El conflicto de Somalia se enquista en el oriente africano
Los analistas coinciden en que la hambruna, la ofensiva de las fuerzas keniatas, et¨ªopes y de la Uni¨®n Africana, y el desgaste por la duraci¨®n del conflicto, acabar¨¢ por derrotar a los integristas
"El ¨¢rea que el Ej¨¦rcito keniano ha liberado en Somalia ocupa unos 95.000 kil¨®metros cuadrados y representa alrededor del 95 por cien de la zona que Al Shabab sol¨ªa controlar", afirma en un tono triunfal Johnson Ondieki, general de brigada del ej¨¦rcito de Kenia (KDF), mientras se dirige a un grupo de periodistas en el puesto de mando de las tropas de tierra del KDF en Liboi, a¨²n en Kenia a unos 10 kil¨®metros de la frontera con Somalia.
Kenia envi¨® sus tropas a Somalia el pasado 14 de octubre con el objetivo de neutralizar a Al Shabab, un grupo islamista radical que controlaba gran parte del centro y sur del pa¨ªs. En un principio, oficiales kenianos se mostraron seguros de una r¨¢pida victoria. "Pasaremos la navidad en Kismayo", asegur¨® entonces el mayor Emmanuel Chirchir, portavoz del KDF. La toma de esta ciudad portuaria es el principal objetivo militar, ya que es el basti¨®n de Al Shabab y donde la milicia islamista obtiene la mayor¨ªa de sus ingresos.
Sin embargo, m¨¢s de cuatro meses despu¨¦s la realidad parece implicar que, casi literalmente, Kenia no sab¨ªa d¨®nde se met¨ªa. Sus tropas siguen lejos de Kismayo y a¨²n no han tomado la ciudad de Afmadow, a medio camino y que ha de estar bajo control antes de llegar a Kismayo. Y, sobre el terreno, su "control" sobre las ¨¢reas "liberadas" parece mucho m¨¢s precario de lo que alardean.
"Gente de Al Shabab se mueve por aqu¨ª de d¨ªa y de noche y son como nosotros, no podemos diferenciarlos, no podemos decir nada sobre ellos en p¨²blico", relata en el pueblo somal¨ª de Dhobley y a trav¨¦s de un traductor uno de los l¨ªderes de la comunidad local, que no quiere dar su nombre por miedo a represalias.
En Dhobley, bajo un sol que quema todo el a?o y a apenas ocho kil¨®metros de la frontera con Kenia, Al Shabab a¨²n realiza ataques ocasionalmente. El ¨²ltimo fue hace unos 10 d¨ªas, seg¨²n confirman varias fuentes, cuando un grupo de unos 20 militantes lanz¨® morteros y atac¨® la comisar¨ªa de polic¨ªa con rifles.
En Tabda, a unos 80 kil¨®metros de la frontera, los ataques de Al Shabab ocurren cada semana y el ¨²ltimo tuvo lugar hace apenas cuatro d¨ªas. Entonces, miembros de la milicia intentaron tender una emboscada a las tropas kenianas y m¨¢s tarde lanzaron fuego de mortero, seg¨²n confirman varios soldados del propio KDF, que afirman que Al Shabab tambi¨¦n cuenta con lanzagranadas.
M¨¢s hacia el interior de Somalia y a¨²n dentro del ¡°¨¢rea liberada¡± por el KDF, los enfrentamientos son m¨¢s violentos y ocurren con m¨¢s frecuencia. Adem¨¢s, la falta de medicinas y el hambre en esta regi¨®n semi-¨¢rida y seca casi todo el a?o siguen afectando a las comunidades locales.
A pesar de todo, la poblaci¨®n y los soldados somal¨ªes se muestran "muy felices" por la presencia de las tropas kenianas en su territorio, seg¨²n los propios soldados del KDF, que son quienes normalmente hacen de traductores.
