El rito macabro regresa a Italia
El atentado contra un directivo de la divisi¨®n nuclear de una empresa de G¨¦nova resucita la pesadilla de las Brigadas Rojas
No es un disparo cualquiera. Es un tiro en la pierna. Busca herir. Pero tambi¨¦n humillar. Y, de paso, despertar la pesadilla del pasado. El atentado, el lunes por la ma?ana en G¨¦nova, contra Roberto Adinolfi, de 59 a?os, gerente de Ansaldo Nuclear, perteneciente al poderoso grupo Finmeccanica, ha vuelto a traer a las conversaciones dos palabras que siguen doliendo e inquietando en Italia: Brigadas Rojas. Tras recoger el ¨²nico casquillo y hablar con el herido, la polic¨ªa trabaja sobre una hip¨®tesis: ¡°Se trata de un atentado de clara matriz terrorista¡±. A¨²n falta el comunicado. La firma del rito macabro. Pero hasta eso, la duda buscada y sostenida, agranda la pesadilla.
El mejor testigo de los investigadores es el propio herido. Sobre las 08.15 sale de su casa, en la elegante calle de Montello, entre los barrios de Castelleto y Marassi. Traje y corbata, una peque?a maleta. Camina hacia su veh¨ªculo, aparcado desde la noche anterior. ¡°Estaban delante de m¨ª. El motor de la moto encendido. Los cascos integrales puestos. Tal vez dijeron alguna cosa, pero no hice caso, segu¨ª recto. ?Miedo? Nunca hab¨ªa recibido amenazas¡±. Uno de los agresores coloca la pistola casi tocando la rodilla de Roberto Adinolfi. Un solo disparo que atraviesa la pierna. Los gritos del directivo se confunden con el ruido del ciclomotor, que se pierde calle arriba. El experto nuclear logra hacerse un torniquete con su propio cintur¨®n. Es trasladado al hospital de San Martino. Tras la operaci¨®n, habla con los investigadores.
De lo que cuenta Adinolfi y de las pruebas recogidas sobre el terreno, la fiscal¨ªa de G¨¦nova llega a una conclusi¨®n, expresada extraoficialmente al diario La Repubblica: ¡°Las caracter¨ªsticas del atentado son subversivas.¡± El estilo del ataque, la elecci¨®n del objetivo, el arma usada¡ Una Tocarev del calibre 7,62, fabricada en la Uni¨®n Sovi¨¦tica a partir de 1943 y usada con frecuencia en el pasado por los terroristas rojos. Pero hay m¨¢s. Los diarios italianos recuerdan que Roberto Adinolfi no es el ¨²nico directivo del grupo Ansaldo que sufre un atentado as¨ª. En la d¨¦cada de los 70, fueron atacados Vincenzo Casabona, jefe de personal de Ansaldo Mec¨¢nica, Carlo Castellano, jefe de planificaci¨®n, y Giuseppe Bonzani, director de GT Ansaldo. En algunos de aquellos ataques, las Brigadas Rojas ya recurrieron al tiro en la pierna. Un rito macabro que goza de su propio neologismo.
El viernes por la ma?ana, solo unos minutos despu¨¦s del atentado, los peri¨®dicos digitales italianos titulaban: ¡°Gambizzato dirigente Ansaldo Nucleare¡±. No hac¨ªa falta m¨¢s explicaci¨®n. Gambizzato viene de gamba: pierna. Un tiro en la pierna. Un aviso. Una pesadilla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.