡°como ciudadano y como cristiano¡±, comprend¨ªa la preocupaci¨®n que este asunto ha desatado y garantiz¨® que, a partir de ahora, ser¨¢n protegidos los derechos de las mujeres sin afectar a la libertad religiosa. ¡°Las organizaciones religiosas¡±, dijo, ¡°no tendr¨¢n que proveer directamente ese servicio (el de anticonceptivos), pero las mujeres que trabajen que esas organizaciones tendr¨¢n acceso gratuito a ellos, como cualquier otra mujer¡±.
Este anuncio se produce despu¨¦s de varios d¨ªas en los que, tanto la jerarqu¨ªa de la Iglesia cat¨®lica como diferentes grupos religiosos, algunos de ellos de orientaci¨®n progresista, hab¨ªan advertido del da?o que la medida anteriormente impuesta por el Gobierno podr¨ªa causar en las relaciones entre Obama y esa confesi¨®n religiosa.
La secretaria de Salud y Servicios Humanos, Kathleen Sebelius, hab¨ªa comunicado el pasado 20 de enero que las empresas vinculadas a la Iglesia cat¨®lica, como universidades, colegios, hospitales y centros de caridad, estar¨ªan obligadas, como cualquier otra desde que entr¨® en vigor la nueva ley de reforma sanitaria, a suministrar anticonceptivos dentro de los seguros de salud que ofrecen a sus trabajadores.
Aunque se tom¨® de acuerdo con las recomendaciones de un panel de expertos que entend¨ªa los anticonceptivos como una parte esencial de la atenci¨®n preventiva a la salud de las mujeres, esta decisi¨®n desat¨® la alarma en la Iglesia cat¨®lica. Algunos obispos amenazaron con no cumplir con la norma y ciertos grupos religiosos denunciaron una intromisi¨®n por parte del Gobierno en las exigencias de su fe.
El conflicto, que crec¨ªa en los ¨²ltimos d¨ªas, amenazaba con minar la popularidad del presidente entre uno de los grupos de electores que le son m¨¢s favorables. Obama gan¨® en 2008 el voto cat¨®lico por 16 puntos de ventaja sobre John McCain. Los cat¨®licos son amplia mayor¨ªa entre los hispanos, cuya participaci¨®n puede ser decisiva en las elecciones de noviembre, y cat¨®licos son tambi¨¦n seis de los nueve miembros del Tribunal Supremo que este a?o tiene que pronunciarse sobre la constitucionalidad de la reforma sanitaria.
El cat¨®lico m¨¢s prominente de la Administraci¨®n, el vicepresidente, Joe Biden, ha actuado como mediador con las comunidades religiosas para llegar al acuerdo anunciado ayer. Y otro cat¨®lico influyente, el ex candidato presidencial John Kerry, que representa a los grupos cat¨®licos progresistas de la costa Este, recomend¨® al presidente dar marcha atr¨¢s delicadamente.
Seg¨²n la Casa Blanca, con esta ¡°acomodaci¨®n¡±, de acuerdo al lenguaje oficial, no se priva a las mujeres que trabajan en empresas cat¨®licas del acceso a anticonceptivos. Aunque los empleadores cat¨®licos no tendr¨¢n que pagar por esos medicamentos, las compa?¨ªas de seguros s¨ª estar¨¢n obligadas a incluirlos en su cobertura sin recargo alguno de la p¨®liza.
Debido a la polarizaci¨®n que este conflicto ha alcanzado, la soluci¨®n encontrada por Obama quiz¨¢ tranquilice a la Iglesia, pero puede irritar a otros segmentos de la sociedad, especialmente a las mujeres y a los dem¨®cratas de izquierda, que hab¨ªan pedido al presidente mantenerse firme en su posici¨®n anterior.
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