El ayudante de Edwards presenta al candidato como el cerebro del fraude
Young ha relatado al tribunal que el pol¨ªtico dem¨®crata le indic¨® a qui¨¦n acudir para recaudar fondos y destinarlos despu¨¦s a ocultar a su amante
Andrew Young, el antiguo ayudante del excandidato dem¨®crata a la Casa Blanca John Edwards, ha sido el protagonista de la segunda sesi¨®n del juicio contra el expol¨ªtico, acusado de desviar fondos para ocultar la existencia de una amante embarazada durante la campa?a de las primarias de 2008. El principal testigo de la acusaci¨®n, a quien la fiscal¨ªa ha garantizado inmunidad penal, ha presentado a Edwards como el cerebro encargado de urdir la trama para encubrir su aventura con Rielle Hunter.
Me dijo que era una puta loca y que hab¨ªa una posibilidad entre tres de que el hijo fuera suyo¡± Andrew Young
Young ha declarado que el exsenador por Carolina del Norte le orden¨® en mayo de 2007 que empezara a dar dinero a Hunter, quien hab¨ªa amenazado con hacer p¨²blica su relaci¨®n extramanonial. El exasistente ha asegurado que Edwards le indic¨® que acudiera a Rachel Mellon -una anciana millonaria (tiene 101 a?os) donante de su campa?a, que ya se hab¨ªa ofrecido a ayudar al candidato a financiar otros gastos personales, como un corte de pelo de 400 d¨®lares (303.310 euros)- haci¨¦ndole creer que los fondos se destinar¨ªan a satisfacer gastos personales. Mellon ofreci¨® 1,2 millones de d¨®lares.
El ayudante de Edwards puso en marcha un complejo plan de acuerdo con el cual la generosa donante del exsenador enviaba cheques a nombre de su decorador de interiores quien, a su vez, los pon¨ªa a nombre de la mujer de Young. Luego, el matrimonio los ingresaba en su propia cuenta. Mell¨®n lleg¨® a girar siete cheques por valor de 725.000 d¨®lares.
¡°Era much¨ªsimo dinero. Est¨¢bamos asustados¡±, ha dicho Young desde el estrado, reconociendo a continuaci¨®n que manifest¨® al pol¨ªtico sus dudas sobre lo que hac¨ªa con las donaciones. ¡°Me dijo que hab¨ªa hablado con expertos en financiaci¨®n de campa?as y que todo era legal. Ol¨ªa mal, pero le cre¨ªmos¡±.
Edwards orden¨® en mayo de 2007 que empezara a dar dinero a Hunter, quien hab¨ªa amenazado con hacer p¨²blica su averntura
Las confesiones de Young han ido mucho m¨¢s all¨¢ de explicar el rocambolesco entramado para desviar fondos para Hunter. Cuando en junio de 2007 ¨¦sta anunci¨® que estaba embarazada, Edwards le pidi¨® que se ¡°hiciera cargo de ella¡±. ¡°Me dijo que era una puta loca y que hab¨ªa una posibilidad entre tres de que el hijo fuera suyo¡±, ha declarado.
El grado de intimidad entre ambos era tal que el asistente declar¨® ser el padre el hijo de la amante del candidato. Cuando se le pregunt¨® por qu¨¦ accedi¨® a reconocer la paternidad, Young ha respondido que quer¨ªa que su amigo "se convirtiera en presidente". "Iba a ser beneficioso ser el amigo de la persona m¨¢s poderosa de la Tierra", ha puntualizado. El antiguo asistente tambi¨¦n a revelado que recib¨ªa directamente las llamadas de Hunter y luego la pon¨ªa en contacto con el pol¨ªtico, para evitar que su mujer, enferma de c¨¢ncer, descubriera que ambos continuaban con su relaci¨®n. Al parecer, seg¨²n Young, la esposa de Edwards ya sospechaba de Hunter y hab¨ªa logrado que el exsenador la despidiera de su trabajo como c¨¢mara de la campa?a.
Iba a ser beneficioso ser el amigo de la persona m¨¢s poderosa de la Tierra" Andrew Young
La acusaci¨®n ha presentado grabaciones telef¨®nicas que evidencian que Edwards estuvo en contacto con Young y Hunter durante la campa?a, pero que no se han escuchado en la sala. El exayudante ha explicado que las guard¨® porque de lo contrario "nadie se creer¨ªa esta historia".
Edwards, que siempre ha sostenido que no sab¨ªa nada del asunto y que se enfrenta a una pena de 30 a?os de c¨¢rcel, no ha apartado la vista en ning¨²n momento de su antiguo ayudante. Este ha evitado mirarle, han comentado los asistentes al juicio a la cadena ABC.
Ayer, los abogados del exsenador aseguraron que todo el plan para desviar fondos fue urdido por Young, que nunca puso al corriente del asunto a su jefe, con el principal objetivo de conseguir dinero para construirse una mansi¨®n en Chapel Hill (Carolina del Norte). ¡°Sigan la pista del dinero¡±, reiter¨® una de las defensoras del pol¨ªtico. El equipo de Edwards tratar¨¢ de desacreditar el testimonio del exayudante quien ya ha reconocido que parte de su libro, El Pol¨ªtico, donde relataba estas y otras intimidades de Edwards, no es ver¨ªdica.
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