Rebeli¨®n militar en Mal¨ª
Los sublevados atacan el palacio presidencial, acordonado por fuerzas leales al presidente Tour¨¦ Un sector del Ej¨¦rcito exige mejor equipamiento para combatir la rebeli¨®n tuareg del norte
Militares de Mal¨ª se rebelaron la tarde de este mi¨¦rcoles en Bamako, la capital del pa¨ªs, en protesta por la falta de medios para combatir la revuelta tuareg que desde enero asuela el norte del pa¨ªs. Un grupo de rebeldes ha anunciado la ma?ana del jueves, a trav¨¦s de la Oficina de Radio y Televisi¨®n de Mal¨ª (ORTM), haber "puesto fin a un r¨¦gimen incompetente", as¨ª como la disoluci¨®n de todas las instituciones y la suspensi¨®n de la Constituci¨®n. Seg¨²n ha informado el jueves el organismo encargado de la protecci¨®n civil, al menos 50 militares murieron en la noche del mi¨¦rcoles en los alrededores del palacio presidencial.
El portavoz de los soldados, el teniente Amadou Konar¨¦, fue el encargado de aparecer en televisi¨®n, cuyas oficinas hab¨ªan sido ocupadas y hab¨ªa suspendido la programaci¨®n. En su alocuci¨®n, acus¨® al presidente Amadou Toumani de ser incapaz de manejar "la crisis del norte de nuestro pa¨ªs". Seg¨²n fuentes cercanas al Ej¨¦rcito, el presidente ha sido retenido en un cuartel de paracaidistas en el centro de la capital. Tambi¨¦n anunciaron los rebeldes que tres ministros, entre ellos el de Exteriores y el de Administraci¨®n Territorial, se encuentran detenidos en la misma dependencia.
Horas m¨¢s tarde, en la ma?ana del jueves, el presidente del denominado Comit¨¦ Nacional para el Restablecimiento de la Democracia y la Restauraci¨®n del Estado, el capit¨¢n Amadou Sanogo, ha explicado que el Ej¨¦rcito ha dado un golpe de Estado en Mal¨ª por la "incapacidad" del Gobierno para hacer frente a la rebeli¨®n encabezada por los tuareg que se desarrolla en el norte del pa¨ªs. "Controlamos el palacio presidencial", ha declarado Sanogo en directo en televisi¨®n, acompa?ado por un grupo de militares uniformados.
Durante la madrugada, los enfrentamientos se extendieron a Gao, la principal ciudad del norte del pa¨ªs. El Consejo de Seguridad de la ONU ha mantenido consultas a puerta cerrada sobre la situaci¨®n que vive Mal¨ª y ha pedido que se mantenga el orden constitucional en el pa¨ªs africano. Tambi¨¦n Francia, por boca de su ministro de Asuntos Exteriores, Alain Jupp¨¦, conden¨® la algarada militar y alent¨® a que se mantenga el orden constitucional y a que las elecciones se celebren en abril, tal como estaba previsto. "Hemos condenado este golpe de Estado. Queremos el respeto de las reglas democr¨¢ticas y constitucionales", afirm¨® Jupp¨¦ en la cadena de radio Europe 1. "Las elecciones", a?adi¨®, "deben celebrarse lo m¨¢s r¨¢pido posible para que los malienses puedan pronunciarse". La Uni¨®n Europea tambi¨¦n conden¨® el golpe militar.
Los incidentes han estallado en un contexto de gran malestar en el sector castrense por la forma en que el Gobierno est¨¢ gestionando la rebeli¨®n de la etnia tuareg en el norte del pa¨ªs, que comenz¨® el pasado enero y ha causado m¨¢s de 100.000 desplazados. El pa¨ªs se prepara adem¨¢s para las elecciones presidenciales, fijadas para el 29 de abril.
El detonante de la rebeli¨®n ha sido la visita del ministro del Defensa, Sadio Gassama, al batall¨®n 333 del Ej¨¦rcito de Tierra, basado en cuartel de Kati, unos 20 kil¨®metros al norte de Bamako y uno de los m¨¢s importantes del pa¨ªs. "El ministro acudi¨® a conversar con las tropas, pero el di¨¢logo fracas¨®", dijo una fuente militar. "La gente protestaba por el? manejo que el Gobierno est¨¢ haciendo de la crisis en el norte", donde los independentistas tuareg han ido ganando terreno en las ¨²ltimas semanas. Al no sentirse escuchados, los militares han salido a la calle. Otras fuentes sugieren que como tel¨®n de fondo hay un enfrentamiento en el seno de las Fuerzas Armadas.
El Ej¨¦rcito acusa al Gobierno de debilidad por intentar negociar con los tuareg y se ha venido quejando del pobre equipamiento con el que cuenta. "Estamos hartos. Queremos municiones para combatir", ha declarado a la agencia France Presse un cabo que pide el anonimato. "El ministro de Defensa ha venido a hablarnos, pero no nos ha convencido". Los militares, a?ade, no quieren la salida del presidente Amadou Toumani Toure. "Es nuestro presidente, pero es necesario que arregle las cosas".
