Israel deniega la excarcelaci¨®n a dos presos palestinos al borde de la muerte
Los dos huelguistas se niegan a comer desde hace 69 d¨ªas para protestar por su encierro sin cargos
Una nueva decisi¨®n de la justicia israel¨ª amenaza con incendiar los territorios palestinos. El Supremo ha rechazado la petici¨®n de liberaci¨®n de dos presos palestinos, en huelga de hambre desde hace 69 d¨ªas; un veredicto que defensores de los derechos de los reos consideraron ¡°una condena a muerte¡± para los detenidos. Durante su audiencia ante la justicia el jueves pasado, Bilal Diab y Thaer Halahla, supuestos miembros de la Yihad isl¨¢mica, comparecieron en silla de ruedas, visiblemente debilitados. Diab se desmay¨® durante la vista y tuvo que ser trasladado al hospital.
Al menos un tercio de los 4.600 presos palestinos encerrados en c¨¢rceles israel¨ªes declararon una huelga de hambre hace 20 d¨ªas para protestas por las condiciones de su encierro y sobre todo para denunciar las llamadas detenciones administrativas, en virtud de las cuales 308 palestinos permanecen detenidos sin cargos desde hace meses. Es el caso de Diab (27 a?os) y Halahla (34), los dos presos a los que el Supremo ha denegado la excarcelaci¨®n y que llevan en prisi¨®n diez y 22 meses respectivamente.
Israel alega que en muchas ocasiones no es posible hacer p¨²blicos los cargos de los que se acusa a los detenidos ni las pruebas de las que dice disponer porque podr¨ªa poner en peligro la vida de los delatores. Asegura adem¨¢s que los detenidos suponen una amenaza para la seguridad de Israel. Instituciones como la Uni¨®n Europea han criticado sin embargo en el pasado el ¡°uso excesivo¡± de esta figura legal israel¨ª, que seg¨²n la legislaci¨®n internacional deber¨ªa aplicarse en casos muy excepcionales y para prevenir un da?o que no pudiera prevenirse de otro modo.
Israel alega que no es posible hacer p¨²blicos los cargos porque podr¨ªa poner en peligro la vida de los delatores
La huelga de hambre de los presos ha despertado una nueva oleada de protestas entre los defensores de la causa palestina. Las concentraciones frente a las c¨¢rceles se vuelven cada vez m¨¢s frecuentes, as¨ª como los choques con los soldados israel¨ªes que se emplean a fondo para dispersarlas. En las principales ciudades palestinas se han instalado tiendas de campa?a en solidaridad con los presos y en Gaza, Ham¨¢s y la Yihad isl¨¢mica han defendido la captura de soldados israel¨ªes como v¨ªa para lograr la liberaci¨®n de presos palestinos en canjes de reos.
Asociaciones de defensa de los presos tanto palestinas como israel¨ªes denuncian que los huelguistas no reciben la atenci¨®n hospitalaria necesaria y dicen temer por su vida. La israel¨ª M¨¦dicos por los derechos Humanos, que sigue muy de cerca el caso de Diab y Halahla, consideraron la decisi¨®n judicial ¡°una sentencia a muerte¡±. En su decisi¨®n el Supremo expres¨® su preocupaci¨®n por el deterioro de la salud de los presos y pas¨® la pelota a las autoridades militares, que podr¨ªan aplicar una cl¨¢usula que permite la liberaci¨®n de enfermos terminales o cuya salud corra el riesgo de empeorar durante su estancia en prisi¨®n.
En los ¨²ltimos meses, Israel liber¨® a dos presos ¨Cun hombre y una mujer- despu¨¦s de una prolongada huelga de hambre. La victoria de los reos anim¨® al resto de la poblaci¨®n carcelaria que ha encontrado en el ayuno una nueva arma de resistencia frente al enemigo israel¨ª. Adameer, la asociaci¨®n palestina que presta ayuda legal a muchos de los presos denuncia que las autoridades penitenciarias han puesto en marcha una campa?a de represalias para los huelguistas a los que aseguran se les priva de visitas, acceso a abogados y todo tipo de bienes personales. A algunos se les confina incluso a celdas de aislamiento, seg¨²n Adameer.
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