C¨®mo se verificaron los correos de El Asad
No se puede descartar la posibilidad de que haya falsificaciones en la copia inform¨¢tica, pero varios indicios sugieren que son aut¨¦nticos
?Por qu¨¦ cree The Guardian que los correos son genuinos?
Los 3.000 correos facilitados por una fuente de la oposici¨®n siria revelan gran cantidad de informaci¨®n privada, incluidos v¨ªdeos y fotograf¨ªas de la familia, un escaneo del carn¨¦ de identidad del presidente y un certificado de nacimiento de un miembro de la familia que ser¨ªa dif¨ªcil de conseguir o fabricar incluso para un embaucador con recursos o una agencia de inteligencia. Las cuentas sam@alshahba.com y ak@alshabha.com que los activistas dicen que eran usadas por Bashar el Asad y su mujer, Asma, se comunican de forma regular y en t¨¦rminos afectuosos con asesores y parientes, algunas de cuyas direcciones de correo electr¨®nico son f¨¢cilmente verificables. Eventos o discursos mencionados en los mensajes coinciden con el momento en que ocurren. Las cuentas ¡°Sam¡± y ¡°ak¡± estaban monitoreadas al mismo tiempo por activistas que dicen que los protagonistas reaccionaban en tiempo real a eventos sobre el terreno en Siria.
?Qu¨¦ ha hecho The Guardian para verificar los correos electr¨®nicos?
The Guardian ha contactado con diez personas cuyos correos aparecen en la memoria inform¨¢tica. Todos han confirmado la hora y el contenido de los mensajes o no han negado que sean aut¨¦nticos. Las personas contactadas incluyen a Thomas Nagorski, director de la cobertura internacional de ABC News, que intercambi¨® e-mails con Sheherazad Jaafari cuando trataba de concertar una entrevista de El Asad con Barbara Walters, y Sir Andrew Green, exembajador brit¨¢nico en Siria. Uno de los mensajes de Green, datado el 6 de octubre de 2011, estaba destinado al suegro de El Asad; el otro, datado el 26 de junio de 2011, estaba dirigido a miembros de la Sociedad Brit¨¢nico-Siria. Green confirm¨® que esos correos eran aut¨¦nticos. Tambi¨¦n hab¨ªa una copia para Lord Powell, exasesor en pol¨ªtica exterior de Margaret Thatcher, y miembro de la directiva de la sociedad. Preguntado por el correo, Powell dijo: ¡°Me suena, pero no tengo tiempo para buscar en mis archivos¡±.
Eventos o discursos mencionados en los correos coinciden con el momento en que ocurren
Asma el Asad usaba la direcci¨®n electr¨®nica ak@alshahba.com y se cree que utilizaba el seud¨®nimo de Alia Kayali cuando encargaba art¨ªculos de dise?o caros de Reino Unido. Los cuatro proveedores brit¨¢nicos mencionados en los correos y contactados por The Guardian confirmaron que los intercambios eran reales.
El empresario liban¨¦s Azmi T Mikati, un amigo de Asma el Asad que aparece en muchos de los e-mails, rechaz¨® negar la veracidad de los correos cuando fue contactado por The Guardian, a pesar de que se le ofreci¨® hacerlo. Solo una persona, que pidi¨® no ser identificado, dijo que no reconoc¨ªa un correo que aparece en buz¨®n de El Asad, a pesar de que reconoci¨® que hab¨ªa enviado varios mensajes que aparec¨ªan en una serie diferente. The Guardian tambi¨¦n intent¨® contactar con Wafic Sadi, un empresario y fil¨¢ntropo de origen sirio, que aparece brevemente en la cadena de mensajes y con Hussein Mortada, un hombre de negocios pro iran¨ª cuyos correos aparecen en la memoria, pero ninguno devolvi¨® las llamadas.
The Guardian tambi¨¦n consult¨® con Abdulhakim Khaddam, el expresidente interino de Siria, ahora exiliado en Francia, que no pudo confirmar la autenticidad de los e-mails. En todos los casos, The Guardian ha cotejado datos consignados en la memoria. En un correo, un socio de un bufete de abogados sugiere a uno de los miembros de la familia El Asad que exija una disculpa p¨²blica por un art¨ªculo sobre ¨¦l. El socio inform¨® a su cliente en otro correo de que la disculpa ser¨ªa publicada ese d¨ªa, y el peri¨®dico lo hizo, incluyendo buena parte de la formulaci¨®n exacta que se requer¨ªa.
?El proceso de verificaci¨®n descarta que haya correos falsos en la memoria?
La verificaci¨®n no descarta
que haya correos falsos.
Pero ninguna de las
comprobaciones desmiente
las afirmaciones
de los activistas
No. Ser¨ªa imposible contactar con todos aquellos mencionados en los e-mails, y los miembros del c¨ªrculo interno no han respondido a las preguntas de The Guardian. Sin embargo, ninguna de las comprobaciones que hemos llevado a cabo ha desmentido las afirmaciones de los activistas respecto a los correos.
?Cu¨¢l es la prueba de que ¡°SAM¡± es Bachar el Asad y que ¡°AK¡± es Asma?
