El alcalde que mud¨® el Ayuntamiento al barrio pobre
Ant¨®nio Costa, el regidor de Lisboa, ha mudado sus oficinas al barrio de la Morer¨ªa, en una zona carcomida por la droga y la prostituci¨®n, por "credibilidad"
El alcalde de Lisboa, Ant¨®nio Costa, llevaba cuatro a?os en el cargo (con una reelecci¨®n) cuando, en 2011, decidi¨® cambiar el despacho de sitio. Originariamente, las oficinas del regidor lisboeta se aposentan en el Terreiro do Pa?o, la hermosa plaza abierta al mar que constituye el coraz¨®n de Lisboa. Pero Costa se llev¨® la mesa a un esquinazo del degradado barrio de la Morer¨ªa, a un edificio reci¨¦n rehabilitado sin mucha historia emplazado en una zona carcomida por la droga y la prostituci¨®n. ?Por qu¨¦? ¡°Por credibilidad¡±, responde a EL PA?S en ese despacho. ¡°Hab¨ªamos prometido que ¨ªbamos a rehabilitar el barrio, pero nadie nos cre¨ªa: ni los comerciantes ni los vecinos, muchos de ellos viejos. As¨ª han visto que la calle, esta calle, es de todos¡±.
Costa, de 50 a?os, perteneciente al Partido Socialista portugu¨¦s, ha sido muchas cosas en pol¨ªtica: militante de las juventudes socialistas, concejal de Lisboa, diputado, secretario de Estado, Secretario General del Partido Socialista portugu¨¦s, ministro de Justicia y eurodiputado. Era tambi¨¦n ministro (de Administraci¨®n Interna) en 2007 cuando olfate¨® que el Gobierno socialista de Jos¨¦ S¨®crates se precipitaba al vac¨ªo y salt¨® en marcha hacia la alcald¨ªa de Lisboa. Gan¨® en 2007 y volvi¨® a ganar en 2009, ya con mayor¨ªa absoluta. Costa ha sido muchas cosas y ahora es algo m¨¢s: la figura emergente de un partido socialista portugu¨¦s que vive un momento dif¨ªcil. Lo prueba el hecho de la expectaci¨®n que despert¨® la presentaci¨®n, hace dos semanas, de un libro suyo de discursos pol¨ªticos, Caminho aberto. El acto se convirti¨® en toda una muda declaraci¨®n de principios por la cantidad y relevancia de las figuras de la escena p¨²blica que asistieron a ella, entre los que se contaban varios ex presidentes de la rep¨²blica.
El que no fue a la presentaci¨®n (por problemas de agenda) fue el actual secretario General del Partido Socialista portugu¨¦s, Jos¨¦ Ant¨®nio Seguro, elegido en julio tras la renuncia de Jos¨¦ S¨®crates y obligado desde entonces a jugar, en la oposici¨®n, un papel esquizofr¨¦nico capaz de carbonizar pol¨ªticamente a cualquiera: debe criticar a un Gobierno (el del conservador Pedro Passos Coelho, ganador de las ¨²ltimas elecciones) que, en el fondo, est¨¢ llevando a cabo las directrices que la troika firm¨® con S¨®crates, en mayo de 2012, a cambio de un rescate de 78.000 millones de euros.
As¨ª, mientras Seguro se quema asumiendo una postura de contorsionista en la oposici¨®n, Costa, agazapado en su Ayuntamiento de Lisboa, espera su momento. En el libro recientemente presentado asegura que lleva 20 a?os en pol¨ªtica ¡°sin haberlos planeado¡± y que espera seguir otros 20 ¡°tambi¨¦n sin programar¡±. La periodista especializada en pol¨ªtica del diario P¨²blico, S?o Jos¨¦ Almeida, asegura que esta aparente falta de planificaci¨®n es enga?osa: ¡°Costa tiene un gran sentido de la estrategia y de la t¨¢ctica en pol¨ªtica. Era consciente de que este a?o era muy complicado para el secretario general del PS y prefiri¨® en la elecci¨®n del pasado julio echarse a un lado. Volver¨¢ cuando sea su momento¡±. El a?o que viene, en noviembre, habr¨¢ elecciones municipales. En principio, Costa se presentar¨¢ a la segunda y, por ley, ¨²ltima reelecci¨®n. Antes, seg¨²n varios analistas pol¨ªticos, el Partido Socialista portugu¨¦s elegir¨¢ un nuevo Secretario General. Tal vez entonces sea el momento de Costa, que, de triunfar, apuntar¨ªa ya desde all¨ª a resultar el futuro primer ministro portugu¨¦s.
En una reciente entrevista a P¨²blico, Costa se encog¨ªa de hombros: ¡°En circunstancias normales, ser¨¦ candidato a la alcald¨ªa, pero yo no huyo de ning¨²n cargo¡±. Este mi¨¦rcoles, a El Pa¨ªs, a?adi¨®: ¡°Yo no ser¨¦ alcalde toda la vida. Y estoy disponible¡±.
Mientras su hora suena, se explica: ¡°Respeto mucho a los te¨®ricos, a los que surten de ideas a los dem¨¢s. Pero yo no estoy en pol¨ªtica para filosofar. Hay pol¨ªticos que miran mucho al futuro. Yo prefiero convertir esas ideas en acci¨®n. No estoy en pol¨ªtica para estar, sino para hacer¡±. Con respecto a Portugal lo tiene tambi¨¦n claro: ¡°Portugal est¨¢ cumpliendo ejemplar y disciplinadamente los designios de la troika. El problema no es que no se cumpla, sino si ¨¦sa es la soluci¨®n buena. Y las se?ales econ¨®micas que llegan, por ahora, no son buenas¡±.
Conf¨ªa en que Fran?ois Hollande venza a Sarkozy e ilumine desde Francia un camino a la socialdemocracia. Pero, mientras tanto, este hombre pragm¨¢tico, amable y decidido, baja en mangas de camisa a ver las obras de rehabilitaci¨®n de las aceras del barrio pobre en que est¨¢ su despacho.
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