Acapulco intenta resurgir de la violencia
La ciudad mexicana busca recuperar la gloria de su pasado tur¨ªstico
Hubo un tiempo en el que Liz Taylor cruzaba la calle para ir al supermercado y Tony Curtis se pon¨ªa un mandil y serv¨ªa copas en el Paradise. Eran los tiempos en los que era verdad la publicidad del hotel Los Flamingos: ¡°Bienvenidos al escondite de la pandilla de Hollywood¡±. Errol Flynn, Johnny Weissmuller Tarz¨¢n, Cary Grant, John Wayne, Frank Sinatra, Elvis Presley¡ formaron la constelaci¨®n de estrellas que hicieron de Acapulco, entre las d¨¦cadas de los cuarenta y los sesenta, un sin¨®nimo mundial del glamour.
Ya hace mucho de aquello. Apenas una treintena de turistas asisten en la v¨ªspera del puente de San Jos¨¦ al escalofriante espect¨¢culo de los clavadistas en La Quebrada, donde muchachos temerarios se arrojan al mar desde un acantilado de 35 metros por unos pesos; los hoteles no superan el 20% de ocupaci¨®n y los cruceros, que en 2011 llegaron a ser 110, ahora solo est¨¢n previstos 14.
¡°La violencia persiste y el turismo no despega¡±, dice Juan Angulo, director de El Sur, de Acapulco un peri¨®dico que los sicarios del narco ametrallaron e intentaron quemar en noviembre de 2010. Hoy sus poco m¨¢s de 60 redactores, con un sueldo medio de 8.000 pesos (menos de 500 euros), trabajan encerrados y el turno de noche se cubre desde casa. Angulo explica que la violencia lleg¨® a Acapulco en 2005 con la descomposici¨®n del cartel de los hermanos Beltr¨¢n Leyva.
Desde entonces la guerra no ha cesado entre los diferentes grupos del crimen organizado (la Barredora, el cartel del Diablo, el cartel independiente de Acapulco, la familia Michoacana, el cartel de Jalisco Nueva Generaci¨®n...). Los acapulque?os llaman gen¨¦ricamente a todas estas bandas la Ma?a y sus zonas de reclutamiento de sicarios son las colonias del interior del valle, un horno alejado de las playas paradis¨ªacas.
Los hoteles no superan el 20% de ocupaci¨®n y los cruceros, que en 2011 llegaron a ser 110, ahora solo est¨¢n previstos 14
En las superpobladas colonias La Zapata y Sim¨®n Bol¨ªvar las casas y muros muestran las huellas de las r¨¢fagas de los cuernos de chivos (fusiles Ak-47), la mayor¨ªa de las tiendas est¨¢n cerradas y absolutamente todos los puestos de polic¨ªa. ¡°Vamos por los puros nervios de la colonia porque al coraz¨®n no podemos. Los malandros (delincuentes) conocen mi carro¡±, comenta Bernardino Hern¨¢ndez, fot¨®grafo freelance, mientras conduce un destartalado Volkswagen escarabajo por calles sin asfaltar.
Francisco es maestro, un gremio que sufri¨® la extorsi¨®n del narco hace meses, en una escuela de secundaria. Da clases a los adolescentes de la Sim¨®n Bol¨ªvar y no considera frustrante su trabajo, sino necesario: ¡°Es un reto hacerles ver que hay muchas salidas a la violencia y a la pobreza. La violencia disminuye cuando los grupos se reconcilian. Vivimos una paz relativa¡±. Entre el jueves y el viernes pasados aparecieron cuatro cad¨¢veres en la ciudad.
Pero la crisis tur¨ªstica es anterior a la violencia. ¡°El ¨¦xito de Acapulco coincide con el fin de La Habana como destino tur¨ªstico y cuando Europa no se ha recuperado a¨²n de la II Guerra Mundial¡±, explica Graciela B¨¢ez, secretaria de Turismo. ¡°Nunca se prepar¨® para tener competencia. Surgieron otros destinos en M¨¦xico como Canc¨²n y Los Cabos, la calidad del servicio se deterior¨® y los extranjeros se marcharon. Ahora la inmensa mayor¨ªa de los turistas que vienen son nacionales, sobre todo de Ciudad de M¨¦xico, desde que se inaugur¨® en los noventa la autopista del Sol que acort¨® el viaje a cuatro horas. El problema de la inseguridad es coyuntural, pero ha sido la gota que derram¨® el vaso¡±. La ciudad ha perdido un 6% de turistas respecto a 2008, el mejor a?o para el sector en M¨¦xico.
Sin embargo, la gloria del pasado juega a favor de Acapulco como sus bell¨ªsimas bah¨ªas, su exuberante vegetaci¨®n, el clima y la recuperaci¨®n de la seguridad en toda la zona tur¨ªstica. La polic¨ªa federal patrulla d¨ªa y noche la Costera, la avenida que recorre de norte a sur la ciudad en paralelo al mar, y el Ej¨¦rcito est¨¢ presente desde que en octubre comenzara la Operaci¨®n Guerrero Seguro. Acapulco representa el 80% del PIB del Estado de Guerrero.
Acapulco nunca se prepar¨® para tener competencia. Surgieron otros destinos en M¨¦xico como Canc¨²n y Los Cabos, la calidad del servicio se deterior¨® y los extranjeros se marcharon" Graciela B¨¢ez, secretaria de Turismo
Salir del letargo parece estar ahora al alcance de la mano. Hace unas semanas un grupo de empresarios, encabezados por Carlos Slim, en colaboraci¨®n con los Gobiernos estatal y federal lanzaron una iniciativa para recuperar el Acapulco tradicional. El inter¨¦s de Slim ¡°es un voto de confianza en la ciudad¡±, comenta Alejandra Frausto, directora general de Cultura de Guerrero. ¡°Desde que se hizo el anuncio, los hoteleros que quer¨ªan vender est¨¢n a la expectativa y los productores de tres pel¨ªculas que antes dudaban van a filmar en Acapulco¡±, a?ade.
De pronto hay planes para mejorar las infraestructuras de la ciudad, los eventos culturales se multiplican, se trabaja para aumentar los vuelos directos desde EE UU y la Secretar¨ªa de Turismo est¨¢ a punto de inaugurar su web en ingl¨¦s. En la madrugada del viernes la Costera es un gran atasco de tr¨¢fico. Acapulco busca una segunda oportunidad.
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