¡°El debate constitucional en Egipto debe abordar los negocios del Ej¨¦rcito"

Ibrahim Awad (El Cairo, 1947), profesor de Administraci¨®n P¨²blica de la Universidad Americana de El Cairo, conoce bien Espa?a. Aqu¨ª vivi¨® parte de su adolescencia (su padre era diplom¨¢tico) y regres¨® como encargado de negocios de la Liga ?rabe. ¡°Estaba aqu¨ª el d¨ªa de la muerte de Franco¡±, recuerda en un magnifico espa?ol. Vino de visita invitado por Casa ?rabe.

Awad sostiene, en una entrevista, que desde la revoluci¨®n que derroc¨® a Hosni Mubarak, en enero de 2011, ¡°en la econom¨ªa no ha cambiado nada realmente¡± en su pa¨ªs. Pero recalca que existen problemas acuciantes que deben ser abordados. Uno de ellos son los m¨²ltiples, diversos y difusos negocios de las Fuerzas Armadas que, seg¨²n algunas estimaciones, podr¨ªan rondar el 40% de su producto interior bruto. ¡°Yo me abstengo de hacer estimaciones porque nadie, nadie, nadie tiene base para hacerlas¡±, insiste Awad, aunque explica que los militares poseen negocios en numerosos sectores, incluidos, por ejemplo, cultivos u obras p¨²blicas. ¡°Es una de las cuestiones importantes que deber¨¢n ser tratadas durante el proceso constitucional. Una pregunta ser¨ªa, ?por qu¨¦ deben tener las Fuerzas Armadas unas actividades econ¨®micas de esta envergadura? Segundo: hay que pagar impuestos por esta riqueza. Y ?est¨¢ esta riqueza incluida en el PIB de Egipto? No se sabe¡±.

Hace un par de semanas se cre¨® la comisi¨®n que redactar¨¢ la nueva Constituci¨®n, un ¨®rgano que dominan los islamistas.

El profesor Awad admite que ¡°es dif¨ªcil imaginar que [las Fuerzas Armadas] renuncien de un d¨ªa para otro a todo esto¡±. Recuerda que, no obstante, se han dado casos similares y menciona el de Indonesia: ¡°All¨ª [los militares] ten¨ªan muchas actividades econ¨®micas a finales de los noventa [tras la ca¨ªda del r¨¦gimen de Suharto, en 1998], ahora se han reducido mucho. Yo no creo en los cambios de un d¨ªa para otro, pero lo importante es el control popular de las actividades pol¨ªticas y econ¨®micas de cualquier actor o instituci¨®n¡±.

La junta militar que gobierna Egipto ha anunciado que en junio ceder¨¢ el poder pero, seg¨²n este profesor de la Universidad Americana de El Cairo, seguir¨¢ influyendo entre bambalinas. ¡°Pienso que van a retirarse del ejercicio cotidiano del poder, pero querr¨¢n preservarse una plaza privilegiada en el sistema pol¨ªtico. Ahora no pienso que el sistema pol¨ªtico anterior pueda ser reproducido. Quiz¨¢ est¨¢ en los planes de algunos militares pero no creo que sea posible¡±.

Recalca Awad que las soluciones a los muchos problemas econ¨®micos tardar¨¢n, pero insiste en que es imprescindible que sus compatriotas perciban pronto que las cosas mejoran, aunque sea poco a poco. ¡°Mire, en Egipto llegan cada a?o al mercado laboral 800.000 personas. De modo que, si quiere mantener la tasa de desempleo, tiene que crear 800.000 empleos cada a?o. Esto no se hace en un a?o, en dos o en tres. La gente solo quiere ver el progreso, avances, hacia la soluci¨®n de los problemas, no una soluci¨®n de un d¨ªa para otro. Pero si la gente percibe que hay avances, creo que ser¨¢ motivo de satisfacci¨®n para ellos¡±. Awad, de todos modos, a?ade: ¡°Tambi¨¦n puedo entender que la gente del poder no quiera embarcarse en caminos muy dif¨ªciles en un periodo de transici¨®n, supongo que lo dejaran en manos de un Gobierno electo. Lo puedo entender. Yo hubiera querido que la transici¨®n fuera utilizada parar reparar el terreno para los cambios en pol¨ªticas sociales y econ¨®micas... ¡°. Pero no ha sido as¨ª.

Este experto duda de que los Hermanos Musulmanes, ganadores de las elecciones parlamentarias junto a los salafistas, vayan a tomar medidas (l¨¦ase prohibir el alcohol o los biquinis) que afecten a la debilitada industria del turismo. Recuerda que Egipto est¨¢ negociando con el FMI y con el Banco Mundial un pr¨¦stamo de 3.000 millones de d¨®lares (2.244 millones de euros) ¡°para sostener un poco las reservas¡± del Banco Central, que ¡°est¨¢n al 40% de lo que eran hace un a?o¡±. Recalca que renunciar a los ingresos del turismo en la actual situaci¨®n econ¨®mica ser¨ªa como "hacerse el haraquiri".