Hollande: ¡°La austeridad no puede ser una condena¡±
El socialista se impone con el 51,7% de los votos frente al 48,3% de Sarkozy El presidente saliente, al felicitar al vencedor: "No he logrado que una mayor¨ªa apoye mis ideas"
La izquierda europea ha renacido este 6 de mayo en Francia. Fran?ois Hollande, de 57 a?os, ser¨¢ el pr¨®ximo presidente de la Rep¨²blica tras confirmar los pron¨®sticos e imponerse con el 51,67% de los votos a Nicolas Sarkozy, que sum¨® un 48,33% ¡ªal 99% escrutado¡ª con una participaci¨®n del 81,5%. El anunciado triunfo de Hollande, un hombre sereno y tocado por el don de la iron¨ªa pero sin experiencia de gobierno, abre una nueva etapa tanto en Francia como en Europa, y pone fin al agitado reinado de Sarkozy, que durante cinco a?os ha presidido el pa¨ªs con su peculiar estilo, entre el personalismo y la hiperactividad.
Apenas 20 minutos despu¨¦s del cierre de las urnas, el l¨ªder de la derecha compareci¨® ante cientos de seguidores, asumi¨® con elegancia "la responsabilidad de la derrota" y anunci¨® que ahora ser¨¢ "un franc¨¦s m¨¢s entre los franceses". "El cambio empieza ahora. La austeridad no puede ser una condena", proclam¨® por su parte Hollande. El socialista ha anunciado su intenci¨®n de renegociar con Berl¨ªn el r¨ªgido tratado de austeridad. El El¨ªseo inform¨® el lunes de que el traspaso de poderes se realizar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 15.
Con su calma proverbial, el l¨ªder socialista pronunci¨® el discurso de la victoria a las 21.20 en la plaza de la catedral de Tulle, el pueblo del que es alcalde (en el centro-sur del pa¨ªs) y donde pas¨® su jornada de gloria recibiendo besos y abrazos de los lugare?os. Lo primero que hizo fue enviar un ¡°saludo republicano¡± a Sarkozy. Luego dijo que ¡°el cambio tiene que estar a la altura de Francia¡±, prometi¨® ¡°ejemplaridad institucional¡±, y con un toque de lirismo, invit¨® a los franceses a ¡°sobrevolar las estrellas¡± y cumplir ¡°el sue?o franc¨¦s del progreso¡±.
Hollande reiter¨® que sus prioridades ser¨¢n la igualdad, la juventud, la justicia social, la educaci¨®n, ¡°y la reorientaci¨®n de Europa hacia el crecimiento y el empleo¡±. ¡°La austeridad no puede ser una condena¡±, proclam¨®. ¡°Esa ser¨¢ mi misi¨®n, dar a la construcci¨®n europea una nueva dimensi¨®n. Y se lo dir¨¦ cuanto antes a los socios europeos y a Alemania¡±, dijo, ante el discreto entusiasmo de las masas.
Su asesor especial Jean-Marc Ayrault, alcalde de Nantes y previsible futuro primer ministro, dijo que ¡°la clave ahora ser¨¢ recuperar a Europa, reorientarla hacia el crecimiento, la competitividad y la protecci¨®n¡±. Pierre Moscovici, director de la campa?a de Hollande, asegur¨® que la canciller alemana Angela Merkel telefone¨® anoche al ganador para invitarle a visitar Berl¨ªn en los pr¨®ximos d¨ªas.
La clave ahora ser¨¢ reorientar hacia el crecimiento a la UE"
A sus 57 a?os, padre de cuatro hijos y compa?ero sentimental de la periodista Valerie Trierweiler, Hollande se convierte en el segundo presidente de izquierdas de la V Rep¨²blica ¡ªtras su mentor Fran?ois Mitterrand, que lo fue entre 1981 y 1994¡ª, y devuelve al Partido Socialista a lo m¨¢s alto del Estado franc¨¦s tras 17 a?os de poder conservador. ¡°Ser¨¦ el presidente de todos los franceses, seremos una sola Francia, una sola naci¨®n reunida ante el mismo destino¡±, dijo. ¡°Todos tendr¨¢n los mismos derechos y deberes, nadie ser¨¢ discriminado¡±.
Fiesta en la Bastilla
Su hist¨®rica victoria fue anticipada por la euforia de miles de seguidores socialistas, que empezaron a echarse a las calles con banderas en Par¨ªs hacia las seis de la tarde, al olor de los primeros sondeos favorables difundidos en B¨¦lgica y Suiza y que corrieron como la p¨®lvora por Twitter.
En la calle Solferino y en la plaza de La Bastilla el ambiente era de euforia y alegr¨ªa. La gente cantaba la Marsellesa, gritaba ¡°Sarkozy l¨¢rgate¡±, y apelaba al eslogan de la UMP: ¡°2012, la Francia fuerte es la Francia de izquierda¡±, informa Ana Teruel. Justo despu¨¦s, en la Bastilla, un padre le dec¨ªa a su hija: ¡°Le hemos vencido¡±.
