Cientos de heridos y un muerto en nuevos enfrentamientos en El Cairo

Un soldado ha muerto y cientos de personas han resultado heridas el viernes por la tarde a causa de enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden en las inmediaciones del Ministerio de Defensa, en el barrio cairota de Abbasiya. Los incidentes se han producido en el transcurso de una concentraci¨®n de protesta por los ataques que sufrieron en ese mismo escenario cientos de activistas durante la madrugada del mi¨¦rcoles, y que se saldaron con m¨¢s de una docena de muertos. Los enfrentamientos se saldaron con la detenci¨®n de m¨¢s de 170 personas.

Las nuevas protestas y la violencia han llevado a la Junta Militar a decretar el toque de queda en los alrededores del Ministerio de Defensa desde las once de la noche del viernes hasta las siete de la ma?ana del s¨¢bado.

"La manifestaci¨®n era pac¨ªfica, y hab¨ªa miles de personas. De repente, a primera hora de la tarde, la polic¨ªa militar empez¨® a cargar contra nosotros", explica Ahmed, un barbudo ingeniero de 32 a?os de edad. "Nos atacaron con todo, gases lacrim¨®genos, piedras, balas de fuego y perdigones", asegura, mientras se?ala su brazo, vendado.

Mientras se dirige camino del metro, Mohamed, un doctor que se ha pasado los ¨²ltimos d¨ªas trabajando como voluntario en el hospital de campa?a confirma esta versi¨®n de los hechos. Unos minutos antes, en su ofensiva, las fuerzas de seguridad han expulsado a bastonazos a los m¨¦dicos, y prendido fuego a la cl¨ªnica. "Hemos atendido a unas 250 personas, la mayor¨ªa por asfixia o bien por contusiones".

El olor a gas lacrim¨®geno impregnaba los aleda?os del Ministerio de Defensa, y se escuchaban disparos de forma espor¨¢dica. Ante el acoso de la polic¨ªa militar, muchos activistas decidieron retirarse hacia Tahrir, donde ten¨ªa lugar una manifestaci¨®n convocada por varias fuerzas pol¨ªticas, entre ellas los Hermanos Musulmanes. Entre sus demandas a la Junta Militar, que cumpla con su promesa de realizar elecciones presidenciales a finales de mayo, y de entregar el poder el 30 de junio.

Sin embargo, varias tanquetas del ej¨¦rcito y decenas de los temidos baltaguia ("matones") cerraron el paso a los activistas que se dirig¨ªan a Tahrir. "Nos han empezado a disparar y a gopearnos con bastones soldados y baltaguia", dec¨ªa a¨²n alterado Amr, un joven imberbe que luc¨ªa una camiseta de los grupos de j¨®venes revolucionarios.

Este estudiante de Filolog¨ªa Persa tuvo suerte, pues el ataque le cogi¨® cerca de la parada de Metro de Gamrha, y pudo escapar a una paliza o arresto seguro. Ya dentro del vag¨®n, y mientras a¨²n se o¨ªan los disparos, el joven y un ciudadano af¨ªn a la Junta Militar casi llegaron a las manos. Una escena habitual en una pa¨ªs donde aumenta el clima de tensi¨®n a medida que se acercan las elecciones presidenciales.

Precisamente, el origen de los disturbios se encuentra en la descalificaci¨®n por parte de la Junta Electoral de la candidatura del predicador salafista Hazem Abu Ismail. Como protesta, cientos de sus seguidores decidieron acampar frente al Ministerio de Defensa hace una semana. A ellos se sumaron varias organizaciones de j¨®venes revolucionarios que piden la ca¨ªda de la Junta Militar que gobierna el pa¨ªs desde la renuncia de Hosni Mubarak.

Aunque la oposici¨®n teme que los incidentes de esta semana proporcionen una excusa a la c¨²pula castrense para cancelar las elecciones, en una rueda de prensa celebrada el jueves, los generales reiteraron su compromiso con el calendario electoral establecido. Ahora bien, advirtieron que Abbasiya es una "zona sensible", y conminaron a los manifestantes a abandonarla para concentrarse en Tahrir.

"El Ministerio de Defensa es un s¨ªmbolo del honor del ej¨¦rcito y del Estado", dijo el general Mujtar Mal¨¢. Los enfrentamientos de Abbasiya representan el ¨²ltimo de una serie de enfrentamientos violentos que han punteado la tumultuosa transici¨®n democr¨¢tica en Egipto, y que en los ¨²ltimos seis meses se han saldado con la muerte de m¨¢s de un centenar de personas.