Holanda frena la expulsi¨®n del refugiado et¨ªope que la OTAN ignor¨® en alta mar
Abu Kurke sali¨® con vida de una tragedia en el Mediterr¨¢neo en la que murieron 63 personas El Consejo de Europa ha denunciado la falta de auxilio de las fuerzas de la Alianza Atl¨¢ntica Las autoridades holandesas le negaron la pasada semana el permiso de asilo
La odisea de Abu Kurke Kebato se da un respiro. El Consejo de Estado holand¨¦s ha suspendido la orden de expulsi¨®n del joven et¨ªope, refugiado de la guerra libia al que las autoridades del pa¨ªs denegaron la semana pasada el permiso de asilo. La traves¨ªa de Abu Kurke se resiste a seguir la corriente adversa que ya le empujase en el pasado. El joven de 23 a?os es uno de los nueve supervivientes de un tr¨¢gico naufragio en aguas del Mediterr¨¢neo que cost¨® la vida en marzo de 2011 a 63 personas. El Consejo de Europa ha denunciado la falta de socorro de fragatas de la OTAN que estuvieron cerca de la barcaza en la que viajaban los refugiados.
Seg¨²n ha explicado a este diario su abogado, Marq Wijngaarden, el tribunal holand¨¦s ha suspendido de "forma temporal" la expulsi¨®n de Kurke con el objeto de que se pueda avanzar en la investigaci¨®n. Las autoridades holandesas rechazaron en primera instancia la solicitud de asilo argumentando que correspond¨ªa a Italia, pa¨ªs de acogida previo, la responsabilidad sobre el et¨ªope. La esposa de Kurke, Seena, se encuentra en la misma situaci¨®n y, como ¨¦l, se enfrenta a la posible expulsi¨®n, aunque no form¨® parte del dram¨¢tico naufragio ignorado por la Alianza.
Los detalles de la odisea vivida por Kurke se hicieron p¨²blicos el pasado jueves, el mismo d¨ªa en el que era detenido y trasladado a un local especial de Rotterdam. Hasta ese momento, el et¨ªope y su esposa resid¨ªan en la peque?a localidad de Baexem, en el sureste del pa¨ªs. Kurke lleg¨® a Holanda desde Italia el 21 de diciembre de 2011, nueve meses despu¨¦s del naufragio de la lancha en la que, junto a otras 71 personas, trat¨® sin ¨¦xito de alcanzar la isla italiana de Lampedusa. A ese intento fallido le sigui¨® otro con mejor suerte.
El dram¨¢tico desenlace de la aventura que iniciaron el 26 de marzo de 2011 esos 72 refugiados de la guerra en Libia se ha te?ido m¨¢s si cabe de negro tras denunciar el Consejo de Europa (informe en ingl¨¦s) que fragatas de la OTAN no socorrieron a la barcaza en la que viajaban pese a encontrarse cerca. El informe firmado por la senadora holandesa Tineke Strik identific¨® a la nave espa?ola M¨¦ndez N¨²?ez como una de las que pudo haber auxiliado a la lancha. Durante las dos semanas de naufragio, 61 personas perdieron la vida. Dos m¨¢s murieron en tierra, de vuelta a la costa libia.
Las autoridades holandesas no podr¨¢n expulsar a Kurke y su esposa mientras el Consejo de Estado analiza el caso. Su abogado ha logrado que les trasladen a lo largo de este mi¨¦rcoles a un centro para refugiados, mejor acondicionado que los locales donde los inmigrantes ilegales aguardan, aislados del resto de los ciudadanos, su posible repatriaci¨®n.
Por su parte, Amnist¨ªa Internacional y Human Rights Watch han pedido por carta al ministro holand¨¦s de Inmigraci¨®n y Asilo, el democristiano Geer Leers, ¡°que tenga en cuenta el drama vivido por la pareja a la hora de aplicarles la Ley de Extranjer¨ªa¡±. Para Leers la situaci¨®n es delicada. El marcaje de la extrema derecha al actual Gobierno le deja poco margen de maniobra dentro de su departamento. Su partido, sin embargo, es uno de los principales valedores del ideal de refugio, acogida y ayuda al desarrollo. As¨ª que, casos como este, estremecen a sus propias bases.
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