El Parlamento brit¨¢nico censura la gesti¨®n de Murdoch en los medios
Una comisi¨®n declara que el magnate "no est¨¢ en condiciones de dirigir una gran empresa internacional" El magnate "cerr¨® los ojos" ante el esc¨¢ndalo de las escuchas La decisi¨®n debilita la oferta de Murdoch para hacerse con la cadena BSkyB

Al Capone cay¨® por un delito fiscal. Al magnate Rupert Murdoch, que est¨¢ desde julio al borde del precipicio, puede darle el empuj¨®n hacia el abismo una de esas comisiones parlamentarias destinadas a pasar inadvertidas: la de Cultura, Medios y Deportes. Esa inocua comisi¨®n ha dictaminado que el magnate australiano ¡°no est¨¢ en condiciones de administrar una gran compa?¨ªa internacional¡±, un torpedo en la l¨ªnea de flotaci¨®n de News Corporation, el conglomerado medi¨¢tico de Murdoch, y un sonoro cachete en la mejilla del primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, que tiene a un ministro en el limbo pol¨ªtico por su cercan¨ªa a Murdoch.
La citada comisi¨®n ha investigado durante nueve meses el esc¨¢ndalo de las escuchas ilegales que en julio de 2011 forz¨® el cierre del tabloide dominical News of The World. Hoy ha publicado sus conclusiones, que incluyen una referencia asesina hacia Murdoch: ¡°Bas¨¢ndose en los hechos y evidencias presentadas ante este comit¨¦, concluimos que, si en los momentos adecuados Rupert Murdoch no dio los pasos necesarios para estar plenamente informado sobre las escuchas telef¨®nicas, es porque cerr¨® los ojos y mostr¨® una ceguera voluntaria sobre lo que pasaba en sus compa?¨ªas y publicaciones¡±.
Y a?ade: ¡°Esa cultura, entendemos, filtrada desde la c¨²pula al resto de la organizaci¨®n, lo dice todo sobre la falta de efectividad corporativa en el gobierno de News Corporation y News International. Concluimos, en consecuencia, que Rupert Murdoch no es una persona en condiciones de ejercer la administraci¨®n de una gran compa?¨ªa internacional¡±.
El ¨²nico consuelo para Murdoch es que el dictamen parlamentario no tiene valor jur¨ªdico y que es, por encima de todo, una conclusi¨®n adoptada con un prisma pol¨ªtico. Los diputados conservadores que forman parte de la comisi¨®n la han rechazado y solo ha podido ser aprobada con los votos a favor de los cinco laboristas y el liberaldem¨®crata que completan el comit¨¦.
Pese a esa laguna partidaria y a esa falta de valor jur¨ªdico, la conclusi¨®n puede ser un golpe mortal para Rupert Murdoch, porque en estos momentos el regulador de las telecomunicaciones, Ofcom, tiene abierta una investigaci¨®n para dilucidar si News International, filial de News Corp, ¡°est¨¢ en condiciones¡± de gestionar el gigante televisivo BSkyB, del que posee un 40% y aspiraba a adquirir en su totalidad cuando el esc¨¢ndalo de las escuchas alcanz¨® el verano pasado su m¨¢xima virulencia y le oblig¨® a renunciar a la compra.
Un problema para Cameron
El brutal rapapolvo parlamentario a Rupert Murdoch no es solo un problema para el magnate australiano, sino un serio contratiempo para el primer ministro, David Cameron, en v¨ªsperas de las importantes elecciones locales del pr¨®ximo jueves.
Los conservadores pueden tener muy buenas razones para pensar que las conclusiones m¨¢s duras del informe son una maniobra pol¨ªtica de los laboristas, que las han sacado adelante con el apoyo de un liberal-dem¨®crata y el voto en contra de los representantes conservadores en la Comisi¨®n de Cultura, Medios y Deportes de los Comunes. Pero los votantes pueden pensar a su vez que la posici¨®n de los tories tambi¨¦n es pol¨ªtica.
Desde hace unos meses, la cercan¨ªa de David Cameron a los Murdoch y a la ex consejera delegada de News International, Rebekah Brooks, se ha convertido en un problema para el primer ministro. Un problema que se ha multiplicado en los ¨²ltimos d¨ªas al trascender los m¨²ltiples contactos con News International de los ayudantes del ministro de Cultura, Jeremy Hunt, el hombre que ten¨ªa que decidir la autorizaci¨®n de la compra del 100% de la cadena de televisi¨®n por sat¨¦lite BSkyB por la empresa de Murdoch.
