El otro lado de la historia de Joseph Kony: la violencia del Ej¨¦rcito de Uganda

Joseph Kony y su Ej¨¦rcito de la Liberaci¨®n del Se?or (Lord's Resistance Army, LRA) nunca hab¨ªan sido tan famosos como estos d¨ªas, al menos en Occidente. Las atrocidades cometidas por esta milicia de origen ugand¨¦s y la campa?a militar en su contra liderada por el Ej¨¦rcito de este pa¨ªs (Uganda People's Defense Force, UPDF) se han convertido en el centro de atenci¨®n desde que la organizaci¨®n Invisible Children lanzara la semana pasada su campa?a Kony 2012 para pedir que el l¨ªder del LRA sea detenido cuanto antes. Sin embargo, la historia tiene sombras que el impactante v¨ªdeo que ha sacudido Internet elude en su relato.

Mucha m¨¢s gente es ahora consciente de los terribles cr¨ªmenes cometidos por el LRA: asesinatos, reclutamiento forzado, usos de ni?os soldado y de esclavas sexuales, violaciones y mutilaciones. Lo que quiz¨¢ es menos conocido son los abusos que tambi¨¦n ha cometido el UPDF y que toda una serie de informes han sacado a la luz. Estos describen una guerra muy sucia en la que la poblaci¨®n civil ha sufrido a manos tanto del LRA como de sus perseguidores.

"Varias fuentes acusaron a varios miembros del UPDF de explotar sexualmente a ni?os y un delegado de una organizaci¨®n de la ONU dijo que hab¨ªa informaci¨®n sobre varias ni?as, algunas de tan s¨®lo 12 a?os, prostituy¨¦ndose para soldados del UPDF", se lee en el informe "El LRA en la Rep¨²blica Centroafricana (RCA)", de diciembre de 2011 y realizado por el Social Science Reserach Council (SSRC), con sede en Estados Unidos.

El LRA no est¨¢ en Uganda desde 2006 y en la actualidad existe en forma de peque?as unidades repartidas en una enorme zona poblada de selvas entre Sud¨¢n del Sur, la Rep¨²blica Centroafricana y la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. Tropas ugandesas, acompa?adas de asesores militares estadounidenses, est¨¢n presentes en estos tres pa¨ªses, donde colaboran m¨¢s o menos estrechamente con los Ej¨¦rcitos locales en la b¨²squeda de miembros del LRA.

Estados Unidos lleva a?os ayudando al UPDF en su lucha contra el LRA. Le ha proporcionado una media de 1,5 millones de d¨®lares al mes desde diciembre de 2008 y, actualmente, un grupo de fuerzas especiales estadounidenses apoya al UPDF en el terreno.

El documento del SSRC cita a representantes del Gobierno de la RCA que acusan a los oficiales del UPDF de permitir una cultura de impunidad porque ellos mismos presuntamente participan en las actividades ilegales. Estas incluyen la tala ilegal de ¨¢rboles, el saqueo de recursos minerales y la venta en la RCA de rifles AK-47 y munici¨®n.

El informe se?ala que la ministra de Comercio, Marlyn Mouliom Roosalem, dice que "el UPDF no es bienvenido en la RCA y que est¨¢ m¨¢s interesado en saquear recursos que en perseguir al LRA". En ¨¦l tambi¨¦n se asegura que al menos un tercio de las tropas ugandesas en la RCA est¨¢ formado de excombatientes del LRA. El documento dice que los que abandonaron el LRA desde 2008 son integrados en las tropas ugandesas sin entrenamiento y, en algunos casos, a la fuerza y bajo amenazas. Muchos de ellos no reciben ning¨²n salario.

"Todo eso no ocurre y en la realizaci¨®n del informe del SSRC en realidad no entrevistaron a oficiales del Gobierno de la RCA", contesta indignado en conversaci¨®n telef¨®nica desde Uganda el teniente coronel Felix Kulayigye, portavoz del UPDF. "Todos esos informes lo que quieren es empa?ar nuestra imagen y que parezca que los malos somos nosotros".

Otra investigaci¨®n, redactada conjuntamente por la Comisi¨®n ugandesa de derechos humanos y por el Alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, va m¨¢s all¨¢ y describe todo tipo de abusos cometidos por el UPDF en Uganda los ¨²ltimos a?os.

"Hubo informaciones de testigos que dijeron que durante su tiempo en cautividad vieron a oficiales del UPDF ordenar las violaciones masivas de mujeres capturadas al LRA (y que antes hab¨ªan sido secuestradas por esta milicia) y luego matarlas a cuchillazos o con disparos", dice el informe.