"Tiene toda la pinta de ser un golpe de Estado", explica v¨ªa telef¨®nica Ramata Diaour¨¦, del diario 22 de Septiembre de Bamako. ¡°Han tomado la sede de la radio-televisi¨®n y ahora estamos a la espera de que emitan un comunicado anunci¨¢ndolo¡±. Seg¨²n la periodista, a las unidades procedentes de Kati se han a?adido otras de Bamako, probablemente de Camp Para. ¡°Mientras los militares pasaban por las calles los polic¨ªas se largaban y la poblaci¨®n se retiraba a sus casas. Desde primera hora de la ma?ana los accesos al palacio presidencial estaban cortados y nos dec¨ªan que estaba protegido por militares leales¡±.
Precisamente el martes, el presidente maliense, Amadou Toumani Toure, reconoci¨® la gravedad de la situaci¨®n. "Mi pa¨ªs atraviesa hoy un momento dif¨ªcil marcado por la degradaci¨®n de la seguridad en la parte septentrional", dijo Tour¨¦ durante una reuni¨®n ministerial de la Uni¨®n Africana celebrada en Bamako. El presidente de Mal¨ª responsabiliz¨® de esta situaci¨®n a los "ataques lanzados por los rebeldes armados, de los que muchos son repatriados venidos de Libia, islamistas armados y narcotraficantes".
Tour¨¦ se refer¨ªa, sin citarlo, al grupo independentista tuareg Movimiento Nacional de Liberaci¨®n de Azawad (MNLA), que se levant¨® en armas el pasado 17 de enero para exigir la autodeterminaci¨®n del norte del pa¨ªs. Las autoridades acusan al MNLA de estar apoyado por Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico (AQMI), por el grupo islamista radical Ansar al Din (Seguidores de la religi¨®n), por excombatientes de las fuerzas del difunto coronel libio Muamar el Gadafi y por traficantes.
La rebeli¨®n tuareg afecta a las regiones de Kidal, Gao y Tombuct¨². Desde su inicio, no han cesado los enfrentamientos con el ej¨¦rcito maliense. Los familiares de los militares de Kati ya hab¨ªan organizado dos protestas para exigir al presidente Tour¨¦ un mayor apoyo a las tropas y m¨¢s informaci¨®n sobre lo que ocurre en el norte del pa¨ªs. El pasado 2 de febrero, las mujeres de los militares marcharon al palacio presidencial. La manifestaci¨®n, en principio pac¨ªfica, termin¨® con ataques a propiedades de ¨¢rabes y tuareg que residen en la capital, y que han empezado a abandonar el pa¨ªs. Ayer, estudiantes y j¨®venes, muchos de ellos hijos de militares, convocaron una marcha hacia la colina de Koulouba, donde se encuentra el palacio presidencial, y quemaron neum¨¢ticos como signo de protesta.
"Tras la reanudaci¨®n de la guerra en el norte del pa¨ªs, el descontento ha ido en auge en las filas del Ej¨¦rcito", afirma desde Bamako, en entrevista telef¨®nica, Aminata Traore, una de las intelectuales m¨¢s conocidas de ?frica. ¡°Los j¨®venes que luchan en el norte contaban a sus familias, a trav¨¦s del m¨®vil, sus condiciones penosas y lo mal equipados que est¨¢n¡± para luchar contra los rebeles tuaregs, ¡°mucho mejor armados¡± porque han adquirido o robado armas modernas en Libia.
¡°Han sido pues las esposas y las madres las que han llevado hasta ahora la voz cantante de la protesta de los reclutas¡±, prosigue la escritora maliense. El presidente las recibi¨® y trat¨® de apaciguar su malestar dedic¨¢ndoles su discurso del 8 de marzo, ¡°pero no ha bastado¡±.
En v¨ªsperas de la celebraci¨®n de las presidenciales, la poblaci¨®n de Bamako ha vivido hasta hoy en dos mundos paralelos: el del hartazgo ante el silencio de las autoridades respecto a la cuesti¨®n del norte, y el desarrollo de una intensa precampa?a electoral, con la intenci¨®n de dejar claro que la democracia estaba por encima de cualquier atentado contra la integridad nacional. El presidente, un hombre muy respetado, no habl¨® claramente de la rebeli¨®n hasta el pasado 26 de febrero, y lo hizo ante los micr¨®fonos de la cadena francesa RFI.
Esta es la cuarta rebeli¨®n tuareg desde la independencia de Mal¨ª en 1960, pero en esta ocasi¨®n la situaci¨®n es m¨¢s compleja. En la franja del Sahel maliense cohabitan grupos salafistas como Ansar al Din, que hasta ahora ha colaborado con el MNLA, c¨¦lulas de Al-Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico, y grupos de traficantes de drogas o armas, lo que ha convertido el norte del pa¨ªs en una zona muy insegura.
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