La huella en Internet perdi¨® al yihadista
Los investigadores llegaron al sospechoso gracias a una compra que realiz¨® por la Red
Una direcci¨®n IP, aquella por la que se puede saber desde d¨®nde ha accedido a Internet un determinado equipo, es el hilo del que tiraron los investigadores franceses para identificar, localizar y cercar a Mohamed Merah, el sospechoso de los tres atentados que han causado siete muertes ¨Ctres paracaidistas de origen magreb¨ª y un profesor y tres ni?os de una escuela jud¨ªa- en Toulouse. La primera de sus v¨ªctimas, el paracaidista Imad Ibn Ziaten, hab¨ªa colocado un anuncio en Internet ofreciendo vender su moto Suzuki: el que terminar¨ªa siendo su asesino hab¨ªa respondido interes¨¢ndose y solicitando un encuentro. El paracaidista fue abatido de dos balazos en ese encuentro, pero su ordenador habl¨® y revel¨® la direcci¨®n IP del que pretend¨ªa ser el comprador de la Suzuki. ?sta correspond¨ªa a un familiar de Mohamed Merah.
Result¨® que Mohamed Merah, de 24 a?os, nacionalidad francesa y origen familiar argelino, estaba fichado por la Direction Centrale du Renseignement Interieur (DCRI), los servicios de inteligencia interiores franceses. Se le conoc¨ªan dos viajes a Pakist¨¢n y Afganist¨¢n y amistades en Francia con salafistas. No hab¨ªa sido detenido por ello, puesto que eso no constituye un delito.
El martes, al d¨ªa siguiente de la matanza en la escuela jud¨ªa, tras descartar definitivamente otras pistas investigadas, como la de los paracaidistas neonazis, la DCRI centr¨® sus sospechas en Mohamed Merah. Seg¨²n informa Liberation, La ¨²ltima clave la dio, el martes hacia las 16.30, un polic¨ªa al que un concesionario de Yamaha en Toulouse le inform¨® de que un joven hab¨ªa venido preguntando c¨®mo pod¨ªa anular el localizador GPS de su moto. En la madrugada de este mi¨¦rcoles, m¨¢s de 300 polic¨ªas, entre ellos unidades del RAID -el equipo de intervenci¨®n de la Polic¨ªa Judicial francesa semejante a los GEO espa?oles- cercaron la vivienda de Mohamed Merah.
A la hora en que escribo, Mohamed Merah sigue parapetado en la planta baja de Toulouse que constituye su vivienda. Aunque inicialmente prometi¨® rendirse a primera hora de la tarde de hoy, el ministerio del Interior franc¨¦s no oculta sus temores a que intente colgar en Internet el v¨ªdeo del atentado de la escuela y luego se suicide.
Los polic¨ªas le quieren vivo, entre otras para desentra?ar si ha actuado en solitario o si pertenece a un grupo. Los agentes que han hablado con ¨¦l durante las ¨²ltimas horas lo han descrito como tranquilo y parlanch¨ªn. Les ha dicho que se vincula con Al Qaeda y que ha actuado para ¡°vengar a los ni?os palestinos¡± -en el atentado contra la escuela jud¨ªa- y como protesta por la intervenci¨®n de tropas francesas en Afganist¨¢n ¨Cen los dos atentados contra paracaidistas de origen magreb¨ª-.
Al Qaeda nunca hab¨ªa actuado en Francia y, de hecho, los servicios policiales y de inteligencia de ese pa¨ªs la ten¨ªan como inexistente como tal en su territorio. Otra cosa, sin embargo, es que, individualmente o con alg¨²n peque?o grupo de c¨®mplices, Mohamed Merah se identifique con sus delirantes ideas y con sus terroristas m¨¦todos de acci¨®n. Al Qaeda se ha convertido desde hace a?os en una marca, una franquicia que utilizan grupos yihadistas locales.
Los investigadores franceses han trabajado con bastante rapidez. Se atribuye a la unificaci¨®n de todos los servicios de informaci¨®n interiores en la DCRI. El hoy presidente Sarkozy fue el art¨ªfice de esa unidad, al igual que el del protagonismo concedido al RAID en operaciones como la de Toulouse.
Los atentados de Toulouse se han producido en plena campa?a para las elecciones presidenciales francesas. Los primeros an¨¢lisis en Francia indican que Sarkozy, ex ministro de Interior con fama de duro y eficaz, puede mejorar sus posiciones con su gesti¨®n de esta crisis. Esta ma?ana, tras reunirse con una delegaci¨®n conjunta de representantes de las comunidades jud¨ªa y musulmana, ha emitido en El El¨ªseo un mensaje muy presidencial apelando a la unidad de la naci¨®n y condenando de antemano las explotaciones sectarias, pol¨ªticas o comunitaristas de estos sucesos.
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