El documento detalla todo tipo de cr¨ªmenes cometidos tanto por el LRA como por el UPDF, aunque aclara que en el caso del Ej¨¦rcito ugand¨¦s los abusos no se producen de forma sistem¨¢tica como s¨ª ocurre en el caso del LRA, cuya ¨²nica estrategia consiste en aterrorizar a la poblaci¨®n civil.

Seg¨²n este informe, soldados ugandeses violaron tanto a civiles hombres como mujeres, en ocasiones p¨²blicamente, para castigar e intimidar a poblaciones para que no se opongan a sus ¨®rdenes. Tambi¨¦n han sido acusados de violar a mujeres refugiadas en campos para personas desplazadas.

Adem¨¢s, se?ala que soldados del UPDF robaron en las casas abandonadas durante la existencia de los "poblados protegidos", en los que el Gobierno ugand¨¦s oblig¨® a vivir a gran parte de la poblaci¨®n del norte de Uganda hasta hace unos a?os."Casi todos los entrevistados hablaron de la violencia, empobrecimiento y la humillaci¨®n que sufrieron a causa de este desplazamiento forzado".

Adem¨¢s, los campos no estaban bien protegidos y el LRA llev¨® a cabo algunas de sus mayores masacres en y alrededor de estos lugares. "Como m¨ªnimo, decenas de miles murieron en estos campos por culpa de enfermedades y violencia", indica el informe.

Tambi¨¦n cuenta c¨®mo, seg¨²n varios testigos, el LRA mat¨® y cocin¨® a algunos de sus rehenes antes de abandonar algunos de sus campos. Lo hizo para que los soldados ugandeses creyeran que se trataba de alimentos y se los comieran cuando llegaran a esos lugares.

Seg¨²n este y otros informes, el UPDF no es bienvenido en la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo, pa¨ªs que ya invadi¨® tras el genocidio ruand¨¦s en 1994 y cuyas tropas fueron entonces acusadas de abusar de la poblaci¨®n civil y de robar minerales.

¡°Cuando nos llegan esas acusaciones, las investigamos y nunca hemos encontrado nada¡±, asegura el teniente coronel Kulayigye del Ej¨¦rcito ugand¨¦s.

Hay que se?alar, adem¨¢s, que varios informes indican que el ambiente y la actitud de las tropas ugandesas en la Rep¨²blica Centroafricana han mejorado desde la llegada en diciembre de los militares estadounidenses.

"Estados Unidos se toma muy en serio las acusaciones de violaciones de los derechos humanos y de mala conducta y discutir¨¢ las acusaciones m¨¢s recientes con oficiales ugandeses", responde a este diario Hilary Renner, portavoz del Departamento de Estado.

"Cuando trabajamos con Ej¨¦rcitos extranjeros, buscamos promover una cultura en la que oficiales y soldados deban rendir cuentas de sus acciones como regla general, y en esta ocasi¨®n no es diferente", a?ade Renner. "Estados Unidos no proporciona entrenamiento a individuos o unidades de los que se crea que han podido cometer graves violaciones de los derechos humanos".

La iniciativa militar liderada por Uganda cuenta tambi¨¦n con el apoyo de Naciones Unidas, de la Uni¨®n Africana y de la Uni¨®n Europea (UE). De hecho, en diciembre el ministro de Defensa ugand¨¦s, Crispus Kiyonga, anunci¨® que la UE iba a donar 1,2 millones de d¨®lares para la construcci¨®n de una base militar que funcione como centro conjunto de operaciones en la lucha contra el LRA.

Tras el ¨¦xito extraordinario de la campa?a Kony 2012, organizaciones como Human Rights Watch y Aminist¨ªa Internacional han pedido a todos los actores implicados en la b¨²squeda de Joseph Kony que respeten los derechos humanos y la legislaci¨®n internacional.

Adem¨¢s, y aunque todos los informes se?alan que el arresto de Kony ser¨ªa evidentemente una noticia muy positiva, tambi¨¦n coinciden en indicar que no significar¨ªa el fin de la historia. En general, todos piden que la b¨²squeda de Kony y de sus oficiales vaya acompa?ada de una estrategia global que tambi¨¦n incluya incentivos para que combatientes del LRA abandonen la milicia y una mejora de la protecci¨®n a la poblaci¨®n civil. Adem¨¢s, se deber¨ªan realizar programas de asistencia m¨¦dica y psicol¨®gica en las ¨¢reas afectadas por la violencia, junto con planes de educaci¨®n y reintegraci¨®n social y laboral para excombatientes y v¨ªctimas, as¨ª como proyectos de reconciliaci¨®n y justicia local. El informe realizado por la Comisi¨®n ugandesa de derechos humanos y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos se?ala que deber¨ªan ser llevados ante la justicia tanto los responsables del LRA como los responsables de los abusos cometidos por el UPDF, tanto por principio como para evitar desagravios en el caso de que s¨®lo una parte de las v¨ªctimas reciba justicia.