"Yo lucho por la libertad de la Rep¨²blica de Somalia y para librarnos de Al Shabab", dice Adam Orey, un somal¨ª de 21 a?os que dej¨® los estudios para convertirse en soldado. Preguntado por sus impresiones sobre las tropas kenianas, es el traductor quien directamente responde: "Dice que est¨¢ muy contento y que agradece la presencia del ej¨¦rcito keniano". Tras se?alar que en realidad Orey no ha abierto la boca el traductor insiste: "Bueno, pero es que eso es lo que dicen aqu¨ª todos los locales".
?Qu¨¦ hacer despu¨¦s?
En la actualidad, tres ej¨¦rcitos extranjeros combaten a Al Shabab en Somalia. El KDF en el suroeste, el ej¨¦rcito et¨ªope en el centro y tropas de la Uni¨®n Africana (Amisom) en Mogadiscio, formadas por soldados de Uganda, Burundi y Yibuti. Junto a ellos luchan los soldados gubernamentales somal¨ªes y los de varias milicias actualmente aliadas con el Gobierno, como Al Suna o Ras Kamboni.
Amisom lleg¨® hace casi cinco a?os con el mandato de pacificar todo el pa¨ªs en seis meses, pero en todo este tiempo s¨®lo ha podido llegar a controlar Mogadiscio. Por su parte, las tropas et¨ªopes ya ocuparon Somalia en 2007 pero se retiraron en enero de 2009 tras ser incapaces de controlar el pa¨ªs.
Analistas y expertos coinciden en que la duraci¨®n del conflicto, la hambruna y los tres frentes abiertos est¨¢n empujando a Al Shabab hacia una derrota militar. El anuncio de su alianza formal con Al Qaeda se ha interpretado como un gesto desesperado para intentar captar fondos y milicianos en el extranjero.
Pero la ca¨ªda de Al Shabab ser¨ªa s¨®lo el principio de otra serie de problemas. ¡°Crear estabilidad en el sur de Somalia no significa s¨®lo derrotar a Al Shabab. Kenia, con la ayuda de sus socios, debe desarrollar un plan pol¨ªtico que incluya incentivos atractivos para que los clanes locales trabajen juntos y compartan la riqueza de la regi¨®n y la asistencia extranjera¡±, advierte el International Crisis Group en su informe m¨¢s reciente.
Sin una estrategia pol¨ªtica clara, el vac¨ªo de poder dejado por una eventual derrota de Al Shabab podr¨ªa conllevar que las diferentes milicias que ahora apoyan al Gobierno acabaran luchando unas con otras por el control de las diversas partes del pa¨ªs.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa desde la distancia. Ma?ana se celebra en Londres una conferencia sobre Somalia a la que acudir¨¢n l¨ªderes de m¨¢s de 50 pa¨ªses y organizaciones internacionales. Al Shabab ha anunciado que realizar¨¢ una serie de ataques suicidas coincidiendo con la reuni¨®n internacional, seg¨²n el diario The Telegraph.
"Se tendr¨ªa que hacer una conferencia aqu¨ª en Somalia, se deber¨ªa empezar desde el terreno y dar prioridad a los consejos de ancianos y a los l¨ªderes de las comunidades locales", dice a El Pa¨ªs en Tabda Ahmed Mohamed Islam, conocido como Madobe, el l¨ªder de la milicia Ras Kamboni.
La figura de Madobe representa perfectamente la confusi¨®n y la complejidad de las luchas de poder en Somalia. Fue gobernador de Kismayo durante el Gobierno islamista de la Uni¨®n de Tribunales Isl¨¢micos (UTI), que cay¨® a finales de 2006. En 2009, Madobe se ali¨® a la milicia islamista Hizbul Islam, similar a Al Shabab y que acab¨® siendo absorbida por ¨¦sta en 2010. Y fue entonces cuando Madobe y Ras Kombani pasaron a luchar contra Al Shabab junto al Gobierno.
¡°Nosotros somos civiles y simplemente necesitamos paz y un Gobierno federal¡±, concluye cansadamente Mohamed Ibrahim, un joven farmac¨¦utico en el hospital medio derruido de Dhobley. Una paz que lleva 21 a?os eludiendo a Somalia.
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