La defensa del sargento que mat¨® a 16 afganos alega "inestabilidad psicol¨®gica"
El abogado del militar estadounidense quiere evitar el inicio del consejo de guerra
El sargento estadounidense Robert Bales, acusado de matar a 16 civiles, nueve de ellos ni?os, el 11 de marzo en Afganist¨¢n se reuni¨® ayer por primera vez con su abogado, quien dio indicaciones de que en el proceso judicial alegar¨¢ inestabilidad psicol¨®gica, propiciada por un trastorno por estr¨¦s postraum¨¢tico y por una lesi¨®n cerebral sufrida en un vuelco de su veh¨ªculo durante la segunda de cuatro misiones en el frente de guerra.
¡°Lo que sucede sobre el terreno en Afganist¨¢n, yo puedo haber le¨ªdo sobre ello, ustedes pueden haber le¨ªdo sobre ello, pero es algo totalmente diferente o¨ªr el testimonio de alguien que ha estado all¨ª. Es algo emocionalmente cargante¡±, dijo el abogado, John Henry Brown, en conversaci¨®n telef¨®nica con AP tras un primer encuentro con su cliente, en el centro de detenci¨®n de Fuerte Leavenworth, en Kansas.
El letrado tambi¨¦n anticip¨® que la fiscal¨ªa militar presentar¨¢ cargos esta semana, y que estos ser¨¢n ¡°realmente graves¡±. Entonces se abrir¨¢ una vista preliminar en la que un magistrado decidir¨¢ si hay pruebas suficientes que incriminen a Bales y si este est¨¢ psicol¨®gicamente capacitado para ser sometido a juicio. Al alegar inestabilidad mental, la defensa tratar¨¢ de evitar que se inicie el consejo de guerra.
Si no lo logra, y se abre juicio formal, la fiscal¨ªa militar puede pedir para el sargento la pena de muerte. Hay siete soldados norteamericanos condenados a la pena capital. La ¨²ltima ejecuci¨®n de ese tipo en el Ej¨¦rcito de EE UU tuvo lugar en 1961. El presidente de la naci¨®n debe autorizar por escrito cada ajusticiamiento que tenga lugar entre sus tropas.
La defensa ha retratado, en los pasados d¨ªas, a Bales como un patriota y un h¨¦roe, que se quebr¨® bajo la presi¨®n de tres misiones en Irak y una ¨²ltima, a la que no quer¨ªa acudir, en Afganist¨¢n. Al sargento, casado y con dos hijos, se le deneg¨® un ascenso el a?o pasado. En 2009 hab¨ªa sufrido la ejecuci¨®n hipotecaria de una casa. D¨ªas antes de la matanza, su mujer hab¨ªa puesto en venta otra residencia.
La fiscal¨ªa dispone de numerosas pruebas que indican que Bales no era el h¨¦roe de guerra comprometido con la poblaci¨®n civil en Irak y Afganist¨¢n que la defensa ha retratado en diversas entrevistas en d¨ªas pasados. Durante el fin de semana atrajo considerable atenci¨®n una conversaci¨®n de Bales con un amigo de la infancia, Steven Berling, en la red social de Facebook, mantenida en 2010.
¡°Este viaje al extranjero es aburrido, bastante pesado¡±, dijo Bales mientras se hallaba en su tercera misi¨®n en Irak. ¡°Darle dinero a los?hajis, en lugar de balas, no me parece adecuado¡±. Durante su misi¨®n en Irak, muchos solados norteamericanos se refer¨ªan a los civiles de forma despectiva como haji, empleando un t¨¦rmino ¨¢rabe que se refiere a aquellos musulmanes que han completado la peregrinaci¨®n a la Meca.
Bales contar¨¢ tambi¨¦n con un equipo de abogados militares facilitados por el Pent¨¢gono. Browne, su abogado civil, es famoso por haber defendido sonados casos de homicidio, como el del asesino en serie confeso Ted Bundy, ajusticiado en 1989, o el de Benjamin Ng, que fue declarado culpable por 13 muertes en 1983, pero que se libr¨® de la condena a pena de muerte.
Un memorando del Ej¨¦rcito, enviado a finales de la semana pasada al Congreso, describe c¨®mo Bales abandon¨® su base en la madrugada del 11 de marzo, camin¨® hasta dos aldeas y aniquil¨® a los 16 civiles, antes de amontonarles para tratar de prenderles fuego. Hoy, el comandante al mano de las tropas de la OTAN en Afganist¨¢n, general John Allen, testificar¨¢ en el Capitolio, en Washington, para informar del estado de la misi¨®n b¨¦lica en aquel pa¨ªs.
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