El Papa llega a Santiago de Cuba sin intenci¨®n de reunirse con la disidencia

Si, durante su estancia en Cuba, el Papa pregunta si hay presos pol¨ªticos, el cardenal Jaime Lucas Ortega y Alamino, arzobispo de San Crist¨®bal de La Habana, le dir¨¢ que no, que fue lo que le respondi¨® hace tres d¨ªas a L¡¯Osservatore Romano, el peri¨®dico del Vaticano. Si, en cambio, Benedicto XVI se lo pregunta a Berta Soler, la l¨ªder de las Damas de Blanco, recibir¨¢ una lista con 46 nombres, las c¨¢rceles en las que est¨¢n y el por qu¨¦. Pero, hasta el momento, Joseph Ratzinger no tiene previsto reunirse con nadie de la disidencia cubana, como tampoco se reuni¨® en M¨¦xico con las numerosas v¨ªctimas de Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo. Hasta el momento, el segundo viaje del Papa por tierras latinoamericanas ¨Cya visit¨® Brasil en 2007¡ª se desarrolla pl¨¢cidamente, entre los aplausos de los fieles y bajo el palio del poder.

La entrevista del cardenal Ortega ha levantado ampollas entre la disidencia. Su relato de la vida actual en Cuba parece escrito por uno de los Castro o por muchos de los Fidel o Vladimir que, hijos de la burgues¨ªa del r¨¦gimen, copan los puestos de poder. A la pregunta de en qu¨¦ se diferencia esta Cuba de la que visit¨® Juan Pablo II hace 14 a?os, el cardenal responde: ¡°Hay nuevas estructuras en el Gobierno; ha habido un cambio presidencial hace cuatro a?os con nuevos ministros y funcionarios. Se ha iniciado una reforma econ¨®mica de importancia en cuanto al cultivo de la tierra, la construcci¨®n de viviendas, el cr¨¦dito, la compra y venta de casas y autom¨®viles, la creaci¨®n de peque?as empresas privadas¡­¡±.

No obstante, nada m¨¢s poner el pie en Santiago de Cuba y tras saludar a Ra¨²l Castro, Benedicto XVI dijo: ¡°Llevo en el coraz¨®n las justas y leg¨ªtimas aspiraciones de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren, sus sufrimientos y alegr¨ªas, sus preocupaciones y sus deseos m¨¢s nobles, y de manera especial las de los j¨®venes y las personas mayores, los adolescentes y los ni?os, los enfermos y los trabajadores, los presos y sus familias, y los pobres¡±.

El paisaje id¨ªlico de la Cuba de monse?or Ortega, donde ni hay presos pol¨ªticos ni apuros diarios para alimentarse adecuadamente, choca frontalmente con la que enfrenta el disidente Elizardo S¨¢nchez, presidente de la ilegal, aunque semitolerada ¨Cuna expresi¨®n local que encierra toda una filosof¨ªa¡ª, Comisi¨®n Cubana de Derechos Humanos y Reconciliaci¨®n Nacional (CCDHRN). En declaraciones al diario venezolano El Universal, S¨¢nchez manifest¨®: ¡°El cardenal Ortega est¨¢ diciendo cosas que est¨¢n divorciadas de la realidad para estar en buenos t¨¦rminos con el r¨¦gimen. Existe un listado de 46 prisioneros pol¨ªticos y hace 10 d¨ªas le entregamos un CD con informaci¨®n para que se la remitiera al Vaticano. Si el cardenal ha visto ese documento, ?por qu¨¦ dice que no hay presos pol¨ªticos? Tambi¨¦n el Gobierno dice que no hay, pero s¨ª hay¡±. Los disidentes han denunciado adem¨¢s que en los d¨ªas previos a la visita del Papa a Cuba se han estado produciendo redadas para alejar de Santiago y de La Habana a vagabundos, prostitutas y ciudadanos poco afines al r¨¦gimen. La l¨ªder de las Damas de Blanco, Berta Soler, sigue pidiendo un minuto, ¡°solo un minuto¡±, con el Papa para contarle lo que no escuchar¨¢ ni de Ra¨²l Castro ni monse?or Ortega.

Como se?ala la agencia Reuters, el objetivo de la visita de tres d¨ªas del Papa a Cuba pretende afianzar lazos entre la Iglesia cat¨®lica y el Gobierno comunista, dos instituciones cuya visi¨®n es antag¨®nica pero que, sin embargo, en los ¨²ltimos tiempos han dialogo sobre la situaci¨®n de los presos pol¨ªticos. No obstante, desde el Vaticano ¨Cdonde algunos sectores dudan de la idoneidad de la visita¡ªse teme que el Gobierno entorpezca la llegada de fieles a Santiago y, sobre todo, a La Habana. Esta informaci¨®n concuerda con unas declaraciones de Aime¨¦ Garc¨¦s, una integrante de las Damas de Blanco en Santiago: ¡°Estuve esperando a varias compa?eras en el centro de Santiago¡±, dijo a Reuters, ¡°pero nunca llegaron. Al parecer las detuvieron para frustrar la protesta que ten¨ªamos coincidiendo con la visita del Papa ac¨¢¡±. Benedicto XVI tiene previsto celebrar una misa en la tarde de Cuba.

Al partir de Roma, Joseph Ratzinger declar¨®: ¡°La ideolog¨ªa marxista en la forma en que fue concebida ya no corresponde a la realidad. Nuevos modelos deben ser encontrados con paciencia¡­¡±. No es paciencia, precisamente, de lo que carece el pueblo cubano.