Arabia Saud¨ª, inesperada defensora de los derechos humanos
El reino apoya a sus correligionarios sun¨ªes y planta batalla en Siria contra Ir¨¢n
El representante de Arabia Saud¨ª, el ministro de Exteriores Saud al Faisal, llev¨® ayer la voz cantante en la reuni¨®n de El Cairo. Apremi¨® a sus hom¨®logos de la Liga ?rabe a apretar un poco m¨¢s las tuercas al r¨¦gimen sirio para que deje de matar a la poblaci¨®n civil.
A esa misma hora, el periodista saud¨ª Hamza Kashgari, de 23 a?os, era deportado por Malasia y enviado a su pa¨ªs a instancias de las autoridades de Riad, que le acusan de apostas¨ªa. Huy¨® de Yeda tras redactar, el 4 de febrero, un tuit dirigido al profeta Mahoma: ¡°Me gustaron algunas de tus cosas, pero abandon¨¦ otras y no he comprendido otras muchas¡±, escribi¨® en el aniversario de su nacimiento. Por estas palabras corre el riesgo de ser condenado a muerte.
Entre las grandes paradojas que depara la primavera ¨¢rabe est¨¢ el ver a Arabia Saud¨ª, un pa¨ªs que ayud¨® militarmente a aplastar la rebeli¨®n en Bahr¨¦in, convertida de sopet¨®n en el adalid de los derechos humanos en Siria.
Sus diplom¨¢ticos han desmentido, con muchos matices, haber presentado formalmente el viernes una resoluci¨®n sobre Siria a la Asamblea General, similar a la que Rusia vet¨® en el Consejo de Seguridad. Pero ese mismo d¨ªa el rey Abdal¨¢ tom¨® la inusitada iniciativa de pronunciar un discurso televisado sobre Siria y la ONU y ayer, en El Cairo, Al Faisal fue el protagonista.
Dos razones explican el repentino activismo saud¨ª. Primero la solidaridad con sus correligionarios sun¨ªes de Siria (75% de la poblaci¨®n), cuyo r¨¦gimen est¨¢ controlado por la minor¨ªa alau¨ª (10%), considerada como una rama del chiismo.
La segunda es que Siria, el mejor aliado de Teher¨¢n en la regi¨®n, es ahora el principal escenario de la batalla contra Ir¨¢n, el peor enemigo de la familia real saud¨ª y de las monarqu¨ªas del Golfo.
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