L¨ªderes libios declaran en Bengasi la autonom¨ªa del este petrolero del pa¨ªs
El este del pa¨ªs proclama su autogobierno y exige un modelo federal La Cirenaica, productora del 70% del crudo, acusa a Tr¨ªpoli de marginarla como hizo Gadafi
Cuatro meses despu¨¦s de derribada la dictadura de Muamar el Gadafi, la fr¨¢gil cohesi¨®n de Libia se resquebraja. El este del pa¨ªs, nicho de los principales yacimientos petroleros, dio ayer un pu?etazo en la mesa y proclam¨® su autogobierno. El pulso de la regi¨®n de la Cirenaica a las nuevas autoridades de Tr¨ªpoli, a las que acusa de marginarla, se une al desaf¨ªo de las milicias armadas que controlan el pa¨ªs y amenazan con poner en jaque la transici¨®n.
En una asamblea celebrada en Bengasi, capital del oriente libio y cuna de la rebeli¨®n que acab¨® con Gadafi hace cuatro meses, 3.000 jefes de tribus y de milicias constituyeron el Consejo de la Cirenaica (o de Barqa, en su nombre ¨¢rabe), informa Reuters. Este organismo administrar¨¢ ¡°los asuntos regionales y defender¨¢ el derecho de sus ciudadanos¡±.
No fue un grito de independencia: la asamblea se cuid¨® de reiterar su lealtad al Consejo Nacional de Transici¨®n (CNT), a quien considera ¡°s¨ªmbolo de la unidad del pa¨ªs y representante leg¨ªtimo en los c¨ªrculos internacionales¡±. Pero s¨ª fue un dur¨ªsimo varapalo a las autoridades interinas, y una advertencia para el futuro: el este quiere que Libia siga un modelo federal como el que se implant¨® tras la independencia, con el rey Idris, con tres regiones: Cirenaica (este); Tripolitania (oeste), y Fezzan (sur).
La respuesta del Gobierno interino no tard¨® en llegar. Mustaf¨¢ Abdelyalil, presidente del CNT ¡ªy originario del oriente¡ª, dijo ayer que todo era un compl¨® financiado por ¡°pa¨ªses extranjeros¡± (que no especific¨®) y que ese movimiento amenazaba ¡°con romper la integridad nacional¡±.
El malestar viene de lejos. La Cirenaica esgrime un memorial de agravios que se remonta a la dictadura de Gadafi, que discrimin¨® a una regi¨®n que nunca le ocult¨® su rechazo. El r¨¦gimen se enriqueci¨® con el petr¨®leo (el 70% del crudo procede de los yacimientos orientales) pero, dicen, apenas invirti¨® en la zona. Y a las afrentas hist¨®ricas se superponen las recientes. ¡°El CNT se ha trasladado a Tr¨ªpoli, y aqu¨ª viene solo al final de mes. Todo lo han centralizado en la capital, y nos han marginado. Es la misma rutina de antes¡±, declara a EL PA?S Yalal al Gallal, empresario y exportavoz del CNT, que reprocha adem¨¢s a los tripolitanos su ¡°tardanza¡± en levantarse contra el r¨¦gimen.
La mecha que ha acabado por encender esta nueva rebeli¨®n de la Cirenaica son los comicios legislativos que se preparan para junio, de los que saldr¨¢ el Parlamento que promulgar¨¢ la nueva Constituci¨®n. La comisi¨®n electoral ha dise?ado unas circunscripciones que otorgan a la regi¨®n oriental menos esca?os de los que les corresponder¨ªa por su poblaci¨®n.
¡°La gente ha sufrido mucho por el centralismo, y quiere garant¨ªas de que no va a repetirse¡±, explica Mohamed Embarak, rector de la Universidad M¨¦dica Internacional de Bengasi. La soluci¨®n, dice, no es un sistema federal, sino ¡°una amplia descentralizaci¨®n, gobiernos locales eficientes y una justa distribuci¨®n de la riqueza¡±.
Resulta dif¨ªcil dilucidar qu¨¦ recorrido va a tener el nuevo Consejo de la Cirenaica. De momento, el golpe de mano pone contra las cuerdas a un Gobierno al que le resulta cada vez m¨¢s arduo pilotar la transici¨®n libia.
Negocio al borde de la normalidad
Con el petr¨®leo libio, todos los analistas han acertado. Lo han hecho los expertos de la petrolera italiana Eni, optimistas, que auguraron hace meses la recuperaci¨®n de la producci¨®n de crudo hasta niveles aceptables, y lo han hecho los m¨¢s prudentes informadores de Barclays Capital o JP Morgan que advert¨ªan de dificultades varias hasta la reorganizaci¨®n del pa¨ªs y recomendaban prudencia antes de proclamar el estado de normalidad en el negocio.
La verdad, una vez m¨¢s, parece situarse en la zona media entre el optimismo y el exceso de prudencia: la Libia pos-Gadafi ha recuperado la actividad petrolera tras el conflicto pero las tensiones no han desaparecido. Lo sabe bien la petrolera Repsol, que en 2011 sufri¨® los efectos del conflicto.
La compa?¨ªa, con presencia en Libia desde los a?os setenta e intereses en 10 bloques o campos (ocho exploratorios y dos de desarrollo y producci¨®n), gan¨® el pasado a?o 2.193 millones de euros, un 53,3% menos que en 2011 debido, entre otras razones, al conflicto libio y a la ca¨ªda de la producci¨®n. Ahora, se?alan en la compa?¨ªa, la situaci¨®n ha vuelto ¡°pr¨¢cticamente¡± a la normalidad. El ¡°pr¨¢cticamente¡± equivale a unos 40.000 barriles de petr¨®leo diario. Antes del conflicto, Repsol, junto con la estatal NOC y otros socios como la francesa Total, extra¨ªan en Libia 340.000 barriles diarios. La cifra actual ronda los 300.000. Pr¨¢ctica normalidad.
La estabilidad de la producci¨®n libia, que en 2010 cubr¨ªa en torno al 13% de las importaciones espa?olas de petr¨®leo, es muy importante cuando crecen las tensiones en torno a otro gran productor, Ir¨¢n. Libia, tercer productor de ?frica, contribuye a contener una desordenada escalada de precios en un mercado muy sensible al problema iran¨ª.
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