Obama a Medv¨¦dev: "Tras mi elecci¨®n tendr¨¦ m¨¢s flexibilidad"

Es sabido que los llamados ¡°mudos¡± ¡ªlas im¨¢genes de los primeros momentos de las entrevistas entre mandatarios¡ª no lo son tanto y, en ocasiones, resultan m¨¢s elocuentes que las declaraciones p¨²blicas. Los micr¨®fonos de las c¨¢maras que captaban el encuentro en Se¨²l entre el presidente de EE UU, Barack Obama, y el presidente ruso en funciones, Dmitri Medvedev, recogieron unos comentarios inusualmente sinceros del primero que probablemente le dar¨¢n m¨¢s de un quebradero de cabeza con sus rivales republicanos.

¡°Todos estos asuntos, pero en especial la defensa antimisiles, pueden resolverse, pero es importante que [Vladimir Putin] me d¨¦ espacio¡±, dice Obama en la grabaci¨®n. ¡°Entiendo su mensaje sobre [la necesidad de] espacio¡±, responde Medvedev, que en mayo ceder¨¢ el poder a Putin. ¡°Estas son mis ¨²ltimas elecciones¡±, a?ade Obama, en alusi¨®n a la cita de noviembre, en la que aspira a repetir como inquilino de la Casa Blanca. ¡°Tras mi reelecci¨®n tendr¨¦ m¨¢s flexibilidad¡±, concluye. ¡°Transmitir¨¦ este mensaje a Vladimir¡±, promete Medvedev.

El consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, intent¨® posteriormente minimizar el impacto de la indiscreci¨®n asegurando que 2012 es a?o de elecciones tanto en Rusia, donde ya se han celebrado, como en EE UU, lo que hace muy dif¨ªcil alcanzar un acuerdo de este calado, por lo que ambos mandatarios hab¨ªan acordado instruir a sus t¨¦cnicos para que intenten entender mejor las posiciones de la otra parte, ¡°proporcionando espacio para continuar las discusiones m¨¢s adelante¡±.

Se trata de una interpretaci¨®n ben¨¦vola, pues lo que Obama reclama a su interlocutor es, m¨¢s que espacio, aire; es decir, que Putin no le presione en pleno periodo electoral. El escudo antimisiles ¨Ccuyo componente naval se desplegar¨¢ en la base espa?ola de Rota¡ªes uno de los principales motivos de disputa entre los dos antiguos adversarios de la Guerra Fr¨ªa. Washington insiste en que su objetivo es neutralizar la amenaza que suponen los misiles de pa¨ªses como Ir¨¢n y Corea del Norte, pero Mosc¨² desconf¨ªa de que se trate de socavar su disuasi¨®n nuclear y exige garant¨ªas, como un acuerdo jur¨ªdicamente vinculante, de que los sistemas de la OTAN no tendr¨¢n como objetivo los misiles rusos, a lo que EE UU se niega de plano. ¡°La defensa antimisiles deber¨ªa ser un ¨¢rea de cooperaci¨®n, no de tensi¨®n¡±, dijo esta ma?ana Obama en un discurso en la universidad Hankuk de Se¨²l, antes del inicio de la cumbre de seguridad nuclear que re¨²ne en la capital surcoreana a mandatarios de 53 pa¨ªses y cuatro organizaciones multilaterales.

La proximidad de las elecciones no impidi¨® a Obama lanzar, en ese mismo escenario, una oferta de largo alcance. Propuso a Rusia la negociaci¨®n de un acuerdo de desarme nuclear que vaya m¨¢s all¨¢ del nuevo START (Tratado de Reducci¨®n de Armas Estrat¨¦gicas), firmado en abril de 2010, que prev¨¦ reducir en diez a?os a un tercio el actual arsenal at¨®mico, que quedar¨¢ limitado a 1.500 ojivas y 800 lanzaderas de misiles intercontinentales por cada una de ambas potencias.

Pero a¨²n despu¨¦s de este recorte, EEUU seguir¨¢ teniendo ¡°m¨¢s armas nucleares de las que necesita¡±, seg¨²n Obama. ¡°Estoy seguro de que podemos garantizar la seguridad de EE UU y de sus aliados y mantener unas verdaderas fuerzas de disuasi¨®n reduciendo nuestro arsenal nuclear¡±, proclam¨® ayer. El salto cualitativo consistir¨ªa en reducir las cabezas nucleares almacenadas y no desplegadas; y tambi¨¦n las armas nucleares t¨¢cticas, excluidas de anteriores tratados. La alusi¨®n que hizo Obama a los aliados no es balad¨ª, pues algunas de estas armas t¨¢cticas est¨¢n emplazadas en suelo europeo.

La propuesta de nuevo acuerdo de desarme, seg¨²n fuentes de la Casa Blanca, la discutir¨¢ Obama en su primer encuentro con Putin, durante la cumbre del G-8 que se celebrar¨¢ en Camp David el 18 y 19 de mayo. Solo un d¨ªa despu¨¦s est¨¢ previsto que se inaugure en Chicago la cumbre de la OTAN, en cuyo orden del d¨ªa figura precisamente la puesta en marcha del pol¨¦mico escudo antimisiles.?

Tanto este contencioso como la crisis con Corea del Norte o el programa nuclear iran¨ª dejaron en segundo plano el objetivo oficial de la cumbre: evitar que componentes o tecnolog¨ªas susceptibles de ser usadas para fabricar armas at¨®micas caigan en manos de grupos terroristas. Es, sin duda, la hip¨®tesis m¨¢s peligrosa, pero se la trata como si fuera la menos probable. O la menos urgente.