Sarkozy: "Ser¨¦ un franc¨¦s m¨¢s"

En una noche de l¨¢grimas y emociones desatadas, Nicolas Sarkozy se despidi¨® de sus seguidores y, por ende, de los franceses tras ¡°35 a?os de pol¨ªtica, 10 en las responsabilidades de m¨¢ximo nivel y cinco al frente de la naci¨®n¡±. ¡°Voy a volver a ser un franc¨¦s m¨¢s¡±, dijo a sus seguidores reunidos en la Mutualit¨¦, donde hab¨ªan esperado infructuosamente que los sondeos se equivocaran. ¡°Fran?ois Hollande es el presidente de Francia y debe ser respetado¡±, les convino. ¡°Le he deseado suerte¡±.

El presidente batido reconoci¨® enseguida su derrota y 20 minutos despu¨¦s de hacerse p¨²blica con ¨¦l en el El¨ªseo compareci¨® en otra parte de la ciudad para dar a los suyos un mensaje de despedida sobrio, elegante y generoso. Las bases estaban desatadas, con l¨¢grimas en los ojos, frustradas por lo que acaba de ocurrir y sobre todo por lo que, a sus ojos, significa el triunfo de Hollande: ¡°Un incompetente al frente del Gobierno. Es el fin de Francia. Me veo como Espa?a¡±.

A un p¨²blico entregado Sarkozy le reiter¨®, como si hiciera falta, que hab¨ªa hecho todo lo que estaba en sus manos para proteger a Francia, ¡°pero no he conseguido convencer a la mayor¨ªa. Asumo toda la responsabilidad de la derrota¡±.

¡°Sacar¨¦ las consecuencia¡± dijo antes de describir un nuevo panorama. ¡°Empieza una nueva ¨¦poca. Ser¨¦ uno m¨¢s entre vosotros¡±, les adelant¨® antes de hacer la cronolog¨ªa de las d¨¦cadas dedicadas a fondo a Francia y prometer que su compromiso ¡°ahora ser¨¢ de distinto tipo¡±.

Sus fieles le despidieron con gritos coreados de ¡°Merci!¡±, despu¨¦s de haber estado durante horas cruzando los dedos para que lo que adelantaban oficiosamente los sondeos no fuera verdad.

Cuando en las pantallas gigantes de la Mutualit¨¦ aparecieron las cifras en dos cadenas de televisi¨®n que daban la victoria a Hollande por el 51,9% o el 52% de los sufragios, la primera reacci¨®n de los reunidos fue de abuchearlas. Una joven grit¨® como lo puede hacer quien recibe una cuchillada. Luego un silencio confuso y los comentarios frustrados. ¡°Esta noche yo voy a llorar¡±, dec¨ªa una mujer joven con la bandera tricolor plegada. ¡°Ahora nos vamos a convertir en Espa?a¡±, dec¨ªa mientras otras a su lado eran m¨¢s abruptas: ¡°Nos vamos a ir a la mierda¡±.

Un sexagenario se llevaba las manos a la cabeza. ¡°Esto es el hundimiento del pa¨ªs. Poner al frente a alguien incompetente y sin experiencia. Nuestros vecinos lo van a celebrar. Francia se hunde¡±. La atm¨®sfera era de depresi¨®n absoluta. ¡°Vamos a volver a la Cuarta Rep¨²blica, a la falta de pol¨ªtica seria, a los cambios de direcci¨®n cada seis meses, a la ausencia de pol¨ªtica nacional e internacional¡±.

Una veintea?era ten¨ªa sus ojos azules enrojecidos y llenos de l¨¢grimas. Lloraba ¡°m¨¢s que por la derrota de Sarkozy por la victoria de Hollande. Va ser un desastre para Francia. Me da miedo que nos convirtamos en Espa?a¡±

Un hombre, deprimido, se refugiaba en la filosof¨ªa: ¡°Para conocer la felicidad, hay que conocer las desgracias y ahora llegan cinco a?os desgraciados con Hollande¡±.

S¨¦bastien Huyghe, un diputado sarkozysta, dec¨ªa sentir tristeza por la derrota de su hombre ¡°que ha sido un presidente excepcional en circunstancias excepcionales¡±. Seg¨²n ¨¦l, ¡°Hollande es un peligro para Francia, para la econom¨ªa, para la finanzas. Estamos en plena crisis y con ¨¦l el d¨¦ficit se va a desbocar, con las consecuencias que ya hemos visto en Espa?a y Portugal¡±. ¡°La crisis ha jugado en su contra¡±, dec¨ªa el parlamentario. ¡°Otros dirigentes han sido barrido por la crisis y ¨¦l solo ha perdido muy ajustadamente y eso que ha sido objeto de una caza al hombre de una virulencia inaudita¡±.

Un seguidor vaticinaba que Sarkozy ser¨¢ reconocido ¡±dentro de seis meses, un a?o o dos como alguien que hizo grandes cosas por el pa¨ªs. Nos hemos pegado un tiro en el pie eligiendo a Hollande. Puede que Sarkozy haya cometido errores. Pero es un error mucho mayor prescindir de ¨¦l. Hollande ha tenido una victoria muy corta y tendr¨¢ que compadrear con intereses y presiones de otros partidos cuyas pol¨ªticas no son lo mejor para Francia¡±.