El nuevo presidente de Yemen no tiene tropas para luchar contra Al Qaeda
Un 22% de la poblaci¨®n se halla en situaci¨®n de ¡°inseguridad alimentaria grave¡±, seg¨²n la ONU
La violencia no da respiro a Yemen. A pesar del refer¨¦ndum presidencial que hace un mes ratific¨® el inicio de la era post Saleh, grupos afines a Al Qaeda est¨¢n aprovechando la debilidad del nuevo Gobierno y la divisi¨®n del Ej¨¦rcito para ganar terreno, sobre todo en el sur del pa¨ªs. El asesinato de un estadounidense el pasado domingo y el secuestro de una suiza cuatro d¨ªas antes solo son la punta del iceberg. La inestabilidad agrava adem¨¢s la ya precaria situaci¨®n econ¨®mica de Yemen y la ONU ha advertido de que una cuarta parte de la poblaci¨®n se encuentra en condiciones de ¡°emergencia alimentaria¡±.
¡°El problema es la debilidad del Gobierno y la divisi¨®n del Ej¨¦rcito¡±, explican fuentes diplom¨¢ticas occidentales en San¨¢. El general Ali Mohsen se ha negado a enviar tropas al sur mientras no haga lo mismo la Guardia Republicana. Este cuerpo de ¨¦lite sigue bajo el mando de Ahmed Saleh, hijo del expresidente Ali Abdal¨¢ Saleh. Ni Ahmed ni Ali Mohsen, que se aline¨® con la oposici¨®n a Saleh durante la revuelta del a?o pasado, quieren abandonar la capital, donde tienen concentradas sus fuerzas. As¨ª que el nuevo presidente, Abdrabbo Mansur Hadi, no tiene tropas para luchar contra Al Qaeda.
De ah¨ª que Hadi haya recurrido a la aviaci¨®n para tratar de recuperar la localidad de Jaar, la ¨²ltima que los aliados de Al Qaeda han tomado en la provincia de Abyan. Tambi¨¦n parece que EEUU y Francia le est¨¢n echando una mano desde el mar a ra¨ªz de que los terroristas utilizaran barcos para el asalto al cuartel de Kud en el que mataron a 185 soldados a principios de este mes. Sin embargo, los analistas coinciden en que mientras no logre enviar a las tropas no va a poder desalojar a Al Qaeda.
Apenas pasa un d¨ªa sin que los Partidarios de la Shar¨ªa, como se denominan los militantes yemen¨ªes afines a Al Qaeda, anuncien un nuevo ataque. Poco a poco est¨¢n extendiendo sus operaciones hacia el norte del pa¨ªs y, en un desarrollo que preocupa a las canciller¨ªas europeas, ya no se limitan a atacar objetivos militares sino que han empezado a actuar contra civiles extranjeros. Las autoridades han extendido la alerta a San¨¢ y reforzado la vigilancia de las embajadas occidentales en la capital.
¡°Esto tiene mala pinta¡±, conf¨ªa un diplom¨¢tico europeo tras dar cuenta de un aumento de la violencia en la ciudad. ¡°Vuelven a o¨ªrse tiroteos por la noche¡±, relata por tel¨¦fono.
Hadi y otros pol¨ªticos se han quejado de la interferencia de Saleh, que sigue ejerciendo de secretario general del Consejo Popular General (partido al que tambi¨¦n pertenece Hadi y uno de los integrantes del Gobierno de unidad nacional). Lo perciben como una violaci¨®n del pacto que le garantiz¨® la inmunidad a cambio de su retirada de la pol¨ªtica. Sin embargo, para los observadores eso no justifica la forma de actuar del presidente. Tras destituir a Tarek, uno de los sobrinos de Saleh, como jefe de la Guardia Presidencial, Hadi se retract¨® a los dos d¨ªas, dando la imagen de que no resiste las presiones.
Tambi¨¦n se ha mostrado incapaz de acabar con las bandas armadas en las ciudades. No se trata de grupos criminales sino de milicias tribales que obedecen a uno o a otro bando. Aunque los analistas reconocen la dificultad de desarmarlas sin romper el equilibrio, sugieren que tiene que haber una forma de cooptar a sus jefes para que vuelvan a sus regiones y eliminar las armas de la calle. De momento, su violencia no es indiscriminada sino el resultado de rencillas tribales, pero plantea un riesgo de inseguridad ciudadana.
Aun as¨ª, de todos los peligros a los que se enfrenta Yemen, el m¨¢s grave es la amenaza silenciosa del hambre. Seg¨²n el Programa Mundial de Alimentos (PMA) cinco millones de yemen¨ªes (un 22% de la poblaci¨®n total) se hallan en situaci¨®n de ¡°inseguridad alimentaria grave¡±, el doble que en 2009. Otros cinco millones afrontan una ¡°inseguridad alimentaria moderada¡±. Los datos son un adelanto del informe que ese organismo y Unicef est¨¢n elaborando con la ayuda del centro de estad¨ªsticas yemen¨ª que se har¨¢ p¨²blico el mes que viene.
¡°Una cuarta parte de la poblaci¨®n yemen¨ª necesita con urgencia ayuda alimentaria¡±, ha alertado la representante del PMA en ese pa¨ªs, Lubna Alaman. Ese organismo ya asiste a 3,6 millones de yemen¨ªes afectados por el alza de los precios y los conflictos en el norte y en el sur del pa¨ªs que han desplazado de sus hogares a 670.000 personas.
Ya antes de la revuelta para echar del poder a Saleh, Yemen, el pa¨ªs m¨¢s pobre de Oriente Pr¨®ximo, padec¨ªa altas tasas de malnutrici¨®n y bolsas de hambruna. El conflicto que desat¨® la protesta popular lo acerc¨® al borde del precipicio al paralizar la econom¨ªa desde principios de 2011. Esa crisis se sum¨® al alza generalizada de los precios de los alimentos en todo el mundo. Algunas familias empezaron a saltarse comidas. El pasado diciembre, Unicef advirti¨® de que el nivel de malnutrici¨®n entre los ni?os se acercaba al de Somalia.
Ni el PMA ni Unicef disponen de los fondos que necesitan para hacer frente a esta crisis. Sus portavoces advierten que aunque la hambruna es silenciosa puede hundir al pa¨ªs antes que cualquier otra fuerza. El hambre no solo impide que el pa¨ªs avance sino, que sumado al caos, se convierte en caldo de cultivo abonado para los extremistas.
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