"Fukushima ha agravado las contradicciones de la sociedad japonesa¡±
El soci¨®logo Yoshio Sugimoto analiza las consecuencias de la cat¨¢strofe de Fukushima
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Su libro An Introduction to Japanese Society (Una introducci¨®n a la sociedad japonesa) revolucion¨® la forma de ver a la sociedad japonesa que, seg¨²n el soci¨®logo Yoshio Sugimoto "no es ni tan uniforme, ni tan homog¨¦nea ni tan igualitaria" como se ha descrito. Nacido en Kioto, vive en Australia desde 1973, donde ha sido decano de la c¨¢tedra de sociolog¨ªa de la Universidad de La Trobe, en Melbourne, (1988 a 1991), y es autor de distintos manuales en los que lucha contra los estereotipos que se manejan sobre sus compatriotas. Sugimoto participa en Barcelona en el seminario organizado por Casa Asia y la Fundaci¨®n Japonesa en Espa?a sobre Jap¨®n, un a?o despu¨¦s del terrible terremoto que asol¨® buena parte de la costa nororiental de pa¨ªs.
Pregunta. El mundo se maravill¨® de la solidaridad que mostraron los japoneses tras el tsunami.
Respuesta. Es un pa¨ªs muy habituado a los embates de la naturaleza. En todos los pueblos y ciudades se realizan sesiones de entrenamiento sobre c¨®mo actuar ante un desastre, pero para un terremoto tan brutal como el del 11 de marzo de 2011 nadie estaba preparado. Esa corriente de simpat¨ªa y apoyo voluntario a las v¨ªctimas la llamamos kisuna.
P. ?Qu¨¦ impacto tuvo en los japoneses?
R. Aunque el tsunami se cobr¨® la vida de casi 20.000 personas, fue la crisis abierta en la central nuclear de Fukushima la que tuvo un impacto fundamental en la sociedad. Hasta entonces los japoneses se sent¨ªan orgullosos de ser una de las sociedades m¨¢s avanzadas tecnol¨®gicamente y, de pronto, vieron c¨®mo toda su tecnolog¨ªa, y lo que es m¨¢s grave, su seguridad, quedaba arrasada.
P. ?C¨®mo ve la respuesta de la poblaci¨®n?
A los problemas se suma ahora la ruptura del mito de que la energ¨ªa nuclear era segura"
R. Hacia las v¨ªctimas del tsunami hubo un r¨ªo de apoyo, pero Fukushima desat¨® el miedo a la radiaci¨®n, al aire, al agua y a los alimentos contaminados. Ahora queda una tarea inmensa por hacer para quitar todos los elementos radiados de la zona.
P. ?Cree que Fukushima ha cambiado a los japoneses?
R. Si, ha agravado las contradicciones que afloraron en la sociedad a partir del estallido de la crisis econ¨®mica de 1991, que dejaron ver una sociedad dividida, con clases y con conflictos entre los distintos grupos. La situaci¨®n se ha complicado porque, a la perdida de dos generaciones por el estallido de la burbuja inmobiliaria y financiera, se suma ahora la ruptura del mito de que la energ¨ªa nuclear era segura.
El 80% se declara partidario de cerrar las nucleares pero baja al 20% cuando se pregunta si hacerlo ahora"
P. ?C¨®mo afecta la p¨¦rdida de esa seguridad?
R. Hay un fuerte escepticismo. Reflejo de las nuevas contradicciones son las encuestas de opini¨®n, en las que el 80% de la poblaci¨®n se declara a favor de cerrar las centrales nucleares, pero cuando se les pregunta si quieren hacerlo ahora solo un 20% est¨¢ a favor. De momento, de las 54 centrales existentes en Jap¨®n solo est¨¢n funcionando dos. Las dem¨¢s se han ido parando para su revisi¨®n y mantenimiento. Las dos centrales que funcionan deber¨¢n entrar en mantenimiento a finales de abril y nos podemos encontrar con un apag¨®n nuclear si nadie da el paso para volver a ponerlas a producir electricidad.
P. ?Es posible encontrar una alternativa en tan poco tiempo?
R. Fukushima tambi¨¦n ha agudizado contradicci¨®n entre la tradicional industria manufacturera de Jap¨®n, que est¨¢ a favor de la energ¨ªa nuclear, y la industria tecnol¨®gica y m¨¢s avanzada que apuesta por energ¨ªas renovables.
P. Fue la industria la que convenci¨® a los japoneses de la seguridad de las nucleares.
R. Es una iron¨ªa, porque despu¨¦s de ser el ¨²nico pa¨ªs que ha sufrido las bombas at¨®micas, las grandes industrias se empe?aron en convencer a la poblaci¨®n de las bondades de la energ¨ªa at¨®mica para uso civil y de su seguridad.
Ni un solo Ayuntamiento ha dado luz verde a la reapertura de plantas porque valoran m¨¢s la seguridad de su gente que el dinero"
P. ?C¨®mo ve el papel del Gobierno?
R. La tercera contradicci¨®n que ha puesto en evidencia Fukushima es entre el Gobierno central y los regionales y los ayuntamientos. La industria nuclear ha sido muy generosa con los pueblos en los que decid¨ªa levantar una central, porque los ayuntamientos tienen la ¨²ltima palabra sobre las plantas. El Gobierno central apoya la reapertura de las plantas que hayan sido dotadas de nuevas medidas de seguridad, pero hasta ahora ni un solo Ayuntamiento ha dado luz verde porque valoran m¨¢s la seguridad de su gente que el dinero y el apag¨®n nuclear se acerca inexorablemente.
P. ?Hay un riesgo de ruptura?
R. La sociedad japonesa es como el bamb¨²: se inclina, cimbrea, pero no se quiebra. Estamos en una encrucijada en la que se han juntado el envejecimiento, dos d¨¦cadas de crisis econ¨®mica y Fukushima. Creo que Jap¨®n volver¨¢ salir adelante apoyado en el capitalismo cultural. Su negocio estar¨¢ en la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n, los mangas, los dibujos animados y la amplia oferta cultural y educativa japonesa.
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