Ashton anuncia nuevas negociaciones con Ir¨¢n sobre el programa nuclear
Las potencias del llamado grupo 5+1 aceptan la oferta de retomar el dialogo. Teher¨¢n dice estar disponible a dejar que los inspectores del OIEA visiten la base militar de Parchin, uno de los puntos de controversia
Ir¨¢n ha dado a entender hoy que est¨¢ dispuesto a permitir el acceso de los inspectores nucleares de la ONU al complejo militar de Parchin, a las afueras de Teher¨¢n. La noticia coincidi¨® con un mensaje de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ahston, al negociador nuclear iran¨ª, Said Yalil¨ª, aceptando su oferta para celebrar una nueva ronda de conversaciones. Ambos gestos chocan, sin embargo, con el escepticismo generalizado de los observadores, que dudan de la sinceridad de Teher¨¢n tras casi una d¨¦cada de reuniones infructuosas para aclarar la naturaleza de su programa at¨®mico.
Durante las dos ¨²ltimas visitas de los inspectores a Ir¨¢n, en enero y febrero pasados, las autoridades iran¨ªes rechazaron su solicitud para visitar Parchin. En el informe subsiguiente, atribuyeron a esa negativa el fracaso de su misi¨®n. Los expertos del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) pretend¨ªan comprobar si en una gran c¨¢mara de contenci¨®n construida dentro de ese recinto militar se han probado explosivos de alta potencia para detonar cargas nucleares, algo que echar¨ªa abajo la insistencia iran¨ª en que su programa no tiene objetivos militares.
¡°Hay que recordar que Parchin ya fue visitado en dos ocasiones por los inspectores en 2005 (¡) Y se volver¨¢ a permitir el acceso (¡) como gesto de buena voluntad¡±, se?ala el comunicado de la representaci¨®n iran¨ª ante el OIEA, difundido por la agencia Isna.
Es cierto que los expertos visitaron Parchin hace siete a?os, pero tambi¨¦n que no pudieron acceder a la zona del complejo donde unas im¨¢genes por sat¨¦lite hac¨ªan sospechar que se llevaban a cabo experimentos relacionados con armas nucleares. Y eso que entonces el Gobierno iran¨ª respetaba de forma voluntaria el Protocolo Adicional al Tratado de No Proliferaci¨®n, que autoriza las inspecciones por sorpresa. Sin embargo, el Parlamento nunca lleg¨® a ratificarlo y pocos meses despu¨¦s, tras la elecci¨®n de Mahmud Ahmadineyad como presidente, su Ejecutivo denunci¨® el Protocolo y dej¨® de aplicarlo.
El aparente cambio de actitud de Teher¨¢n respecto a Parchin se produce justo al d¨ªa siguiente de que el presidente norteamericano, Barak Obama, se reuniera con el primer ministro israel¨ª, Benjamin Netanyahu. A pesar de las discrepancias de ambos sobre la urgencia de la amenaza que representa el programa nuclear de Ir¨¢n, Obama dej¨® claro que respaldar¨¢ una eventual decisi¨®n israel¨ª de bombardear sus instalaciones sospechosas. Esto refuerza la idea de que el r¨¦gimen isl¨¢mico reacciona ante la presi¨®n externa. A¨²n as¨ª, el comunicado condiciona el permiso ¡°a un acuerdo sobre las modalidades de acceso¡±, lo que alienta el argumento de que s¨®lo trata de ganar tiempo una vez m¨¢s.
Similar recelo expresaron fuentes diplom¨¢ticas cercanas a las conversaciones nucleares respecto a la disposici¨®n a volver a reunirse que Ir¨¢n comunic¨® el mes pasado a las seis grandes potencias, o G-6 (los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU m¨¢s Alemania). A pesar de ello, nadie quiere cerrar la puerta a un arreglo negociado porque la posibilidad de un ataque israel¨ª produce tanta o m¨¢s preocupaci¨®n que las ambig¨¹edades iran¨ªes.
¡°Hoy he respondido a la carta del 14 de febrero del doctor Yalil¨ª. Le he ofrecido reanudar las conversaciones sobre la cuesti¨®n nuclear¡±, inform¨® Ashton en un comunicado. En su mensaje, la alta representante europea, que act¨²a en nombre del G-6, propone que la primera cita se centre en establecer medidas de confianza y sugiere una reuni¨®n inmediata de los respectivos n¨²meros dos para preparar la agenda.
¡°Nuestro objetivo general sigue siendo alcanzar una soluci¨®n a largo plazo, negociada y global que restablezca la confianza internacional en la naturaleza exclusivamente pac¨ªfica del programa nuclear de Ir¨¢n, respetando el derecho de Ir¨¢n al uso pac¨ªfico de la energ¨ªa nuclear¡±, asegura Ashton en el texto.
Queda por determinar el lugar y el d¨ªa de la cita, pero sobre todo el mandato con el que Yalil¨ª llegar¨¢ a ¨¦sta. En la ¨²ltima reuni¨®n, en enero de 2011 en Estambul, fue imposible acordar siquiera la agenda. Ahora Rusia ha urgido al resto de los miembros del G-6 a reanudar el di¨¢logo porque interpreta que la disposici¨®n de Ir¨¢n es una prueba de su seriedad, pero esa percepci¨®n no es compartida. Diplom¨¢ticos occidentales recuerdan que la posibilidad de alcanzar un acuerdo ha quedado comprometida por el rechazo iran¨ª a que los inspectores de la ONU puedan acceder a lugares, documentos y cient¨ªficos mencionados en informes secretos que sus agencias de espionaje han facilitado al OIEA.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.