Espa?a mira (mucho) a Francia
El 6 de mayo los franceses eligen tambi¨¦n su pol¨ªtica econ¨®mica para intentar salir de la crisis
El pr¨®ximo 6 de mayo los franceses no solo van a elegir a su pr¨®ximo presidente de la Rep¨²blica durante los cinco a?os venideros, sino el tipo de pol¨ªtica econ¨®mica con el que quieren intentar salir de la actual crisis. Algo que afectar¨¢, sin duda, al futuro del pa¨ªs galo pero tambi¨¦n al resto de pa¨ªses europeos. Y, c¨®mo no, a Espa?a. Y as¨ª parece entenderlo, tambi¨¦n, la ciudadan¨ªa espa?ola, que previendo que es algo m¨¢s que la presidencia de la Rep¨²blica lo que est¨¢ en juego, mira no ya de reojo sino fijamente a la actualidad pol¨ªtica del pa¨ªs vecino. Casi 9 de cada 10 espa?oles saben que la semana pasada tuvo lugar la primera vuelta de las presidenciales francesas, un grado de atenci¨®n muy extendido en comparaci¨®n con el que concitan otras noticias pol¨ªticas tanto internacionales como, incluso, nacionales.
Es un inter¨¦s comprensible, si se tiene en cuenta que para la amplia mayor¨ªa de los espa?oles, el resultado de la segunda vuelta de los comicios galos tiene una gran importancia para el devenir no solo del resto de Europa sino, tambi¨¦n y en concreto, para el futuro de Espa?a. Y lo m¨¢s beneficioso para nuestro pa¨ªs, seg¨²n los ciudadanos, es que el primer domingo de mayo el candidato socialdem¨®crata, Fran?ois Hollande, gane las elecciones francesas al actual presidente, Nicolas Sarkozy.
Las malas noticias tienen actualmente el monopolio de la informaci¨®n. La situaci¨®n de la econom¨ªa se ha vuelto angustiosa para la pr¨¢ctica totalidad de los espa?oles que siguen sin ver cerca la salida a la crisis. Los ciudadanos llevan tiempo necesitados de informaciones que arrojen algo de luz sobre un panorama sombr¨ªo: buenas noticias que la realidad sigue empe?ada en negarles. Por eso, a falta de estas, los espa?oles parecen no resignarse al pesimismo y consideran un foco de esperanza cualquier hecho o situaci¨®n que sea percibida como un posible cambio de la triste rutina. Lo represent¨® el PP de Rajoy en su momento: cuando la ciudadan¨ªa cuestion¨® la pol¨ªtica de recortes llevada a cabo por Zapatero en su ¨²ltimo a?o y medio de mandato ¡ªun 60% pensaba en octubre, solo un mes antes de las elecciones, que por este camino solo se consegu¨ªa empobrecer cada vez m¨¢s al pa¨ªs y dificultar la recuperaci¨®n de la econom¨ªa¡ª. Entonces, los espa?oles apostaron mayoritariamente por un cambio de Gobierno.
Pero solo cinco meses despu¨¦s de la victoria de Rajoy, los ciudadanos siguen sin ver mejoras. Es m¨¢s, con los nuevos recortes aplicados por el Ejecutivo ha aumentado el porcentaje de espa?oles que piensa que as¨ª no, que este no es el camino para que Espa?a empiece a recuperarse (ya lo piensa un 70%).
Y en esto, llegan las elecciones francesas con dos candidatos que simbolizan lo ya conocido (Sarkozy) y el cambio (Hollande). Pero no solo eso, el actual presidente de la Rep¨²blica Francesa representa al m¨¦dico que quiere prescribir un tratamiento que la mayor¨ªa de espa?oles no aprueba: ni en proporciones m¨¢s peque?as ¡ªlos recortes de Zapatero¡ª ni aumentando la dosis ¡ªlos actuales recortes del PP¡ª. Por eso es probable que consideren que quiz¨¢ sea el momento de cambiar de m¨¦dico. Pero, sobre todo, lo que piden es cambiar de tratamiento.
Jos¨¦ Pablo Ferr¨¢ndiz es soci¨®logo y vicepresidente de Metroscopia.
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