Esos contactos han provocado ya la dimisi¨®n de un asesor de Hunt, pero el propio ministro sigue en el ojo del hurac¨¢n de los medios por sus contactos con los asesores de Murdoch acerca de esa operaci¨®n. Se da la circunstancia de que Hunt asumi¨® la responsabilidad de decidir sobre la operaci¨®n de BSkyB porque el ministro de Empresas, Vincent Cable, tuvo que renunciar a ello despu¨¦s de que unos periodistas camuflados de estudiantes le grabaran unas declaraciones contra Murdoch que se consideraron impropias de alguien que ten¨ªa que tomar una decisi¨®n imparcial sobre los intereses del magnate.
Ofcom puede acabar apoy¨¢ndose en las conclusiones de la Comisi¨®n de Cultura de los Comunes para obligar a Murdoch a vender su participaci¨®n en BSkyB, lo que a su vez originar¨ªa un terremoto en News Corporation que no solo confirmar¨ªa lo que ya se sabe ¡ªque su hijo James no le suceder¨¢ al frente de la firma¡ª sino que pondr¨ªa en peligro el papel de los Murdoch en la compa?¨ªa que ellos fundaron y podr¨ªa provocar la venta de sus otros intereses en Reino Unido, como los peri¨®dicos The Sun, The Times y The Sunday Times.
Si el citado p¨¢rrafo puede ser fruto de los intereses de los partidos pol¨ªticos, el informe contiene muchos otros torpedos en forma de conclusiones que s¨ª han sido aceptadas por todos los miembros de la comisi¨®n. Por ejemplo, concluye que ¡°el comportamiento de News International y de algunos testigos¡± en sus comparecencias demuestra ¡°un desprecio descarado¡± hacia la comisi¨®n.
No acusa a los Murdoch de mentir en sus comparecencias parlamentarias, pero considera ¡°apenas cre¨ªble¡± que Rupert olvidara cu¨¢ndo supo por primera vez que las escuchas ilegales eran un asunto generalizado en el News of The World y no cosa de ¡°un par de elementos descontrolados¡± como durante a?os sostuvo la empresa. Y acusa a James de ¡°una asombrosa falta de curiosidad¡± sobre el fondo del esc¨¢ndalo.
M¨¢s grave a¨²n. En una declaraci¨®n que acompa?a al informe final, los diputados parecen acusar de desacato hacia el Parlamento al conjunto de gestores de la empresa: ¡°Corporativamente, News of The World y News International enga?aron a la comisi¨®n acerca de la verdadera naturaleza y extensi¨®n de las investigaciones internas que aseguran que llevaron a cabo en relaci¨®n a las escuchas telef¨®nicas¡±. ¡°Al dejar de investigar de forma adecuada y al ignorar las pruebas de mala conducta generalizada, News International y su matriz News Corp mostraron una ceguera voluntaria por la que los directores de la compa?¨ªa ¡ªincluidos Rupert Murdoch y James¡ª deber¨ªan al final asumir responsabilidades¡±.
Y acusan directamente a tres altos cargos. Seg¨²n el informe, la mano derecha de Murdoch y durante a?os consejero delegado de News International, Les Hinton, fue ¡°c¨®mplice¡± del encubrimiento de las escuchas ilegales. Y el exdirector Colin Myler y el exasesor legal del diario Tom Crone ocultaron deliberadamente informaci¨®n a la comisi¨®n parlamentaria, una acusaci¨®n que puede abrir las puertas a una investigaci¨®n policial.
El informe ahora publicado es solo uno de los varios que hay en marcha sobre el esc¨¢ndalo del News of The World, el tabloide que durante a?os pinch¨® los buzones de los m¨®viles de cientos de pol¨ªticos, personajes famosos y miembros de la familia real. Aunque el diario The Guardian llevaba a?os denunci¨¢ndolo, solo se convirti¨® en un esc¨¢ndalo p¨²blico cuando en julio pasado se supo que entre los tel¨¦fonos pinchados estaba el de Milly Dowler, una joven que hab¨ªa desaparecido en marzo de 2002 y que ya hab¨ªa sido asesinada cuando ocurrieron las escuchas de los mensajes de voz de su m¨®vil.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.