En todos los pa¨ªses hay pueblos que gracias a nosotros tienen esperanza"
A las once y media de la noche la fiesta era total en la plaza de la Bastilla y los alrededores. Miles de personas que esperaban la llegada de Hollande, agitaban banderas, saltaban y gritaban 'Sarkozy, c'est fini'. Hab¨ªa gente de todas las razas y edades, la Francia multicultural, abierta y festiva, pero la mayor¨ªa eran j¨®venes que no hab¨ªan nacido cuando se produjo el ¨²ltimo triunfo de un socialista en unas presidenciales, hace 24 a?os. En medio de la algarab¨ªa, una joven economista espa?ola, llamada Gabriela, agitaba una bandera espa?ola y gritaba "Viva ZP", cumpliendo as¨ª su peque?a venganza contra Sarkozy, que convirti¨® a la Espa?a socialista en la diana preferida de su campa?a.
Cuando Hollande lleg¨® a la plaza fue el delirio. El l¨ªder socialista dijo: "He escuchado vuestra voluntad de cambio. Soy el presidente de la juventud de Francia. En todas las capitales hay pueblos que gracias a nosotros tienen esperanza y quieren terminar con la austeridad. Ese es mi mensaje, sois un movimiento que se levanta por todo el mundo, una exigencia de cambio". Hollande llam¨® a los suyos a movilizarse para las legislativas de junio para dar una mayor¨ªa al presidente de la Rep¨²blica.
Mensaje para Europa
Hollande sabe que su victoria se ha asentado en el rechazo popular hacia el presidente saliente y en los embates de la crisis. Pero su victoria tiene un relevante componente europeo, en un pa¨ªs de fuerte pulsi¨®n antieurope¨ªsta, y puede ser le¨ªdo como un mensaje contra la austeridad ciega impuesta por Alemania en los ¨²ltimos tiempos.
En primer lugar, porque supone el abrupto final del directorio conocido como Merkozy, la (falsa) simbiosis entre la canciller Merkel y Sarkozy que ha guiado de forma autoritaria, tard¨ªa y err¨¢tica el tim¨®n de la UE durante el ¨²ltimo lustro. Y segundo porque Hollande ha sido el primer pol¨ªtico del continente que ha rechazado formalmente la l¨ªnea de rigor fiscal sin crecimiento.
Despu¨¦s de su victoria parcial en el primer turno, Merkel, la Comisi¨®n Europea y el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, se han apresurado a asumir algunas de sus tesis, si bien con matices distintos. Berl¨ªn sabe que ahora la segunda econom¨ªa de la zona euro tiene un Gobierno socialista. Pero la superioridad econ¨®mica alemana y el ¨¢nimo desconfiado de muchos de los votantes de Merkel hace dif¨ªcil pensar que Francia ser¨¢ capaz de equilibrar la balanza. Con las cuentas p¨²blicas muy comprometidas por el peso del Estado del bienestar (56% del PIB) Hollande sabe que Francia no podr¨¢ invertir lo que necesita, y su ambici¨®n es convencer a Merkel de que hace falta abrir una fase de inversiones y de est¨ªmulo.
Hollande tiene ahora toda la legitimidad popular y el m¨¦rito de haber roto una abrumadora cadena de poder conservador en Europa. Tras ser 11 a?os primer secretario del Partido Socialista y pasar m¨¢s de dos preparando su candidatura al El¨ªseo, venci¨® con suficiencia unas primarias abiertas y ha logrado ganar ahora las presidenciales con un mensaje de unidad y cambio y un programa de izquierdas que pone el acento en valores solidarios.
El resultado pone en valor adem¨¢s su sensatez y moderaci¨®n republicana y supone un saludable rechazo democr¨¢tico al giro extremista y populista de Sarkozy, que decidi¨® jugarse la reelecci¨®n a todo o nada abrazando las tesis de la extrema derecha. Ante la imposibilidad de defender su gesti¨®n durante la crisis, que le convirtieron en el presidente m¨¢s impopular de los ¨²ltimos 60 a?os, el l¨ªder de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) hizo suyas muchas de las ideas del Frente Nacional, que en el primer turno hab¨ªa obtenido su mejor resultado hist¨®rico con un 17,9% de los votos.
Ahora la derecha francesa tiene por delante una dif¨ªcil tarea de recomposici¨®n de cara a las legislativas del 10 y el 17 de junio. Sarkozy anunci¨® que no liderar¨¢ su partido, la UMP, en ese trance. Mientras, el modelo original, Marine Le Pen, que sale de la cita convertida en la nueva br¨²jula de la derecha francesa, llam¨® anoche a construir una nueva oposici¨®n ¡°ideol¨®gicamente fuerte¡± y ¡°digna de confianza¡±. La presidenta del Frente Nacional pronostic¨® que Hollande ¡°decepcionar¨¢ pronto, primero a los suyos y luego a Francia¡±.
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