Hay varios intercambios en los que Sam y Bachar son claramente la misma persona. En noviembre, por ejemplo, Hadeel Al Ali, jefa de prensa de El Asad, envi¨® un correo a sam@alshahba.com sobre una entrevista que El Asad hab¨ªa dado a un activista estudiantil, Hussam Arian, seis meses antes. Ella adjuntaba una foto de Arian con El Asad y pantallazos de la p¨¢gina de Facebook del estudiante, que reproduc¨ªa el art¨ªculo. Ella le dice a ¡°Sam¡±: ¡°Hice muchas capturas de la p¨¢gina de Hussam Arian y el art¨ªculo que escribi¨® sobre ti¡±.
Otro correo a la direcci¨®n de Asma dice: ¡°?Fares cerr¨® todas tus cuentas de twitter!¡±. Fares Kallas es el asistente de Asma el Asad, y otros e-mails de la serie muestran que ¨¦l hab¨ªa pedido a Twitter que cerrara varias cuentas falsas que pretend¨ªan ser de Bashar. En el caso de Asma, hay una serie de correos entre ak@alshahba.com y la familia de Asma el Asad que ofrecen pruebas convincentes. Muchos e-mails enviados a ¡°Ak¡± de parte de su familia comienzan con ¡°Hola, Asma¡±, y en uno de los mensajes de su familia ak@alshahba.com aparece como Asma Akhras, el nombre de soltera de Asma el Asad.
Hay muchos otros ejemplos de miembros de la familia que env¨ªan correos afectuosos a Asma a la cuenta ¡°Ak¡±. El 21 de noviembre de 2011, uno de sus hermanos le manda fotos de la fiesta de cumplea?os de su padre, con el t¨ªtulo ¡°Cumplea?os de pap¨¢, 2011¡±. Las fotos muestran a Asma con otros miembros de su familia reunidos en una cocina. El hermano tambi¨¦n envi¨® las fotos a su otro hermano.
?Podr¨ªa una tercera persona estar usando cualquiera de las cuentas?
Los correos de la cuenta ¡°Ak¡± a veces est¨¢n firmados con el nombre de ¡°Alia¡±. Los activistas de la oposici¨®n siria dicen que Asma tom¨® el nombre de una secretaria de la compa?¨ªa, Alia Kayali, que trabaja en la oficina de Al Shahba en Londres. Dicen que la Kayali real no ten¨ªa acceso a la cuenta ¡°Ak¡±. The Guardian no ha logrado contactar con la Alia Kayali real para verificarlo, pero parece poco probable que esta cuenta tan ¨ªntima fuera accesible para un subalterno. En uno de los intercambios, su amiga Sheika al Mayassa al Thani, la hija del emir de Catar, le pregunta a Asma el Asad si puede facilitarle su direcci¨®n electr¨®nica privada de ¡°Ak¡± a la esposa del primer ministro turco, que quer¨ªa contactarla. Asma el Asad responde cuatro d¨ªas m¨¢s tarde: ¡°Preferir¨ªa que no tuviera mi correo. Uso esta cuenta solo para familiares y amigos¡±. Asma el Asad firmaba como ¡°aaa¡±.
Parecer¨ªa que Asma estaba haciendo compras con un seud¨®nimo. En un intercambio vinculado con al menos dos compras diferentes, los correos a los proveedores est¨¢n firmados como Alia Kayali. Pero otros correos a allegados de Asma est¨¢n sin firmar. Bachar tambi¨¦n parece que toma una identidad prestada, la de Ayman Mikati, de la Quinta Avenida de Nueva York, para comprar en I-Tunes.
?Por qu¨¦ The Guardian cree que est¨¢ justificado publicar correspondencia privada?
Creemos que hay muchas revelaciones, incluyendo las pruebas de que El Asad recibe asesor¨ªa de Ir¨¢n e informaci¨®n detallada de la situaci¨®n en Homs, que son claramente de inter¨¦s p¨²blico. Dada la naturaleza de la brutal represi¨®n ejercida por el r¨¦gimen de El Asad contra el pueblo sirio, creemos que el panorama m¨¢s detallado de los entresijos del c¨ªrculo interno de El Asad que ofrecen los correos, y la forma en la que ¨¦l y su mujer han llegado a mantener su lujoso estilo de vida, son tambi¨¦n de inter¨¦s publico. The Guardian no solicit¨® el material.
Hemos optado por no publicar informaci¨®n personal, como fotos y v¨ªdeos de la familia Akhras, que no est¨¢n vinculados a las actividades de la familia principal y la forma en la que gobiernan Siria.
?Qu¨¦ dice el Gobierno sirio?
Cuando las contrase?as de 72 cuentas de correo del Ministerio sirio de la Presidencia fueron publicadas por piratas inform¨¢ticos en febrero, la televisi¨®n estatal rechaz¨® el asunto y lo consider¨® como una broma y un ¡°juego infantil¡±. Negaron que sam@alshahba.com fuera el correo privado de Bachar el Asad. Los funcionarios sirios contactados The Guardian han rehusado hacer ning¨²n comentario.
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