La fiscal¨ªa pide el levantamiento de la inmunidad del presidente alem¨¢n
Christian Wulff se encuentra bajo sospecha de cohecho y de tr¨¢fico de influencias
La Fiscal¨ªa de Hanover ha solicitado el levantamiento de la inmunidad del presidente federal alem¨¢n, Christian Wulff, porque ve ¡°indicios concretos y suficientes¡± de cohecho y tr¨¢fico de influencias. La C¨¢mara baja del Parlamento (Bundestag) deber¨¢ someter a votaci¨®n si los fiscales pueden o no investigar al jefe del Estado. Si los diputados lo permiten, ser¨¢ la primera vez que un presidente alem¨¢n sea objeto de una investigaci¨®n judicial.
La investigaci¨®n se extiende al empresario cinematogr¨¢fico David Groenewold, que financi¨® en 2007 varias vacaciones privadas en una conocida isla del mar del Norte. Wulff era entonces primer ministro del land norte?o de Baja Sajonia, cuyo Ministerio de Hacienda aval¨® un pr¨¦stamo para la empresa de Groenwold mientras ¨¦l y Wulff veraneaban juntos. El Bundestag celebrar¨¢ un pleno el 27 de febrero.
Lo inusitado del escenario impide prever sus consecuencias pol¨ªticas, pero la presi¨®n sobre el presidente ser¨¢ enorme. La fiscal¨ªa ha publicado una declaraci¨®n en la que destaca ¡°las investigaciones intensas e independientes¡± que le han llevado a la petici¨®n.
El democristiano Wulff protagoniza desde antes de fin de a?o una sonada serie de esc¨¢ndalos que comenzaron cuando el diario Bild revel¨® que hab¨ªa obtenido un pr¨¦stamo ventajoso de otro empresario de Baja Sajonia. Wulff gobern¨® la regi¨®n entre 2003 y 2010, cuando la canciller Angela Merkel lo propuso para el primer cargo pol¨ªtico de la Rep¨²blica Federal. Wulff fue el candidato de la canciller, que necesit¨® una ag¨®nica serie de votaciones en la Asamblea Federal para imponer a su compa?ero de partido como presidente. El apoyo de Merkel le ha permitido aguantar hasta ahora. Su ca¨ªda ser¨ªa un nuevo motivo de desprestigio para la canciller, que perdi¨® a su anterior presidente cuando el democristiano Horst K?hler se march¨® de un portazo en 2010.
El pr¨¦stamo revelado en diciembre fue legal, pero Wulff hab¨ªa preferido no mencionarlo cuando el Parlamento de Hanover le pregunt¨® por sus relaciones financieras con el empresario. El hoy presidente se compr¨® con ese dinero una casa para instalarse con su segunda esposa. Tras la revelaci¨®n del Bild comenz¨® un goteo persistente de nuevas acusaciones. Cada vez que parec¨ªan remitir, alg¨²n diario de tirada nacional sacaba un dato nuevo. Particularmente perniciosa fue la publicaci¨®n de varias llamadas hechas por el presidente al director de Bild, Kai Diekmann, y a otras personas relacionadas con el diario. Wulff cometi¨® la torpeza de dejar en el buz¨®n de voz de Diekman una diatriba de tono agresivo en la que amenazaba de ¡°guerra¡± al diario m¨¢s vendido del pa¨ªs.
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